Análisis exprés

Los 5 motivos por los que el PP cree que Feijóo no ha ganado el pulso a Sánchez

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Sánchez vuelve a renacer contra pronóstico

Feijóo se estrella contra sus propias expectativas

Alberto Núñez Feijó, Gamarra y Ayuso en la sede del Partido Popular

Alberto Núñez Feijó, Gamarra y Ayuso en la sede del Partido Popular / José Luis Roca

Pilar Santos

Pilar Santos

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Amargura en el PP. Los dirigentes conservadores han empezado a analizar este lunes los motivos que han llevado a Alberto Núñez Feijóo a lograr una victoria insuficiente en las elecciones generales de este domingo. Esta tarde se celebra una junta directiva nacional en Génova y se podrá escuchar un discurso público del líder y, ya sin cámaras, los barones y altos cargos del partido podrán comentar los resultados. Anoche, Feijóo propuso pedir la abstención al PSOE y resto de formaciones porque él ha sido el más votado, una opción que nace sin posibilidades. Pedro Sánchez tiene opciones, complicadas, pero opciones, de armar una alianza parlamentaria que le permita ser investido de nuevo.

En las sedes autonómicas y provinciales, los altos cargos ya apuntan algunos motivos que creen que les han llevado a no alcanzar los 150 escaños, el objetivo que se habían propuesto y con los que pensaban llegar a la Moncloa ayudados por Vox.

Lanzar las campanas al vuelo

La gestión de las expectativas en política, como en la vida, es un arte y no saberlas usar puede llevar a la tristeza, como le ha pasado al PP. Feijóo llegó a decir que creía que podía alcanzar 168 escaños y gobernar con la ayuda del PNV y algún otro partido minoritario. Los sondeos de "dos encuestadoras" diferentes, según fuentes de la dirección, les condujeron en los últimos meses por una senda de optimismo que les llevó a plantear una campaña como si todo estuviera hecho. La coincidencia en que se han equivocado vendiendo la piel del oso antes de cazarla es total entre los dirigentes del PP. En alguna capital de provincia también creen que la principal razón es que "los socialistas le han perdonado todo a Sánchez" y la táctica "del dóberman", en referencia a Vox, le ha vuelto a funcionar al PSOE.

El lío con las respuestas sobre el narcotraficante

El equipo de Feijóo, opinan varias fuentes consultadas, no planteó bien la reacción del partido ante la vuelta al debate público de su amistad con el narcotraficante Marcial Dorado. El líder del PP se lío en sus respuestas: entró a contestar, pero con argumentos difíciles de entender como que cuando se iba de vacaciones con Dorado (años 1995 y 1996) solo había sido "contrabandista" o que entonces él no tenía toda la información sobre su amigo (ya había sido detenido por la 'operación Nécora' contra el narcotráfico) porque no había "internet" ni "Google" en aquella época.

"Los que están a su lado deberían haber ido a morder [a Yolanda Díaz y a Pedro Sánchez] con este tema, pero aquí todos estaban por no mojarse para poder ser ministros", se revuelve un parlamentario del PP. Varias fuentes creen que fue un error que Feijóo entrara en el tema y no dejara la respuesta "contundente" en manos de sus segundos.

Los debates: el triunfo y la ausencia

La noche electoral varios dirigentes de diferentes autonomías coincidieron en decir una frase: "Empezamos a perder el día que Feijóo ganó el cara a cara con Sánchez". La euforia por aquel triunfo inesperado frente al presidente del Gobierno hizo bajar la guardia al partido conservador.

Algunos dirigentes también critican ahora que el líder del PP decidiera no ir al debate a cuatro que realizó RTVE y al que sí acudieron los candidatos del PSOE y de Sumar (Yolanda Díaz). "Algunos pudieron ver soberbia en Feijóo, otros creyeron que era una muestra de que todo estaba hecho", apunta un dirigente autonómico.

Pactos con Vox en las comunidades

Tras las elecciones del 28 de mayo, el PP logró arrebatar poder territorial al PSOE en comunidades y municipios gracias a acuerdos con Vox. En algunos territorios, como en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón llegó a un pacto rápidamente con la fuerza de ultraderecha, sin agotar plazos ni intentarlo solo. Esa cercanía entre el PP y Vox se volvió a confirmar en Extremadura, aunque en esa autonomía el recorrido que hizo el partido de Feijóo tuvo varias curvas. Su candidata allí y ahora presidenta de la Junta, María Guardiola, mantuvo durante toda la campaña electoral que no pactaría nunca con un partido que denigra a los inmigrantes y niega la violencia machista. Guardiola se tragó sus argumento y finalmente llegó a un acuerdo con Vox que le ha permitido llegar al 23J siendo presidenta.

Algunos dirigentes del PP creen que el ruido que se formó en Extremadura, tanto antes como después de un pacto que la política extremeña había rechazado con todas sus fuerzas, perjudicó a su partido porque movilizó al electorado progresista.

Guiños a Vox, pocos a los votantes moderados

Durante la campaña, Feijóo ha hecho numerosos guiños a Vox, para intentar pescar en su caladero de votos. El presidente del PP no ha querido condenar el cántico de "que te vote Txapote", en referencia al asesino de ETA que acabó con una decena de vidas, entre otras las de Miguel Ángel Blanco y Gregorio Ordóñez, y tampoco ha querido hablar de víctimas del franquismo.

El máximo dirigente de los populares incluso también sembró las dudas sobre el voto por correo, aunque el sistema ha funcionado con normalidad. “Pido a los carteros, con independencia de sus jefes, que repartan todo el voto”, declaró Feijóo.

El voto de los moderados, en cambio, apuntan varios dirigentes, se ha olvidado durante la campaña. "Y entre esa estrategia y la de Sánchez movilizando a la izquierda hemos perdido miles de votos", se queja un diputado.

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