Elecciones en Catalunya

Sánchez e Illa unen sus destinos: "Hay que ganar bien para poder gobernar Catalunya"

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Pedro Sánchez y Salvador Illa, este viernes cerrando la campaña en el pabellón de la Vall d'Hebron

Pedro Sánchez y Salvador Illa, este viernes cerrando la campaña en el pabellón de la Vall d'Hebron / ACN

Sara González

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Un "tres en raya" socialista: en la Moncloa, en el Ayuntamiento de Barcelona y, ahora, en la presidencia de la Generalitat. Esto es lo que pidió Pedro Sánchez cuando pisó la cancha del pabellón de la Vall d'Hebron hace justo un año a las puertas de las elecciones municipales. Las dos primeras fichas están colocadas. Y a pocos minutos del cierre de una campaña catalana más suya también que nunca y desde el mismo escenario se ha desgañitado para pedir que se mueva la última para catapultar a Salvador Illa hasta la presidencia de la Generalitat. "Pedimos una amplia victoria para ganar bien y poder gobernar", ha exclamado enfundado en una camiseta con el logo del rostro del candidato del PSC, su principal puntal político y electoral en estos momentos.

De lo que pase el domingo depende también el futuro de la legislatura española. Sánchez e Illa tienen unidos sus destinos. "Se nota que te sientes muy a gusto en Catalunya y Catalunya se siente muy a gusto contigo", ha asegurado el presidenciable ante un auditorio que ha reventado aforo -3.500 personas dentro y 500 fuera siguiendo el acto en una pantalla, según la organización- y que se ha inundado de 'senyeras'. Lejos quedan los cinco días con el alma en vilo del inicio de campaña que vivió el PSC a la espera de si Sánchez dimitía o no, un convulso momento que han tratado de convertir en palanca electoral para movilizar todo el voto posible.

La disyuntiva del 12-M

Los socialistas han evitado verbalizar que la disyuntiva del domingo sea entre Illa y Carles Puigdemont. La pretensión en todo momento ha sido la de no dar alas al candidato de Junts y centrarse en que mantienen la 'pole position' en todas las encuestas y en proyectar que "el cambio" se roza con la punta de los dedos. Así que la dicotomía la plantean en términos de "avance, estabilidad y convivencia" o bien "parálisis o bloqueo"; entre otro presidente independentista tras una "década perdida" por la "confrontación" del 'procés', o bien el único aspirante que no lo es que tiene posibilidades de alcanzar la Generalitat. Eso sí, a sabiendas de que el pacto para hacerlo realidad se antoja muy complejo.

Si Sánchez ha ensalzado la "vía ancha de convivencia" que considera que Illa ha logrado abrir; el líder del PSC ha presumido de que Catalunya está "mejor que en 2017 y 2018" y que esto es así por el "coraje" del presidente del Gobierno. No ha mencionado los indultos o la amnistía, pero se refería justamente a ello y a los mimbres que suponen para estar en disposición de "pasar página" y centrar la agenda catalana en la priorización de los servicios públicos.

El grito contra Aznar

De hecho, Sánchez atribuye gran parte de la actividad de la "máquina del fango" del PP y Vox a esa apuesta por la desjudicialización. A ambos partidos los ha enmarcado bajo las "mismas siglas de retroceso" y en esta campaña ha considerado que los populares están ya integrados en la "ultraderecha". Por ello ha pedido a los catalanes que se rebelen contra ellos de la misma forma que lo hicieron en las pasadas generales. "¡Quien pueda votar, que vote!", ha exclamado versionando el "'el que pueda hacer que haga'" lanzado por José María Aznar el pasado noviembre en plenas negociaciones entre los independentistas y el PSOE para la investidura.

Illa ha pedido a los 1,2 millones de votantes que tan importantes fueron para Sánchez el pasado 23-J para continuar siendo presidente que lo vuelvan a hacer; que el domingo no se queden en casa y apuesten de nuevo por la papeleta del PSC. La cifra del millón en unas catalanas solo consta en el currículum de Pasqual Maragall, pero la cúpula del partido cree que ahora es posible repetir ese hito con una representación que aspiran que alcance los 40 diputados.

El voto en todos los frentes

Para ello, en el cierre de la campaña han pedido apoyo en todos los frentes: a las mujeres, a los jóvenes, al votante tradicional, al ocasional y a los que nunca antes los han votado, pero que ahora ven que "el Govern y Catalunya no funcionan". También a los defensores del reconocimiento del Estado de Palestina que abandera Sánchez y que será uno de los estandartes en las elecciones europeas que se celebran en un mes.

Illa ha entonado todos los 'hits' de su campaña. Desde la "década perdida" en materia de sequía, educación o sanidad a la "tercera gran transformación" que promete impulsar exprimiendo el autogobierno que los independentistas "han despreciado". Desde el "unir y servir" que ha convertido en sello propio a la "colaboración" y no a la "confrontación" con el Gobierno. "Nada me haría más ilusión que cruzar la plaza de Sant Jaume y abrazarme con Illa como president", ha proclamado Collboni. Sánchez también lo espera. La tercera ficha está en juego.