Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Siempre se aprende algo, esta vez sobre Eritrea"

Foto de archivo de una sesión de la ONU el pasado mes de julio.

Foto de archivo de una sesión de la ONU el pasado mes de julio. / EFE

Jordi Querol

Al terminar la Segunda Guerra Mundial (1945), el mundo constató con tristeza que las guerras solo conllevan muerte y pobreza. Este mismo año, en San Francisco (EEUU), 51 países fundaron la ONU (Organización de Naciones Unidas) con la esperanza de mantener la paz y los derechos humanos. En la actualidad, los países que integran la ONU son 193 y su sede está en Nueva York.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Ahora, concretamente el primer miércoles de marzo de 2022, en una asamblea extraordinaria, estos países menos 12 que, por distintas razones, no votaron, decidieron condenar la terrible invasión rusa a Ucrania. Lo hicieron a favor 141 países, otros 35 se abstuvieron y Rusia y otros cuatro países lo hicieron en contra. Leí con agrado esta noticia, y entendí muy bien las razones por las que Siria, Corea del Norte y Bielorrusia votaron en contra, o sea, a favor de Rusia, pero confieso que nunca en mi vida había oído hablar de Eritrea. Investigué y alcancé a saber que era un país de seis millones de habitantes situado al noreste de África, bañado al este por las aguas del mar Rojo y fronterizo con dos países (Sudán y Etiopía). En 1941 fue conquistada por el Imperio británico, y en 1952 se anexionó a Etiopía, pero después de una sangrienta guerra con su socio logró su independencia en el año 1993. En Eritrea la libertad de prensa es nula (los medios de comunicación son de propiedad estatal), y los derechos humanos brillan por su ausencia. Siempre se aprende algo.

Participaciones de loslectores

Másdebates