Movilización tras una sentencia inesperada

'Bella ciao' en Tarragona 84: llegan los primeros turistas

Enric Granados, los búnkers del Eixample

'Superilla Eixample': más madroños que en la Puerta del Sol

El bloque de Tarragona 84 convertido en apartamentos turísticos

El bloque de Tarragona 84 convertido en apartamentos turísticos / Jordi Otix

Carles Cols

Carles Cols

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Han llegado los primeros turistas a Tarragona, 84, el bloque de 120 pisos en el que una sentencia judicial obligó al Ayuntamiento de Barcelona a validar las licencias turísticas que había solicitado la empresa propietaria de la finca, Inmobiliaria Gallardo SL, en perjuicio de los inquilinos allí residentes. A veces hay tuits que podrían ser musicados. Los vecinos de la finca, en un primer momento pesimistas y resignados, abrieron hace unos días una cuenta en Twitter para dar a conocer su situación, siempre bajo un lema, ‘Nos quedamos’. Su más reciente mensaje ha sido poco menos que un ‘Bella ciao’ turístico. “Ya han llegado”, informan.

‘Una mattina mi son svegliato e ho trovato l’invasor', cantaban los partisanos italianos en una reinterpretación de una vieja canción de origen incierto, que incluso se sostiene que en su versión más primitiva era cantada al son del acordeón por los judíos yidishparlantes de Ucrania. “Tourist go hom, dicen muchas paredes de Barcelona. Quien nos iba a decir que precisamente nuestra casa, nuestra ‘home’, estaría hoy llena de turistas. Al bloque Tarragona ya han llegado, a los pisos de las familias que la inmobiliaria Gallardo ha echado, digámoslo alto y claro”. Ese es el mensaje. Parecerá una declaración de guerra, pero esta comenzó en realidad días atrás.

A principios de mayo, los vecinos, aún desconcertados por la noticia de que los 120 pisos iban a ser apartamentos turísticos, pretendieron convocar una rueda de prensa para pedir soluciones. Iba a ser en la calle. Finalmente no se celebró, pero no sin que antes descubrieran que la empresa había desplazado a las puertas de la finca a un par de agentes de seguridad privada que no solo controlaban quién entraba en el edificio, sino que incluso pretendían impedir la cita a pie de calle. Días más tarde, los técnicos municipales que se presentaron en Tarragona, 84, para comprobar si las obras ejecutadas se ajustaban a la normativa, tuvieron sus más y sus menos con esos agentes de seguridad. Finalmente, pudieron acceder y abrieron expedientes de sanción por la incorrecta instalación de aires acondicionados y por el empleo de carpinterías inadecuadas. La lucha, visto lo visto, hace días que está latente.

Un vecino muestra una de las puertas de acceso a uno de los apartamentos ya terminados de la calle Tarragona, 84.

Un vecino muestra una de las puertas de acceso a uno de los apartamentos ya terminados de la calle Tarragona, 84. / JORDI OTIX

El caso ha estallado en plena campaña electoral y podrí incluso concluirse que de manera muy oportuna y simbólica, ya que los distintos candidatos tienen puntos de vista discrepantes sobre si Barcelona vuelve a padecer o no un exceso de presión turística. En este caso, el de Tarragona, el actual equipo de gobierno ha movido ficha y ha declarado nulas 77 de las 120 licencias autorizadas por el juez (primero, 69, luego, ocho más), eso sí, con una argumento técnico que raro será que no termine de nuevo en manos de otro juez.

El ayuntamiento declaró extintas las licencias turísticas de aquellos pisos en los que pudo acreditar que hay vecinos con contrato vigente. Los primeros turistas se han instalado en los apartamentos que la empresa logró vaciar con anterioridad y que fueron reformados para obtener unos beneficios exponencialmente más altos que los del simple alquiler. A título de ejemplo, dentro de una semana, con motivo del concierto de Coldplay en Barcelona, por pasar una noche en Tarragona se pagarán hasta 650 euros.