Polémica urbanística

Janet Sanz: "Las sentencias contra los ejes verdes son 'lawfare' judicial contra Colau"

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La calle de Consell de Cent.

La calle de Consell de Cent. / MANU MITRU

Carles Cols

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Las tres sentencias en contra que acumulan ya los ejes verdes del Eixample (y quedan aún una decena de denuncias por resolver) son “una claro caso de ‘lawfare’ judicial”, según ha puesto sobre la mesa la exresponsable de Urbanismo de la ciudad durante el anterior mandato municipal, Janet Sanz, responsable de la ejecución de esos proyectos.

Las tres sentencias ordenan revertir las obras realizadas y devolver las calles afectadas a su aspecto original. El argumento es el mismo en los tres casos, el hecho de que, en opinión de los demandantes, el lobi turístico-comercial Barcelona Oberta, no se siguió el proceso administrativo necesario, es decir, no se llevó a cabo una modificación del Plan General Metropolitano. Sanz recuerda que el gobierno de Ada Colau preguntó específicamente a la máxima autoridad en esta materia en Catalunya, la Generalitat, si esa modificación era necesaria y la respuesta fue que no, porque no se impedía el paso de vehículos, simplemente se regulaba su velocidad y ni siquiera se impedía la carga y descarga de mercancías.

En opinión de Sanz, el motivo de aquellas demandas no era estrictamente la transformación de calles como Consell de Cent, sino el acoso, con cualquier excusa, contra Colau, La prueba del nueve, explica la exconcejala de Urbanismo, es que anteriores gobiernos municipales aprobaron profundas transformaciones de calles como Portal de l’Àngel, Enric Granados y avenida Gaudí sin que que se modificara previamente el Plan General Metropolitano.

Los demandantes, pese a su victoria en primera instancia en los juzgados (el ayuntamiento ha presentado recursos ante el Tribunal Superior de Justícia), han matizado que no reclama que se ejecute el fallo, es decir, que se deshaga todo lo hecho, pero según Sanz el problema en realidad es otro. Desde su punto de vista, el gobierno de Jaume Collboni utiliza estas sentencias para no ir más allá. “No podemos pasar cuatro años sin hacer nada, dando la espalda a la emergencia climática”.