Energía

Repsol pone en marcha su primer proyecto de hidrógeno renovable en Petronor

Competencia alerta de sobreinversiones en el hidroducto BarMar por la incertidumbre sobre la demanda

¿Por qué hay tanta euforia por el hidrógeno renovable?

Imagen del electrolizador de Repsol en Petronor.

Imagen del electrolizador de Repsol en Petronor.

Sara Ledo

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Repsol pone en marcha su primera máquina de hidrógeno renovable en Petronor (Muskiz, Vizcaya) con una capacidad de producción de 350 toneladas anuales de hidrógeno renovable, alrededor del 0,10% del consumo total de la compañía. Es el punto de partida de la petrolera en la carrera del hidrógeno, el vector energético que planea producir en las inmediaciones de sus cuatro grandes centros industriales en España, en Cartagena, Tarragona, Puertollano y A Coruña.

El hidrógeno renovable se produce en un proceso llamado electrólisis que rompe la molécula de agua en conexión con la energía eléctrica. El único residuo que produce es oxígeno, por lo que es un proceso completamente limpio si la energía que utiliza para realizar esa electrolisis es renovable. Esto puede ocurrir a partir de una conexión directa a un parque renovable o a través del consumo de la red con un certificado de garantía de origen que certifica un número determinado de megavatios-hora de energía limpia. En el caso de Repsol, este proyecto se alimenta del mix de generación, sin una planta renovable 'adhoc'.

La máquina --electrolizador, en la jerga técnica-- inaugurada este lunes tiene 2,5 megavatios (MW), lo que suponer una capacidad para generar 350 toneladas anuales de hidrógeno (1 tonelada al día). Para producir esa tonelada diaria, se necesita un consumo de 12.000 litros de agua (en este caso es recurso reutilizado de la refinería) y uno 60 megavatios de electricidad (a razón de 2,5 megavatios la hora). El principal problema a día de hoy para el desarrollo de este tipo de hidrógeno es su coste, tres veces mayor que el equivalente producido con gas.

El hidrógeno producido se destinará para propulsar autobuses y transporte pesado en la plataforma logística del Parque Tecnológio de Abanto Zierbana, situada a 1,5 kilómetros del electrolizador. Pero sobre todo para alimentar a sus plantas de refino, que consumen ya hidrógeno producido a partir de gas.

Repsol es el primer productor y consumidor de hidrógeno de España, con una producción anual de 360.000 toneladas al año, lo que representa casi el 60% de la demanda nacional. De esta forma, este electrolizador supone la primera piedra, para más adelante instalar otros dos electrolizadores en estas instalaciones, de 10 megavatios (MW) primero, en 2025, con el objetivo de desarrollar combustibles sintéticos (a partir de hidrógeno) y de 100 MW de capacidad previsto para 2026.

Neutralidad tecnológica

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha aprovechado su discurso inaugural para defender la creación de una fuerte industria europea aprovechando los combustibles renovables. Imaz ha insistido en seguir la estela de países como Estados Unidos, donde se apuesta por la neutralidad tecnológica sin discriminar ninguna tecnología. "En estos momentos se va a decidir donde invierten las empresas para crear un nuevo sector económico para los combustibles renovables", ha empezado diciendo Imaz.

"Se está discutiendo en Europa la posible prohibición del motor de combustión a partir de 2035. Si Europa prohíbe el motor de combustión, estas inversiones irán a Estados Unidos. Vamos a perder la carrera tecnológica por culpa de la cerrazón ideológica", ha continuado diciendo el consejero delegado de la compañía que estuvo acompañado en el acto por el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra; del presidente de Kutxabank, Antón Arriola --el banco vasco es propietario del 14% de la marca vasca de Repsol--, así como del presidente de Nortegas, Iñaki Alzaga, y del lehendakari, Íñigo Urkullu, entre otras autoridades.

Otros electrolizadores

El electrolizador inaugurado este lunes busca servir de piloto para el desarrollo de esta tecnología. La petrolera que preside Antoni Brufau tiene previsto además poner en marcha una máquina de 100 MW en Cartagena y otra de 150 MW en Tarragona, que aspira a ser el mayor de España para la compañía y que recientemente ha obtenido 62 millones de un programa de fondos europeos de innovación. Cerca de sus centros industriales de Puertollano y A Coruña, Repsol tiene previsto instalar electrolizadores de 30 MW de capacidad.

En todos los casos se trata de avanzar hacia la transformación de la petrolera de cara a la descarbonización tecnológica. Así, si en la refinería de Bilbao el objetivo es desarrollar los combustibles sintéticos, en Cartagena la compañía pondrá en marcha a finales de este año la producción de biocombustibles (a partir de residuos), en Tarragona utilizará los residuos urbanos no aprovechados para obtener metanol y en Galicia impulsará el biometano.

El electrolizador de Petronor forma parte del denominado Corredor Vasco del Hidrógeno, uno de los clústeres regionales para impulsar el desarrollo de este vector energético, al que se sumará el Valle del Hidrógeno en Catalunya (en el que la petrolera colabora con Enagás y está coordinado por la Universidad Rovira i Virgili (URV); el Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia, donde Repsol es uno de los principales impulsores, así como su participación en el clúster de hidrógeno de Castilla-La Mancha