Espacio público

Enric Granados reabre la 'guerra de las terrazas' en Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona acorta el horario de estos veladores y el Gremio de Restauración lo llevará a tribunales

Protesta y lectura de manifiesto en Enric Granados por el ruido y las terrazas

Protesta y lectura de manifiesto en Enric Granados por el ruido y las terrazas / Manu Mitru

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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La protesta vecinal de este miércoles en la calle Enric Granados han encendido la corta mecha de un conflicto muy explosivo en Barcelona: las terrazas de bares y restaurantes. Una disputa que se encamina ya a los tribunales y al Síndic de Greuges, según ha advertido el Gremio de Restauración. Tras un periodo de cierta calma entre Ayuntamiento y sector, en gran parte gracias a las ampliaciones provisionales permitidas durante la pandemia, vuelve a tomar fuerza el pulso de fondo que mantienen consistorio, restauradores y movimiento vecinal por el uso del espacio público y el ruido nocturno.

El gobierno de Ada Colau ha comparecido de urgencia este jueves por la mañana para la entrada en vigor de un nuevo horario de veladores en la calle de la discordia: deberán cerrar una hora antes a partir de este mismo viernes, es decir, a medianoche. Entre semana, a las 11 de la noche. La misma norma se aplicará también en las plazas del Sol y la Revolució, en Gràcia, ya desde este jueves noche. Tras un largo proceso administrativo, la nueva norma ha sido por fin publicada por el Boletín Oficial de la Provincia. El concejal del Eixample, Pau Gonzàlez, ha puesto cifras al conflicto: 672 expedientes incoados en lo que va de 2022 por incumplimientos en el distrito, de los que 92 son en la calle Enric Granados.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, preguntada en una rueda de prensa, no se ha andado con medias tintas. Ha defendido el descanso de los vecinos y ha pedido "corresponsabilidad" a los restauradores de la ciudad para que se cumpla la normativa de terrazas y los niveles de ruido permitidos. También les ha recordado que el consistorio usó el urbanismo táctico para ampliar las terrazas durante la crisis sanitaria: "Cuando la ciudad es generosa no puede haber incumplimientos de horarios y niveles de ruido". La ayuda municipal también podría extenderse al presupuesto de 2023, que prevé mantener la bonificación del 75% en las tasas de los veladores auspiciada por el PSC. Sobre el Gremio, Colau ha zanjado que sus críticas "son infundadas", porque el espacio destinado a terrazas en la ciudad ha crecido y así lo demuestran los datos, según ella.

Judicialización a la vista

El Gremio de Restauración de Barcelona ha reaccionado con ferocidad a la nueva hora de cierre de las terrazas en la calle Enric Granados. Tan solo dos horas después del anuncio municipal, la patronal de bares y restaurantes ha comunicado que llevará a tribunales y al Síndic de Greuges esta decisión y eventuales reducciones horarias de terrazas "en cualquier punto de la ciudad". "El Gremio presentará, cuando se abra el plazo para hacerlo, recursos judiciales contra todas las reducciones horarias que se impongan en cualquier punto de la ciudad y, de forma inmediata, pedirá auxilio al Síndic de Greuges ante el alud de irregularidades que se han cometido durante la instrucción de los distintos expedientes administrativos", ha asegurado en un comunicado.

Como explicó EL PERIÓDICO este miércoles noche, la arteria cuenta actualmente con 1.695 vecinos censados (no todos en pisos que dan a la calle) y 1.324 sillas con licencia, lo que permite constatar la densidad de terrazas en esta vía. "No estamos en contra de que haya negocios de restauración, la cuestión es la cantidad, demasiados, eso es evidente, lo que pedimos es algo muy simple y que, al mismo tiempo, no nos permiten: dormir", explicaba uno de los portavoces de la protesta a este diario. 

El representante del sector ha cargado con gran dureza contra los vecinos que se manifestaron este miércoles en la calle Enric Granados y reclamaron reducir la actividad de terrazas para frenar el ruido nocturno y "poder dormir". El Gremio considera que los asistentes no son representativos de la opinión pública, ni en número ni en composición: "Ni convocando fuera del horario laboral y delante de su casa, el grueso de los vecinos de Enric Granados se ha sumado a la convocatoria". Se trata de una petición, aunque respetable, enormemente minoritaria", defiende Roger Pallarols, director del Gremio. Es más, tilda a los organizadores de la protesta de "varios grupúsculos de vecinos radicalizados que se aglutinan en torno a la FAVB", federación vecinal con la que el Gremio mantiene una guerra explícita en los últimos años.

Según la patronal, los vecinos asistentes a la marcha de este miércoles "se han quitado finalmente la careta y quieren recortar el horario en todas partes", no solo en Enric Granados e incluyendo discotecas y ocio nocturno. "Su modelo de ciudad es la Barcelona del toque de queda. Son los mismos de siempre, quienes, en los peores momentos de la pandemia, estuvieron en contra de la ampliación de las terrazas que tantos negocios salvó", insiste Pallarols.

El sector riñe desde hace meses al consistorio por tumbar la continuidad de muchas de las ampliaciones: con el 55% de las solicitudes ya tramitadas, solo prospera una de cada tres. Concretamente hasta septiembre se habían aprobado 459 y rechazado 1.075. Para denunciarlo el Gremio incluso ha pagado un spot en las redes sociales protagonizado por conocidos actores catalanes.

La oposición, dividida

En la protesta del miércoles ya se dejaron ver algunos representantes de la oposición, como las concejales Francina Vila (Junts) y Eva Baró (ERC). Este jueves, tras la amenaza del Gremio, varios grupos municipales se han pronunciado públicamente sobre las terrazas y sobre Enric Granados en concreto. "No nos cansaremos de presentar iniciativas en los distritos, en las comisiones y en el pleno hasta conseguir los cambios necesarios para garantizar el derecho al descanso del vecindario de Enric Granados y de otros focos de ruido excesivo y perjudicial para la salud que hay en Barcelona", ha aseverado Eva Baró. En el pleno de este viernes, de hecho, los republicanos presentan una moción sobre las medidas aplicadas en las 11 Zonas Acústicamente Tensionadas en Horario Nocturno (ZATHN) que el consistorio identificó este verano.

Junts recuerda que en el pleno de junio ya reclamó a Ada Colau agilizar un plan específico para las quejas vecinales por ruido. En julio lo concretaron con un ruego para rebajar el máximo de decibelios permitidos y sanciones más altas a quin lo incumpla.

Por su parte, Ciutadans se posiciona en contra de la reducción horaria: "Perjudica la actividad en la calle, sin haber estudiado medidas alternativas menos drásticas, como veladores que reduzcan el ruido, o mayor control". "Además no toda la calle tiene la misma densidad de locales y con la medida se perjudica a todos", agrega el partido naranja. Por ello, considera que era previsible la reacción del Gremio.

También Valents se opone "totalmente" al nuevo horario. "Se ha reiniciado la guerra contra los restauradores y el ocio nocturno, no vimos esta persecución contra los botellones", critica Eva Parera.