Sentencia contra los Rubiralta

El juez falla a favor de los acreedores de Celsa y les traspasa la propiedad del gigante siderúrgico

Viaje al corazón de acero de Celsa | MULTIMEDIA

En qué manos dejamos a Celsa | EDITORIAL

Los fondos contradicen a Celsa y dicen que no podrá pagar su deuda en cinco años

Los fondos contradicen a Celsa y dicen que no podrá pagar su deuda en cinco años

Gabriel Ubieto

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El juzgado número 2 de lo mercantil de Barcelona ha fallado a favor de los acreedores de Celsa y en contra de la familia Rubiralta, transfiriéndoles a los primeros la propiedad del gigante siderúrgico. Celsa dejará así de ser una de las principales empresas familiares catalanas y el control de este conglomerado de sociedades industriales que emplea a más de 10.000 personas en España y factura 6.000 millones de euros anuales pasa a manos de los fondos. Las fechas del traspaso todavía no están claras ni definidas, según fuentes consultadas entre los fondos acreedores.

La sentencia divulgada este lunes es firme, pues sobre la misma no cabe recurso alguno y supone un fallo de futura referencia para próximos litigios, en tanto que es pionero en la aplicación sobre una empresa de grandes dimensiones de la nueva ley concursal. "Este es, en muchos sentidos, un procedimiento ciertamente singular. [Por] la enorme trascendencia económica de los intereses en juego, lo novedoso del procedimiento de homologación, la enconada y dilatada disputa que las partes mantienen desde hace tiempo o los numerosos factores de otra índole que gravitan y condicionan el comportamiento y las estrategias adoptadas por cada uno de los intervinientes", sostiene el magistrado Álvaro Lobato Lavín.

Su decisión pone punto y final a una larga guerra judicial entre los Rubiralta y parte de sus acreedores, en la que ha llegado a involucrarse el Gobierno con ofertas de rescate millonarias. Los fondos ya han adelantado que renuncian a cualquier propuesta de rescate por parte del Estado, según un comunicado divulgado este mismo lunes. Los trabajadores de las diferentes plantas en España ya han sido convocados a asambleas para informarles de los detalles y aplicación de la sentencia, según explican fuentes sindicales.

El juez ha considerado probado y ajustado a la legalidad el plan de reestructuración que presentaron los fondos inversores, que entre todos cuentan con 2.433,7 millones de euros en deuda vencida. Un total de 1.352 millones de euros lo convertirán en capital y el resto de deuda la irán pagando a cinco años. El siguiente paso será acabar de definir una nueva junta directiva que sustituya a los Rubiralta.

Los Rubiralta han perdido las llaves de sus fábricas entre la montaña de deudas contraídas para mantener a flote un negocio que exige constantemente de grandes inversiones para ser rentable. "En una moderna economía competitiva, el mercado es y debe ser el único árbitro de la supervivencia económica", concluye el magistrado en su sentencia.

Nueva ley concursal

La entrada en vigor de la nueva ley concursal dio la oportunidad a varios fondos de inversión que prestaron dinero a los Rubiralta para cobrarse gran parte de esa deuda en acciones de la compañía. Y es que con la nueva normativa, si los acreedores tienen un importe de deuda mayor que el valor de la compañía, pueden cobrársela accediendo a la propiedad.

La clave del juicio, por lo tanto, era la respuesta a la pregunta: ¿cuánto vale Celsa? Los informes elaborados por las auditoras contratadas por los Rubiralta la tasaron en entre 4.400 y 6.000 millones de euros, apoyándose en previsiones alcistas del mercado del acero y de la ventaja competitiva que la inversión realizada por los Rubiralta para reducir las emisiones de CO2 consideraban les confería. No obstante, el juez ha considerado que dichas previsiones contaban con "insuperables debilidades" y ha fallado a favor de los fondos.

El magistrado ha considerado que el plan de reestructuración que presentaron SVP Global, Deutschebank, Sculptor y Anchorage cumplía con esos requisitos legales y asegura la viabilidad del Grupo Celsa, algo de lo que desconfiaron durante el juicio tanto los Rubiralta como los sindicatos. "Acusar a los acreedores de configurar una coalición de 'fondos oportunistas', 'fondos buitres', de buscar un 'pelotazo financiero' o pretender 'una expropiación de los accionistas del Grupo Celsa' no es una descripción adecuada", considera el juez.

El fallo inquieta a la Generalitat

El magistrado falla a favor de los fondos acreedores, pero les recuerda también que valida su entrada al accionariado a cambio de que preserven el valor estratégico de Celsa en España, tanto en cuanto al empleo como a la producción. "Deben cumplir estrictamente sus compromisos, preservando e incrementando el valor de la compañía, manteniendo su integridad, conservando los puestos de trabajo, y ello sin alterar los centros estratégicos de decisión que tanta relevancia tienen para la economía en su conjunto", reza la sentencia.

Y es que los Rubiralta habían conseguido fraguar un consenso entre las autoridades y los sindicatos en torno a la idea de que su continuidad era la mejor opción para la del proyecto industrial y que ellos eran un freno al desmantelamiento y venta del negocio, ante intereses puramente especulativos, tal como presentaron a los fondos. Desde la Generalitat y la patronal Foment del Treball emitieron respectivos comunicados previos al juicio cerrando filas tras esa idea.

"El Govern continuará velando para proteger la integridad de la cadena de valor y el modelo industrial que garantice la reinversión de recursos y el mantenimiento de los puestos de trabajo. Consideramos que la compañía es estratégica para la economía y por ello reiteramos el apoyo a los trabajadores y a los valores industriales estratégicos que representa la compañía", afirman fuentes consultadas de la 'conselleria' de Empresa.

La prioridad de los fondos será "mejorar la gestión operativa de Celsa para convertirla en un líder europeo del sector, salvaguardar los puestos de trabajo y garantizar una sólida gestión financiera", según han publicitado en un comunicado.

Desde los fondos ya avanzaron durante el juicio, celebrado entre el 3 y el 11 de julio, que estaban buscando directivos para nombrar en cuanto se resolviera la sentencia un nuevo consejo de administración que sustituya al de los Rubiralta y pilote la compañía.

Concretamente los fondos demandantes fueron: Rathmines, Deutschebank, London Branch, International Kapitalanlagegesellschaft MBH, Acting for SDF 2, Cross Ocean USD ESS II, Sarl, Cross Ocean AGG II, Sarl, Sculptor Investments, Trinity Investments, Goldentree y BV y AIO VII.

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