Plan de usos

El movimiento vecinal sale en defensa de la restricción de tiendas y bares en el Eixample

La coordinadora de las 5 entidades del distrito pide por carta al PSC que reconsidere su posición y secunda los postulados de BComú

Jóvenes en una de las terrazas de paseo Sant Joan.

Jóvenes en una de las terrazas de paseo Sant Joan. / Manu Mitru

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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La división de BComú y PSC sobre el plan de usos del Eixample, que restringirá nuevas tiendas y comercios del distrito, tiene como onda expansiva una división de opiniones creciente entre el asociacionismo de la ciudad. Si las entidades de comerciantes se han posicionado mayoritariamente –aunque no unánime– a favor de la postura socialista, que defiende coartar las aperturas solo en 11 calles, el movimiento vecinal empieza a moverse para respaldar la restricción más amplia por la que apuestan los Comuns.

El primer gesto claro en esta dirección es una carta al PSC que firman las 5 mayores asociaciones de vecinos del distrito, reunidas en una coordinadora: AVV Fort Pienc, AVV Sagrada Família, AVV Sant Antoni, AVV Esquerra de l’Eixample y AVV Dreta de l’Eixample. Dos de ellas, la de Sant Antoni y la de la Dreta, representan a los dos territorios que ya tienen una restricción vigente y que suavizarse mucho si el PSC gana el pulso. Aunque el movimiento vecinal tradicionalmente ha sido receptivo a los postulados del partido de Ada Colau, en esta ocasión resulta curioso que la coordinación de las 5 AVV recae en la actualidad en Trini Capdevila, veterana activista de l’Esquerra de l’Eixample que fue concejal de ERC el pasado mandato.

En la misiva, a la que ha tenido acceso este diario, los cinco presidentes de AVV y la propia Capdevila se dirigen directamente a las concejalas Laia Bonet y Montserrat Ballarín del PSC. Les recuerdan que ya vieron muy positivos los planes de usos para Sant Antoni y la calle Girona cuando se aprobaron en 2018 y 2020 y también la moratoria de licencias para todo el distrito dictada el año pasado y que expira el próximo 11 de marzo. Por ello, ahora ven “con mucha preocupación” el voto contrario del PSC al plan que votó este martes en comisión, presuntamente acordado entre los dos socios de gobierno y dispuesto a recibir luz verde inicial para quedar bendecido a final de mes en el pleno.

Las entidades consideran que este plan, que el PSC ve excesivo, ya era “muy de mínimos” y “llega tarde en muchos casos”. “Es imprescindible regular más estrictamente la concesión de licencias de actividad para evitar los monocultivos que se extienden como una mancha de aceite”, apuntan. La proliferación de un solo tipo de negocios, por ejemplo bares con terraza o tiendas para turistas, aseguran que genera “problemas al vecindario y al propio comercio de proximidad, que no puede competir”.

“Poner orden no es frenar la actividad económica, sino todo lo contrario, garantizar que esta se desarrolle de forma equilibrada”, aseveran. “¿No hemos aprendido suficientemente lo que pasa si no se regula, con ejemplos como el de Enric Granados, que ya se extiende por Aribau y otras calles?”, inquieren, en referencia al polo de restaurantes y pubs de esta zona. Así, se oponen a liberalizar o rebajar los límites a una treintena de calles que no son las protagonistas de la superilla ni de pacificaciones recientes, pero que están en las inmediaciones: “Los nuevos ‘ejes verdes’ afectaran a su entorno, no solo las calles estrictas”. “Con toda la contundencia, porque nos jugamos el futuro de nuestros barrios, reclamamos que se mantenga la regulación ya aprobada para Sant Antoni y la calle Girona, que ha funcionado razonablemente bien y eran de mínimos”, sentencian.