Alex Yáñez: "Muchas patologías se pueden mejorar a través de la alimentación"

¿Por qué cuando se piensa en dieta se hace con una connotación negativa? Hay que diferenciar ‘dieta’ entendido como pauta de alimentación estricta que no te puedes saltar, y el hecho de comer con consciencia y con unos hábitos alimenticios saludables. Una dieta en el sentido estricto, en el que se tienen en cuenta cantidades y normas estrictas no se puede mantener toda la vida y eso crea agobio. Es más importante saber lo que es más o menos saludable y priorizar lo sano a la hora de comer para olvidar la dieta entendida como castigo. Hay que aprender a comer. 

¿Hay que tener muchos conocimientos para comer bien? Pues la verdad que no, quitando pequeñas cosas como en casos concretos u objetivos puntuales, no es necesario tener conocimientos avanzados, simplemente ser curioso. Habrán casos en los que tengamos que contar calorías pero son casos muy puntuales. Aprender las bases es cada vez más fácil hay mucha información disponible en internet y redes sociales, si sabemos buscar bien, podemos aprender a cuidarnos día a día de forma muy fácil.

¿Cómo puede afectar la forma de comer a nuestra salud? Se está viendo cada vez más que un factor predictivo de futuras patologías es no tener el IMC saludable. Tanto es así, que si se come mal o hay sobrepeso, hay también más riesgo de padecer ciertas enfermedades. Por ejemplo ahora, en el caso del covid, muchos de los enfermos que ingresan críticos en la uci padecen obesidad, y en cambio, en casos de fibromialgia suelen padecer lo contrario, es decir tienen un IMC muy bajo. Del mimso modo, por ejemplo, la gente que sufre problemas respiratorios también suele presentar sobrepeso o el IMC demasiado alto. La alimentación y la actividad física es fundamental para tratar de evitar cualquier patología. Es más, la alimentación es muy importante, pero es incluso más preventivo moverse. No sólo la genética predispone a las enfermedades, de hecho la epigenética, que son el resto de condiciones, tiene mucho más efecto a veces que los genes. 

¿Hay enfermedades que se pueden tratar desde la alimentación? Muchas de ellas se verán mejoradas, habrá muchas también que necesitarán un apoyo farmacológico, por ejemplo un cáncer, que obviamente no se puede solucionar para nada con la alimentación, sería una mentira. Pero en cambio, sí se puede ayudar a la recuperación del tratamiento con la comida. Una persona que está recibiendo quimioterapia y come adecuadamente, se recupera antes de las sesiones. Incluso se sabe que las personas que llevan una rutina de vida más activa toleran mejor el dolor en el caso de la quimioterapia y la radioterapia. Hay muchos casos que se pueden beneficiar de llevar una buena alimentación y tener una rutina de actividad física.  

¿Por qué los ultraprocesados se han ganado tan mala fama? Hasta que no se investigaron a fondo siempre hubo un desconocimiento apoyado por un ‘lobby’ de empresas que sacan productos que aseguran que son muy saludables y lo creemos. Lo que hemos hecho es abrir la caja y ver si realmente son saludables. Siempre los habíamos tenido en el paradigma como alimentos buenos y de golpe eso se rompe. Por fin hay gente que se implica y nos ayuda a ver que eso no es saludable.

¿Es importante leer las etiquetas antes de comprar? Claro. Sin leer la etiqueta será difícil saber qué compras. Podrás comprar un jamón cocido por ejemplo y a llegar a casa leer y ver que tan sólo tiene el 55% de carne y el resto es almidón de patata. A veces se gasta más dinero pensando que el más barato es el más malo y no tiene por qué. Hay que buscar productos que tengan los mínimos ingredientes posibles y estos sean saludables. Si hay muchos ingredientes y la mayoría no son conocidos hay que empezar a sospechar del producto. Si nos guiamos por los envoltorios probablemente los más llamativos sean los que peores terminen siendo.

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¿Qué opina del azúcar? ¿Es necesario desterrarlo 100%? Todo depende de tus rutinas en realidad. Una persona deportista seguramente al quemar más calorías puede optar por comerse de vez en cuando un snack con azúcar o uno no saludable. Pero todo depende del tipo de azúcar. Por ejemplo, la fruta lleva azúcar, la fructosa, y ese no debemos eliminarlo. Hay que aprender a diferenciar entre el azúcar intrínseco y el añadido. El intrínseco no es necesario eliminarlo excepto en casos súper puntuales. 

¿Es necesario hacer un ‘détox’ al cuerpo de vez en cuando? Para el 99,9% de la población no. Si existe una contaminación muy alta, un consumo de tabaco o alcohol brutal que provoque una toxicidad muy alta en el organismo y se necesitara depurar hepáticamente, pues sí se puede hacer de forma puntual. Pero para el resto de casos y la población en general, no le aportará nada. Si una persona normal está un día sin comer, probablemente vea que ha perdido peso, pero ese mismo peso lo va a recuperar en cuanto se hidrate o vuelva a comer porque volverá a llenar sus depósitos de glucógeno, entre otros y al comer hasta que lo defecamos, orinamos o sudamos es normal que incremente el peso. Para la mayoría de gente el desintoxicar, si no hay nada que depurar no tenga ninguna utilidad.