Estrategia del líder del PP

Feijóo persevera en negociar su investidura para evitar el ruido en torno a su liderazgo

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FEIJOO

FEIJOO / EFE/LAVANDEIRA

Pilar Santos

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Alberto Núñez Feijóo tenía previsto desde hace semanas ir este martes, día de Santiago, a la ciudad gallega a celebrar la festividad del apóstol. El plan del líder del PP era disfrutar en su tierra del triunfo en las urnas. Sin embargo, la victoria en las generales ha sido clara (136 escaños frente a 122 del PSOE), pero insuficiente para llegar a la Moncloa. El resultado del domingo por la noche ha dejado en 'shock' a Feijóo, según coinciden varios dirigentes, y a ese mal resultado se suma otro elemento que ya se vio en el balcón de Génova cuando todos subieron a celebrar que habían ganado las elecciones: simpatizantes agolpados a la puerta de la sede interrumpieron el discurso del líder del PP en dos ocasiones al grito de "¡Ayuso, Ayuso!".

La derrota y el temor a que la presidenta de la Comunidad de Madrid haga algún movimiento que cuestione el liderazgo de Feijóo ha llevado al político gallego a marcar el terreno desde el primer momento. Esa misma noche dijo que, aunque la ecuación es difícil, iba a intentar formar Gobierno. El lunes, la dirección del PP envió un comunicado reiterativo dos horas antes del inicio de la junta directiva nacional que Feijóo había convocado (forman parte de ese órgano barones, alcaldes, parlamentarios...). "El líder del PP empezará de inmediato las conversaciones con otros partidos políticos en busca de lograr los apoyos necesarios de cara a su investidura como presidente del Gobierno", rezaba el texto. Aviso a navegantes y en especial a una: Ayuso.

A la llegada a la puerta, la presidenta de Madrid remarcó que Feijóo había ganado las elecciones y se puso a su "entera disposición" pero, preguntada sobre si el liderazgo de Feijóo estaba en entredicho, respondió: "No creo". Mucho más claro fue Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, que es otro de los barones con más poder dentro del PP. "En absoluto", contestó él a la misma cuestión.

Después dentro de la reunión, Feijóo anunció solemnemente que había iniciado el diálogo con los partidos que necesita para alcanzar una mayoría absoluta que le pueda llevar a la presidencia del Gobierno. Aseguró que por la mañana había contactado a Vox (33 diputados), PNV (5), Coalición Canaria (1) y Unión del Pueblo Navarro (1) para llegar a la cifra de los 176 escaños. Sin embargo, pocas horas después de ese anuncio, a las diez de la noche, el PNV comunicó oficialmente que no quiere sentarse con él para negociar nada.

La pregunta este mércoles estaba clara: ¿y ahora qué va a hacer si no puede contar con los votos que necesita? "Decir que no se tienen apoyos simplemente por haber hablado con algún grupo [en referencia a la negativa del PNV] me parece una conclusión precipitada. UPN y Coalición Canaria están en la mejor disposición. Hablaré en las próximas semanas con el PSOE y con Vox y a partir de ahí seguiré trabajando", respondió.

¿Por qué abunda Feijóo en esa combinación entre la ultraderecha y los nacionalistas vascos si sabe que es inviable? Según dirigentes del PP, lo hace para "mostrar liderazgo", "demostrar que lo intenta todo" y evitar posibles movimientos que cuestionen su poder interno ante una victoria en las urnas que no puede tener más de derrota. "No se puede quedar parado, tiene que pedalear para no caerse de la bici", apunta un veterano parlamentario.

Pedir la abstención del PSOE

En privado los dirigentes del PP empezaron a admitir la misma noche electoral algunos de los errores que les han llevado a este pinchazo: las expectativas, las raras respuestas del propio Feijóo a su amistad con el narcotraficante Marcial Dorado, su ausencia en el debate a cuatro de RTVE, los pactos con la ultraderecha en algunas comunidades autónomas, los guiños a esos electores de derechas más radicales... En público, hasta ahora, solo se tiene la voz de Esperanza Aguirre, una persona con mucha influencia en el PP, y especialmente en el de Madrid, que presidió durante años y que ahora dirige Ayuso. Aguirre afirmó, en un coloquio de la web The Objective, que Feijóo se ha equivocado en la campaña para las elecciones generales "diciendo que prefería al PSOE" antes que a Vox y sugirió que el futuro de su partido pasa por Ayuso.

Este miércoles la presidenta actual de Madrid dará una rueda de prensa en la sede del partido en la que tendrá la oportunidad de dejar las cosas claras. Entre los barones más importantes se cree que "no hay clima" para una revuelta interna. Sería la segunda en apenas año y medio. En 2022 Ayuso se enfrentó al entonces presidente del PP, Pablo Casado, y ganó.

Y mientras estas cuitas internas tensionan a Feijóo varios dirigentes se preguntan ya: ¿cuándo va a empezar a pedir la abstención al PSOE para poder gobernar y que "se queme" un poco Sánchez diciendo eso de 'no es no'?