Ahorro

Inversiones para asegurar tu jubilación y no depender únicamente de la pensión

Planificar con tiempo la jubilación es clave para ahorrar lo suficiente que cubra las necesidades cuando se es pensionista

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Jubilados en una imagen de archivo.

Jubilados en una imagen de archivo. / PIXABAY

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No importa la edad que tenga, nunca es tarde para empezar a ahorrar. Es la manera de cubrir las necesidades en años posteriores a la jubilación y disfrutar de cada día sin perder calidad de vida. Para ello, se deberá tener en cuenta la cuantía que nos concederían cuando alcancemos la edad para ser pensionista. A partir de ese dato, y del cálculo necesario para afrontar cómodamente la jubilación, es hora de escoger entre todas las herramientas existentes para acometer con éxito el ahorro. Desde el uso de planes de pensiones hasta el ahorro de la vivienda, aquí podrás encontrar una guía de las inversiones que más se ajusten a ti.

¿Y cómo se escoge uno u otro tipo de ahorro? Dependerá del perfil de inversor que representes, si eres más ahorrador o inversor, pero también de las ventajas fiscales o de liquidez que aporte cada herramienta en función de las necesidades de la persona. Con todo, es necesario resaltar que no hay un producto financiero perfecto para cada persona y tampoco una inversión ideal que sirva a todo el mundo, sino que cada uno deberá medir sus propios riesgos para seleccionar uno u otro. Por este motivo, la CNMV y el Banco de España aconsejan siempre lo mismo: ahorrar todo lo que se pueda, pero diversificar en el uso de herramientas.

Depósitos

Un depósito bancario es un producto de ahorro según el cual las entidades bancarias ofrecen una determinada rentabilidad en un periodo concreto estipulado por el interesado. El dinero no se podrá mover durante el plazo previsto y se devolverá a la persona junto a los intereses fijos pactados. Si se extrae antes de tiempo, se incurrirá en algún tipo de "castigo" por parte del banco.

Cuenta de ahorro remunerada

Son cuentas corrientes y libretas de ahorro tradicionales. Aunque proporcionan rentabilidad, lo cierto es que lo hacen en menor medida que otros productos financieros y en ocasiones puede restringir la operatividad de una cuenta corriente tradicional.

Fondo de inversión

Los fondos son una herramienta muy versátil, de varios tipos y para invertir en distintos mercados. Solo hay que tener claro los objetivos de rentabilidad para poner un capital inicial y puede salir del mismo cuando quiera, con excepciones. El interesado ganará más o menos en función de los activos que haya elegido para incorporar en su cartera.

Plan de pensiones

Los planes de pensiones individuales son el producto activo tradicional. Las aportaciones del individuo se acumulan y quedan permanentemente invertidas en activos financieros. Así, se construye un ahorro para el cobro de prestaciones cuando se produzca alguno de los eventos previstos: jubilación, fallecimiento del partícipe o beneficiario, incapacidad laboral o dependencia severa. Cuenta con importantes ventajas fiscales, y es que las aportaciones reducen la base imponible del IRPF, con límites muy concretos.

¿PPA o PIAS?

Primero definamos qué son. Los PPA son planes de pensiones asegurados, seguros de vida destinados a acumular un capital que se percibirá en el momento de la jubilación. A diferencia de un plan de pensiones cásico, ofrece un tipo de interés garantizado sin posibilidad de perder el capital invertido. Por su parte, los PIAS, son seguros de vida que sirven de complemento a la jubilación, pero con una visión a largo plazo por establecerse un mínimo de 5 años antes de percibir los ahorros en forma de renta vitalicia asegurada.

Ahorro inmobiliario

Es el más utilizado por los españoles, ya que el 80% de sus ahorros se destinan al pago de la vivienda o de la hipoteca, según datos del Banco de España. Una manera de acumular capital antes de la jubilación es adquirir otra propiedad cuyo alquiler genere rentas en el futuro, de manera que sea posible complementar la pensión con ese dinero extra.