Comisiones municipales

ERC pide que Barcelona compre edificios en la 'superilla' del Eixample para evitar la gentrificación

Los republicanos dejan en el aire si darán apoyo al plan de usos que los 'comuns' y el PSC han pactado para regular el comercio

Empiezan las restricciones de tráfico para la 'superilla' del Eixample de Barcelona

Empiezan las restricciones de tráfico para la 'superilla' del Eixample de Barcelona / LAURA FÍGULS / ACN

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El grupo de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona ha pedido que el consistorio compre fincas en el ámbito de la 'superilla' del Eixample para anticiparse a la "gentrificación verde" que asegura que genera la pacificación del tráfico y el aumento del verde en esa zona. Los republicanos han anunciado que propondrán en las comisiones municipales de esta semana al gobierno de la alcaldesa Ada Colau que aplique con mayor intensidad el mecanismo del derecho a tanteo y retracto y de forma preferente en las zonas de la ciudad donde se están pacificando calles y plazas, como la 'superilla' del Eixample, para contener así la subida de precios del alquiler, informa Efe.

La concejal Eva Baró ha denunciado este lunes que el gobierno municipal "no está haciendo nada por anticipar o combatir" las externalidades negativas que ha señalado que pueden causar los ejes verdes y las supermanzanas. Es lo que se conoce como "gentrificación verde", un aumento del precio de la vivienda en esas zonas que acaba expulsando a los colectivos más vulnerables.

"Impulsar transformaciones sin prever las externalidades negativas es irresponsable y contraproducente", ha advertido la republicana. Baró ha acusado a Barcelona en Comú de cambiar la prioridad del derecho a la vivienda por una "cegada" apuesta por los ejes verdes o "las pretendidas supermanzanas" e intentar hacer creer a la ciudadanía que "las supermanzanas solo generan beneficios".

Baró ha criticado que el gobierno municipal no haya declarado área preferente de aplicación del derecho de tanteo y retracto el ámbito de las plazas y los ejes verdes de la 'superilla' del Eixample y haya adquirido, por ejemplo, la Casa Orsola, vendida hace año y medio y cuyos inquilinos están amenazados de desahucio.

El plan de usos, en el aire

En las comisiones de esta semana, también se someterá a votación el plan de usos del Eixample, que establece limitaciones a la apertura de bares, locales de ocio nocturno y otros establecimientos en el distrito, con especial énfasis en los futuros ejes verdes y otras zonas en que el tráfico se ha reducido. Tras las divergencias que habían protagonizado, los 'comuns' y el PSC han pactado un redactado que suaviza la norma y contenta las reclamaciones de los socialistas para desbloquear la medida, promovida por el partido de Colau.

La aprobación del plan de usos requiere que los socios de gobierno obtengan el beneplácito de parte de la oposición. Por ahora, ERC no ha aclarado si facilitará que el reglamento entre en vigor, si bien su portavoz en el ayuntamiento, Jordi Coronas, ha celebrado que la norma se haya flexibilizado.

"El Eixample no es uno, hay muchos 'Eixamples' dentro del propio distrito, y no se podía pretender otorgar a las múltiples realidades de la zona unes características únicas", ha opinado el republicano. En todo caso, no ha desvelado si su partido respaldará el texto que 'comuns' y el PSC presentarán en la comisión este martes.

Coronas ha destacado que los dos integrantes del gobierno han incurrido en "un baile de cifras contradictorio", al discrepar sobre si se dejará margen para que abran 1.100 o 2.000 tiendas de los cinco tipos de negocios que se regularán en el Eixample. "Si abren 2.000 locales de ocio, restauración o autoservicios, hablamos de un incremento del 50% del total actual y, si son aproximadamente 1.000, es un 25%, un desfase nade despreciable", ha apreciado.