Orígenes layetanos

El poblado íbero del Puig Castellar de Santa Coloma ya es Bien Cultural de Interés Nacional

El Govern ha otorgado el reconocimiento al yacimiento, tras publicarse la decisión en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya el pasado mes de agosto

Santa Coloma se suma a la promoción del patrimonio ibérico catalán

Imagen del poblado íbero colomense del Puig Castellar, declarado BCIN a finales de abril de 2024

Imagen del poblado íbero colomense del Puig Castellar, declarado BCIN a finales de abril de 2024 / AJUNTAMENT DE SANTA COLOMA

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Ya es oficial. Tras anunciarlo el pasado mes de agosto, el yacimiento íbero (layetano, para más señas) del Puig Castellar, ubicado en la Serralada de Marina de Santa Coloma de Gramenet, recibió el pasado 30 de abril la distinción de Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Esta declaración garantiza la protección de los restos como Zona Arqueológica por su valor patrimonial, para la investigación sobre la historia y la cultura íberas.

El Puig Castellar es representativo de la organización social, las actividades económicas y las prácticas religiosas de aquella época, así como los cambios ocurridos durante los más de 300 años que fue habitado. La trama urbana del poblado fecha de entre medios del siglo V a. C. e inicios del siglo IV a. C., aunque han quedado documentados restos anteriores. El Govern de la Generalitat ha destacado la calidad y representatividad del yacimiento, así como su buen estado de conservación, a la hora de otorgarle el reconocimiento como BCIN.

El yacimiento es uno de los más antiguos de la arqueología íbera en Catalunya, con excavaciones que se iniciaron a comienzos del siglo XX y que continúan hasta el día de hoy: "Esta larga secuencia arqueológica, que alcanza más de tres siglos, ofrece una visión completa de la evolución del mundo íbero hasta su romanización, y constituye una herramienta de valor incalculable para comprender la historia y la cultura de Catalunya", mantiene el Ayuntamiento.

El otorgamiento de esta categoría superior de protección legal y su incorporación a los bienes más relevantes del patrimonio cultural catalán supone, a tenor del Gobierno local, un paso más para garantizar su protección y se añade a los otros edificios del patrimonio de la ciudad declarados BCIN: la Torre Balldovina y la Torre Pallaresa.

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