"El arte virtual está desbancando a las tradicionales obras de arte físicas"

Definitivamente se ha producido la transición del arte convencional al digital. Superándose los iniciales recelos, se están consolidando en el mercado del arte los llamados 'tokens' o activos no fungibles (NFTs). Son los certificados digitales que acreditan la titularidad exclusiva de una imagen creada y comercializada a través de una plataforma 'on line'. Es el nuevo y floreciente arte digital. La seducción del 'token' reside en su exclusividad, ya que el propietario de la pieza digital es único, al tratarse de un bien no fungible que no se puede intercambiar por otro igual de la misma especie y calidad, aparte del interés o la belleza de la imagen 'tokenizada'.

El arte virtual está desbancando a las tradicionales obras de arte físicas. Junto a esa exclusividad se valora la creatividad original, su singularidad, y como factor relevante cabe mencionar que se materializan en una tecnología de seguridad, el 'blockchain'. Asistimos a una nueva faceta de la vertiginosa revolución digital y se abren varios interrogantes: si puede convertirse en un codiciado instrumento para el blanqueo de capitales y si el medio de pago, las criptodivisas, concitan razonables riesgos de convertibilidad, así como el peligro latente de una eventual burbuja que pueda pulverizar su valor; el riesgo de ser víctima de una estafa; el componente altamente especulativo; y el factor riesgoso de la volatilidad inversora.

Cabe preguntarse si las galerías virtuales expedirán el certificado de defunción de las galerías de arte y museos tradicionales.