Pactos poselectorales

Rufián y Borràs caldean la negociación entre ERC y Junts

El republicano llama a evitar que Junts lleve la manija del pacto y asevera que Esquerra "no es el criado de nadie", mientras la posconvergente coquetea en las redes con la idea de quedarse en la oposición

Esquerra y la CUP abren la ronda de contactos y se citan para la semana próxima con la disputa abierta entre las dos almas anticapitalistas sobre la voluntad de entrar o no en el Govern

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Gabriel Rufián

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Gabriel Rufián / E. Parra / Europa Press

Xabi Barrena
Júlia Regué
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Se acerca el momento clave de las negociaciones encaminadas a garantizar la investidura de Pere Aragonès y la formación de un nuevo Govern: el encuentro entre ERC y Junts. Tras abrir la ronda de contactos este miércoles con la CUP, los republicanos se sentarán ahora con los posconvergentes, a los que aventajaron en un escaño y 35.000 votos. Y desde los dos bandos se ha empezado a caldear la negociación. Por un lado, Gabriel Rufián, líder de ERC en Madrid, reclamó potenciar un pacto de izquierda soberanista que, en la práctica, disminuya el peso de Junts en el Executiu. Por el otro, la número dos de la lista de Junts, Laura Borràs, lanza guiños y deja entrever que no entrar en un Govern de ERC es una de las opciones. Fuentes de la dirección republicana aseguran haber llamado ya al orden a los díscolos.

Rufián animó este miércoles en el Congreso a su propia formación a "creerse" que su estrategia es la que ha ganado en el frente independentista y a buscar un pacto de izquierdas con los 'comunes' y la CUP, además de con Junts. "No somos los criados de nadie", enfatizó. "Intentémoslo y hagamos que las izquierdas predominen de una vez por todas en un frente amplio en el Govern y que dejen de marcarnos el ritmo aquellos que habían ganado tanto que pensaban que el país era suyo", dijo, en velada referencia a Junts.

Tardà y Bassa

El portavoz en la Cámara baja siguió la senda abierta por Joan Tardà quien, en un artículo en EL PERIÓDICO, afirmó que "el binomio gubernamental exclusivo ERC-JxCat es una fórmula acabada" y que cabía desplazar el peso del Executiu "hacia la izquierda". Una tesis que, también este miércoles, apoyó la ‘exconsellera’ Dolors Bassa y que defiende con obstinación la CUP. Fuentes de ERC tildaron de "ruido que no ayuda" estos mensajes, en especial, aquellos que dejan fuera a JxCat de un pacto de Govern.

Y eso que en el bando posconvergente es la propia Borràs la que coquetea con la idea de quedarse en la oposición. A primera hora, la candidata compartió un mensaje en Twitter de un usuario que apuntaba: "Si yo fuera Laura Borràs dejaba ERC sola. Me quedaba en la oposición".

Más tarde, respondió a otro tuitero que apuntó: "Querría ver a Borràs y a JxCat en primer línea de defensa. Vigilando desde la oposición". La también diputada en el Congreso le respondió: "No lo dudes". En el primer caso, fuentes de JxCat apuntaron que se había tratado de un error mecánico de quien trasteaba la cuenta, es decir, de la propia Borràs.

La CUP, que se mantiene al margen del rifirrafe entre JxCat y ERC, debe atender otros flancos: el 'pressing CUP' que se avecina y el choque estratégico entre dos de sus almas, Endavant y Poble Lliure. Los anticapitalistas vuelven a tener por tercera vez la llave de la gobernabilidad independentista y encaran la negociación con los republicanos dispuestos a condicionar al máximo la 13ª legislatura. Este es el común denominador de todas las organizaciones que forman la CUP, pero no disipa la eterna disputa interna por el lugar que deben ocupar, en este caso, los próximos cuatro años.

Las dos organizaciones más relevantes en el seno de la formación vuelven a chocar por la entrada o no del partido en el Govern. Endavant aboga por mantenerse en la retaguardia, en la oposición, y desdeñan formar "un Govern unitario independentista" dentro del marco autonómico, mientras Poble Lliure prefiere dar pasos adelante y "contribuir a la formación" de un nuevo Ejecutivo.

Lo que por ahora es de consenso es que actuaciones de los Mossos d'Esquadra como las producidas en las marchas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél "dificultan" las negociaciones. La próxima semana habrá un segundo encuentro con ERC.