Abdominales hipopresivos: Qué son y cómo funcionan

Existen muchos tipos de ejercicios que pueden ayudar a fortalecer la zona central del cuerpo, y una de ellas ha ido ganando notoriedad en los últimos años: los hipopresivos. Los denominados “abdominales hipopresivos” son una técnica analítica, que ejercita la zona central del cuerpo y el suelo pélvico mediante la respiración y el movimiento del diafragma. Este sistema de entrenamiento proviene de la uroginecología y técnicamente se denomina Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH). 

Esta técnica de entrenamiento que se popularizó durante los años 90 y ha alcanzado su máxima visibilidad en los últimos cinco, no es, ni mucho menos, un invento reciente ni del mundo occidental. El control de la respiración y la contracción interna de músculos con la finalidad de fortalecer distintas zonas del cuerpo viene practicándose desde hace más de 5.000 años en disciplinas como el yoga, donde se conoce bajo el nombre de ‘pranayama’ y más recientemente en la gimnasia posparto.  

La gimnasia hipopresiva consiste en realizar respiraciones asimétricas en las que la inhalación dura unos dos o tres segundos, posteriormente el aire se exhala en unos cuatro o seis segundos y tras ello, en apnea se mete el abdomen hacia la cavidad torácica. Variando la postura corporal al realizar dichas inhalaciones y exhalaciones podremos focalizar más el trabajo en áreas concretas del cuerpo y ayudar a aliviar ciertas dolencias.

Además, a diferencia de los abdominales tradicionales, este tipo de ejercicios permite trabajar los músculos abdominales no sólo de forma externa (lo que se conoce como la tableta o el ‘six pack’) sino también a nivel interno. Los ejercicios hipopresivos consiguen reducir la presión dentro del abdomen cuando los estamos haciendo y con ello se ejercita el músculo protegiendo los órganos que se encuentran en esta zona y produciendo una contracción refleja de la musculatura del suelo pélvico.

Reducción de la cintura y mejora de la vida sexual

Existen varios estudios que han demostrado que de media, realizando dos sesiones semanales de 20 minutos durante dos meses, se puede perder una media de seis centímetros de cintura. 

Uno de los principales atractivos de este tipo de ejercicio es el hecho de que no se necesita más que una esterilla para poder practicarlos y que al ser de bajo impacto pueden practicarlos un amplio grupo de personas. A pesar de que en realidad los pueden hacer un gran número de personas por ser tan fácil como respirar, es cierto también que en casos como personas hipertensas, hernias, embarazadas o personas con cardiopatías es necesario un seguimiento profesional muy consciente para evitar que la presión se dispare al realizar por ejemplo apneas y que termine resultando perjudicial.

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Más allá de poder mejorar la composición corporal y aplanar el vientre, este tipo de gimnasia abdominal ayuda a corregir defectos posturales y dolores de espalda, ayuda a mejorar la capacidad pulmonar y reduce asmas o ronquidos, mejora los parámetros de glóbulos rojos en la sangre, la incontinencia urinaria y moviliza los intestinos mejorando situaciones de estreñimiento. 

En el caso de las mujeres y las madres, este tipo de gimnasia ayuda mucho a mejorar la elasticidad de la zona vaginal, aumenta el riego sanguíneo en la zona y mejora la propiocepción del suelo pélvico en la función sexual, ayudando a conseguir experiencias mucho más placenteras durante el sexo.