Pendiente de aprobación

Barcelona suaviza las restricciones que impondrá a bares y tiendas en el Eixample

Colau cede ante las peticiones del PSC y regulará la instalación de negocios sin impedir que puedan abrir más de un millar nuevos

la supermanzana del Eixample o ‘Superilles’ Los trabajos o obras han empezado en las calles de Consell de Cent con Comte Borrell en la foto. “obres de la Superilla de l'Eixample” . FOTO de RICARD CUGAT

la supermanzana del Eixample o ‘Superilles’ Los trabajos o obras han empezado en las calles de Consell de Cent con Comte Borrell en la foto. “obres de la Superilla de l'Eixample” . FOTO de RICARD CUGAT / Ricard Cugat

Jordi Ribalaygue

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Los ‘comuns’ de la alcaldesa Ada Colau han cedido ante sus socios del PSC para desbloquear la aprobación del plan de usos comerciales del Eixample, que estipula límites a la apertura de nuevos restaurantes, locales de ocio nocturno y súpers de 24 horas para tratar de salvaguardar el comercio de proximidad. Las discrepancias que llevaron a ambos integrantes del gobierno municipal a votar divididos el primer borrador del reglamento se han transformado en un acuerdo para procurar que se apruebe en la comisión de urbanismo de la semana que viene. En todo caso, ambos partidos requieren el apoyo de parte de la oposición para que la medida prospere, por lo que tantean a ERC para que les dé sostén. 

En todo caso, el marco definitivo suaviza parte de las cortapisas que se previeron en principio. Fija criterios más estrictos en calles pacificadas y en las que ya se aplican restricciones en comparación con el resto del distrito, con requisitos más laxos. Además, negocios que se dijo que también se regularían han acabado excluyéndose de la norma, como los de servicios turísticos o de alquiler de patinetes, gimnasios y talleres, entre otros.  

Así, el Eixample se dividirá en dos zonas a la hora de dirimir si se autorizan o no nuevos establecimientos de los cinco tipos de negocios que se califican de alto impacto, por ser susceptibles de provocar molestias a los vecinos por ruido y masificación. La categoría engloba a restaurantes y bares, comercios de alimentación con espacio de degustación, locales musicales, tiendas de autoservicio y las de conveniencia, que suelen seguir abiertas por la noche. 

Dos zonas diferenciadas

El control más estrecho se localizará en la calle Girona, en el entorno de Sant Antoni, en tramos ya pacificados para reducir el tráfico -como el paseo Sant Joan o la avenida Mistral- y los ejes verdes de la futura supermanzana, en Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell, Girona, Tamarit, Parlament y Aldana. En esas vías, no se permitirán más de cinco negocios de los calificados de alto impacto en un radio de 50 metros. A 100 metros en la redonda, no podrá haber más de 18 establecimientos de las categorías señaladas. Además, entre cada uno de los nuevos locales de las cinco clases especificadas en la disposición deberá haber una separación de al menos 25 metros.

regulacio eixample

regulacio eixample / El Periódico

Las distancias no son de aplicación para los comercios ya existentes. El plan de usos no impide que, por ejemplo, se traspase un restaurante y se mantenga el mismo tipo de negocio. En cambio, si se desprende de la licencia no podrá reabrir recuperando una de las actividades que se regulan.  

El contenido del plan de usos se modifica para flexibilizar el criterio en el resto del Eixample. En las demás calles del distrito, el número máximo de bares, locales de música, badulaques y comercios de degustación se eleva a 20 dentro de un radio de 100 metros. Aparte, el redactado final suprime el requisito que delimitaba la superficie que, como mucho, podían ocupar los nuevos comercios regulados. Decaen también las distancias de separación que se debían respetar entre un local y otro de los negocios que, al final, quedan fuera de la normativa.  

Norma simplificada

“Hemos simplificado el plan para llegar a un consenso vecinal y político”, ha reconocido el concejal del Eixample, Pau González (Barcelona en Comú). La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha añadido que “era bueno ajustar los términos para aprobar el plan y proteger el comercio de toda la vida”.

En todo caso, la representante de los ‘comuns’ ha enfatizado que se ha preservado el propósito de proteger “comercios de toda la vida para que no se sustituyan por otros que no responden a las necesidades de los vecinos”. “Queremos evitar que nuevas calles que se conviertan en un Enric Granados”, ha postulado Sanz, en referencia a la vía que congrega 70 restaurantes y bares.

Las modificaciones contentan en gran medida las reclamaciones de los socialistas. Fuentes del PSC explican que han brindado su apoyo tras negociar con las entidades comerciales y asegurarse que ven con buenos ojos el texto con que los socios de gobierno han acercado posturas.

La tercera teniente de alcalde, la socialista Laia Bonet, ha señalado que el primer borrador que solo los ‘comuns’ respaldaron “suponía casi un freno a toda la actividad económica”. “Era como si todo el Eixample sufriera el monocultivo comercial, cuando no es así”, ha rebatido la concejal, satisfecha porque se haya pactado una “regulación quirúrgica” que, en su opinión, “queda muy lejos de la inicial”.

Bonet ha recalcado que el plan de usos no impedirá que nuevos negocios se implanten en el distrito céntrico de Barcelona. Ha estimado que deja margen para la apertura de unos 2.000 locales de los negocios que quedan sometidos al reglamento.

En cambio, Sanz le ha discutido la cifra en plena presentación. La teniente de alcalde ha rectificado a la socialista, al señalar que el consistorio calcula que no podrán abrirse más de 150 restaurantes y otros establecimientos regulados nuevos en las vías pacificadas y 1.100 en el resto del distrito. A su vez, se prohíbe que se instalen tiendas que exhiban material pornográfico y ‘meublés’ donde se ejerza la prostitución.