El método Nadal: si funciona, no lo cambies; si no, cámbialo de inmediato

"Si funciona, no lo cambies. Pero si no funciona, cámbialo de inmediato". 

Esta es la fórmula del éxito de Rafa Nadal que ha puesto en práctica muchas veces a lo largo de su vida profesional para mejorar su juego e intentar lograr acercarse a la perfección, en un deporte en el que el más mínimo cambio requiere una dosis de entrenamiento brutal. 

Rafa lo sabe muy bien, y por eso cuando John McEnroe le ha preguntado, a pie de pista en el Abierto de Australia después de ganar su partido de segunda ronda, acerca de la clave de su rendimiento, el tenista balear le ha contestado que “si algo no funciona hay que cambiarlo, pero que no hay que cambiar lo que funciona”, lo que ha provocado el aplauso y las sonrisas de los espectadores.

Se puede decir, por tanto, que Rafa es decididamente infiel a determinados golpes de su juego, porque, con la excepción de su famoso y contundente drive, cruzado o paralelo, ha ido cambiando reiterademante los demás golpes, para aproximarse a la excelencia, desde el revés liftado paralelo, la bolea a media pista o el saque, que nuevamente ha mejorado y lo ha puesto en práctica en Melbourne, con buenos resultados.

Y también se podría afirmar que su relación sentimental, como funciona perfectamente, no precisa ningún cambio, por lo que se podría decir que es decididamente fiel a estos valores, como se pudo apreciar en su propia sonrisa, en la del entrevistador y en la de su novia de toda la vida, Mery, más conocida como Xisca, con la que lleva doce años ininterrumpidos de maravillosa relación. Le acompaña a todos los torneos y que escuchó complacida y divertida, desde la la grada, las respuestas de su “chico”.