Apuntes políticos de la semana

Sánchez 'enfanga' la campaña electoral en Catalunya

¿Quién será president de la Generalitat? Las opciones de Illa, Aragonès y Puigdemont

Así están las encuestas de las elecciones en Catalunya 2024

apuntes politicos Sanchez Catalunya

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Júlia Regué

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Pedro Sánchez se declaró víctima de "la máquina del fango" y prometió una "regeneración democrática" para justificar su continuidad al frente del Gobierno. Una decisión que ya ha 'enfangado' toda la campaña electoral catalana y que ha tenido repercusión en las encuestas. La polarización crece y beneficia, principalmente, al PSC, a Junts y al PP.

El impacto en el PSC

En el PSC respiran aliviados porque han detectado que la escenificación de Sánchez les ha dado alas. Salvador Illa se siente cómodo en la racionalidad y detesta los sobresaltos, así que al principio temió por verse damnificado por el periodo de reflexión del presidente. Tras su victoria en 2021, Illa se ha dedicado a cosechar un liderazgo "responsable" como jefe de la oposición para ofrecerse como el mejor gestor, pero la emocionalidad de Sánchez y el espantajo de la extrema derecha le ha compensado con una movilización mayor estos últimos días. Eso sí, la táctica corre el riesgo de no ser del todo creíble en Catalunya por el relato de la 'guerra sucia' que ha dominado el independentismo, por el poco peso que los sondeos otorgan a Vox y porque el crecimiento del PP le puede ser útil para frenar una presidencia independentista.

Que Illa alcance la Generalitat es una prioridad para Sánchez porque supondría un aval a la amnistía, le permitiría cerrar el 'procés' y reforzar su liderazgo al lucir un feudo indispensable en un mapa autonómico dominado por el PP. Pero, sobre todo, dejaría al independentismo mermado en Madrid porque la negociación sobre el conflicto político con el Estado no vendría legitimada por el peso de ostentar el mando del Govern ni por las urnas, aunque eso le costaría un aumento de precio a cada pacto con los independentistas, empezando por los Presupuestos Generales del Estado.

El enfado de ERC y Junts

Aunque no podían permitirse que Sánchez abandonara, tampoco le dejarán pasar que se quede sin más. ERC y Junts, envueltos en su propio duelo electoral, están muy cabreados por lo que consideran un “espectáculo” para condicionar las elecciones y “españolizar” la campaña.

Los dos partidos independentistas temían que una dimisión pudiera complicar la amnistía y ya se preparaban para renegociar su apoyo al PSOE en caso de cuestión de confianza o de nuevo postulante a la Moncloa. Pero no hubo giro de guion. Las dos fuerzas políticas creen que el "egoísmo" de Sánchez le ha nublado, y los que pasaron años en prisión por el 'procés' se sienten defraudados por su "falta de empatía" al denunciar "lawfare". Más todavía cuando habían cosechado la confianza necesaria para pactar y con una lista de acuerdos pendientes de desplegar como la oficialidad del catalán en la Unión Europea, el traspaso de Rodalies, la concreción de las competencias en inmigración o la ley para garantizar el plurilingüismo.

Posconvergentes y republicanos siempre han pretendido una relación de tú a tú, de reconocimiento mutuo, y les enerva que Sánchez pueda dar por descontado su apoyo en la "regeneración democrática" sin ni siquiera mencionar al independentismo en sus anotaciones de damnificados. Ahora bien, asumen que no podrán oponerse tras años denunciando la judicialización de la política. Hasta que la amnistía no esté aprobada definitivamente, todo sigue en orden en el Congreso, pero en el Parlament le harán pagar a Illa que Sánchez trate de marcar la agenda catalana.

Las encuestas apuntan que Carles Puigdemont saca más partido que Pere Aragonès del choque con Sánchez, pero en Esquerra se agarran a que la suya no es una campaña personalista, sino la construcción de un proyecto a largo plazo de liderazgo coral -Oriol Junqueras, Marta Rovira y Aragonès-, y confían en que los electores agradezcan que no contribuyan al fango. La confrontación alimenta el liderazgo de Puigdemont, que ya está a la caza de los potenciales abstencionistas, pero se mantiene la incógnita de si eso será suficiente para retener una mayoría independentista y de si ERC y Junts son capaces de volver a gobernar juntos tras la ruptura en octubre de 2022.

El eco en el PP

En el PP catalán celebran que Sánchez polarice. Les beneficia en las encuestas, porque se erigen como la única fuerza capaz de “frenarle”, capitalizando el voto contra la amnistía y los pactos con el independentismo, y pone en escena a Alberto Núñez Feijóo con la mirada puesta en los comicios europeos del próximo 9 de junio.

El candidato catalán, Alejandro Fernández, trata de obtener una ventaja suficiente para condicionar la investidura y arremete sin fisuras contra los socialistas para acabar con las dudas de que una operación como la impulsada en el Ayuntamiento de Barcelona para ungir al alcalde Jaume Collboni y evitar que Xavier Trias, ganador de las elecciones, se hiciera con la vara. Sus perspectivas demoscópicas multiplican por cuatro los tres escaños actuales, pero no quieren fiarse de la demoscopia porque han salido escarmentados en otras ocasiones. El segundo tramo de la campaña será determinante.

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