Hagamos tribu como madres y padres, que falta nos hace

¡Hola! Esta semana me dirigido a ti, lector y lectora. El jueves 28 de abril abrimos en Barcelona las puertas del Club de Educación y Crianza de EL PERIÓDICO. ¿Te apetece venir? Solo hay que registrarse aquí. Será por la tarde (18.30 horas) en la librería Abacus (Còrsega, 269). ¡Vente! Hablaremos sobre infancia, crianza, maternidad, paternidad… Podemos charlar de lo que quieras, de lo que te guste y de lo que te inquiete. Me apetece mucho conocerte, seguro que tenemos cantidad de cosas en común.  

Estaremos en una librería, así que hablaremos de libros, por supuesto. Del último de Aroa Moreno, por ejemplo, 'La bajamar', un maravilloso dibujo de la maternidad, los secretos familiares, los miedos y la culpa. Ay, la culpa, esa que nos convence de que todo lo hacemos mal como madres porque la responsabilidad nos ahoga. También de 'Solo nos queda esperar lo mejor,' donde la autora sueca Carolina Setterwall nos corta la respiración al revelarnos la depresión posparto que sufrió y cómo su marido murió repentinamiente mientras dormía. Hablaremos de series. De 'Vida perfecta', donde Leticia Dolera da vida a una mamá ahogada en la culpa porque no quiere a su bebé, y de 'La asistenta', donde la protagonista vive por y para su hija, un envidiable ser de luz. 

Hablaremos de la hiperpaternidad, el fenómeno que tantas veces nos ha contado la periodista, autora y divulgadora Eva Millet y que tanto daño nos está haciendo a nosotros y a nuestros hijos. Hablaremos de cómo en lugar de hacer tribu, padres y madres nos dedicamos a criticarnos y juzgar a quien no cría como nosotros. ¿Por qué somos así?

Hablaremos de cómo sobrevivir al chat de cole y qué hacer en caso de declararse fuego. Hablaremos de cómo la conciliación no existe. La conciliación son las abuelas y la red de madres del cole, esas que te salvan la vida cuando tú no llegas a recoger a tu hijo.

La natalidad es una cuestión de Estado. La longevidad sumada a la baja natalidad es una fórmula matemática que, en el 2050, dará el siguiente resultado: España será junto con Japón el país más envejecido del mundo. En un país donde solo están emancipadas el 18,5% de las personas entre de 16 y 29 años, donde alquilar un piso en solitario implica para la gente joven dedicar el 94% del salario neto, donde la edad media para tener hijo supera los 30 (lo que los expertos llaman fecundidad tardía), donde apenas hay ayudas a la crianza porque los hijos se consideran algo privado, donde la maternidad frena en seco la carrera laboral y donde los hombres no han asumido la corresponsabilidad de los cuidados, la verdadera pregunta no es por qué no tenemos hijos sino por qué los tenemos.

Hablaremos de cuidados, un valor que no está precisamente en alza, como bien nos recuerda Diana Oliver en 'Maternidades precarias'. El día que cuidar a tu hijo esté considerado igual de importante y productivo que trabajar en una oficina habremos ganado mucho como sociedad.

Hablaremos de la maternidad real, no la de las revistas del corazón. Pero no nos vamos a poner intensas. Lo haremos con humor, a lo Martín Piñol, porque desdramatizar es vital. Podemos hablar (y reírnos) de las paparruchas que a todas nos han contado en el embarazo: que si los pulpitos de ganchillo, los collares de ámbar, los llamadores de ángeles, las ecografías emocionales y la estimulación con música. Solo nos falta, como diría mi compañera Valentina Raffio, redactora de este diario especializada en ciencia, los cuencos tibetanos para terminar de celebrar la fiesta de las pseudoterapias.

Si tus hijos no son pequeños sino temidos adolescentes, vente también a la charla. Hablaremos de cómo su cerebro genera oxitocina (la hormona de la felicidad) cuando están con sus amigos y no contigo, así que no te tomes a mal que pase de ti.

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Si nos aburre hablar de nuestros hijos siempre podemos hacerlo de cocina. Con permiso de nuestro especialista y responsable de Cata Mayor, Pau Arenós, claro. Podemos hablar de la epidemia del azúcar que invade la vida de nuestros hijos, podemos (y debemos) mencionar al dietista-nutricionista Julio Basulto y aclarar si la dieta vegetariana en la infancia es saludable ('spoiler', lo es) y podemos intercambiar recetas de galletas de chocolate con garbanzos del cocinero y divulgador Juan Llorca. Aunque se haya pasado la Semana Santa, podemos hablar de torrijas al horno en lugar de fritas (otro 'spolier', ni se nota la diferencia).

Espero haberte convencido. Espero verte. Gracias por venir.