Salvador Illa defiende la "unión federal" frente a la "división" de un referéndum de independencia

El próximo 18 de septiembre hará 10 años del referéndum de independencia que celebró Escocia tras acordarlo con el entonces primer ministro de Reino Unido, David Cameron. El 'no' se impuso, pero eso no ha evitado que esa votación "a la escocesa" que concedió el gobierno británico haya sido ampliamente reivindicada, aunque sin éxito, por el independentismo en Catalunya en los últimos años. Precisamente desde Londres y con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina, el líder del PSC, Salvador Illa, ha defendido que hay una alternativa a la receta de la "división" que, a su juicio, ha cultivado el soberanismo catalán en la última década: el de la "unión federal". Un concepto, el de federalismo, al que el partido da alas en la nueva hoja de ruta que se aprobó en su congreso de hace una semana.

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En una conferencia pronunciada este lunes en la London School of Economics bajo el título 'Fortaleciendo Europa desde Catalunya', el ahora jefe de la oposición y aspirante a la Generalitat se ha reivindicado como el garante de la "tolerancia", la "integración" y la "cooperación" frente a los que entonan discursos de "división y discriminación". Un mensaje con doble destinatario, ya que ha hecho mención tanto al "populismo" de los que abanderan una Catalunya independiente como a los "autoritarios y aspirantes a autoritarios" que amenazan con que la derecha "radical" tenga una fuerza inaudita en las próximas elecciones europeas.

Un 12-M "preámbulo" de las europeas

Para Illa, lo que pase en Catalunya el 12 de mayo, donde pide la confianza de una mayoría para lograr ser presidente, tiene que ser el "preámbulo" de lo que pase en Bruselas el 9 de junio si hay una gran movilización contra los que, como Donald Trump, buscan "subvertir la democracia y romper con Europa". "Queremos más Catalunya en España y Europa, y más Europa y España en Catalunya", ha proclamado con la intención de trazar un hilo conductor entre las dos citas con las urnas.

Tras la aprobación de la amnistía, a expensas de la aplicación que hagan los jueces y ante un posible retorno del expresident Carles Puigdemont en los próximos meses, tanto Pedro Sánchez como el PSC se arremangan para que cuaje dentro y fuera del Estado que el 'procés' se ha acabado y que no habrá, como exigen ERC y Junts, ni una segunda parte en forma de votación sobre la independencia ni una financiación singular. Illa ha abogado por huir de la "polarización" en un momento de "encrucijada histórica" donde ya hay suficientes conflictos a los que hacer frente, empezando por los de Rusia y Ucrania y el de Israel y Palestina, y una extrema derecha que avanza al galope de la crispación.

De hecho, en la fase de preguntas tras la conferencia, Illa ha calificado de "divisivo" el referéndum que reclaman los independentistas y, aunque en su intervención inicial ha obviado hacer referencia a la amnistía, no lo ha hecho en sus respuestas, durante las que ha sacado pecho de la "generosidad" de los socialistas a la hora de impulsar la desjudicialización. Esa apuesta, ha dicho, no ha sido recibida con "entusiasmo" por una parte de la sociedad española, pero ha añadido que hay una "mayoría suficiente" en Catalunya que entiende que es un "paso necesario para normalizar" la situación que será "reconocido" y que fomentará la unión.

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La promesa de hacer volver a empresas

"La unión no requiere uniformidad. El federalismo es una cogobernanza con el compromiso de unir y atender", ha subrayado ensalzando un modelo de relaciones, el federal, que sabe que, especialmente tras el Brexit, halla más comprensión en Europa que los riesgos que se atribuyen a los movimientos secesionistas. De hecho, Illa no ha dudado en hacer mención al "éxodo" de empresas que se produjo en Catalunya ante la falta de "estabilidad" que se produjo en los momentos álgidos del 'procés' ni tampoco en entonar el discurso de que familiares y compañeros de trabajo se vieron "obligados a elegir bando". Si es presidente, ha prometido, trabajará para traer de vuelta a esas empresas que cambiaron de sede social y a "unificar" en lugar de "confrontar".

Casi en un ensayo de lo que será la base de su discurso en campaña, Illa ha lamentado que esa confrontación que considera que ha cultivado el independentismo ha llevado "a la parálisis gubernamental" a la hora de gestionar carpetas como la sequía o la crisis educativa. El reguero de críticas a cómo se ha gobernado en Catalunya en la última década ha sido extenso: desde unos partidos -ERC y Junts- "más centrados en hacer campaña" que de gobernar y que tratan a sus rivales "como enemigos", a una negación del "pluralismo" y una promoción del "aislacionismo" desde unas instituciones convertidas en "instrumentos partidistas".

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Tratar "con respeto" al rival

"Es típico de los populistas el afirmar que hablan en nombre de un país unido para poderlo dividir mejor. Es típico de fuerzas xenófobas decir que son únicos solo para terminar copiando a sus vecinos racistas", ha espetado de nuevo situando en el foco el reto de vencer en las urnas tanto al independentismo como a la extrema derecha. Su cometido, ha vindicado, será gobernar "en beneficio de todos" sin "agitar o dividir", tratar con "respeto" a sus rivales y garantizando el "pluralismo" en un contexto global en el que solo cabe la "cogobernanza" y no el "individualismo" para hacer frente a retos globales.

Illa tiene agendados cuatro intensos días de viaje de trabajo en Londres y Edimburgo acompañado de los eurodiputados Javi López y Laura Ballarín. Uno de los encuentros más destacados será el del jueves en la capital escocesa con el exprimer ministro británico Gordon Brown. Y este lunes se ha reunido también, entre otros, con el secretario general del Partido Laborista, David Evans, así como con el embajador de España en Reino Unido, José Pascual Marco.