Un 44% menos

Repsol gana 1.420 millones de euros tras la "normalización" de los precios de la energía

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Archivo - El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el presidente, Antonio Brufau

Archivo - El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el presidente, Antonio Brufau / REPSOL - Archivo

Sara Ledo

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Repsol ganó 1.420 millones de euros en los seis primeros meses de 2023. La cantidad es un 44% inferior a la registrada entre enero y junio del año pasado cuando obtuvo un resultado histórico con un récord de 2.539 millones de euros por los elevados precios del petróleo derivados de la guerra de Ucrania. Así lo justifica la compañía que preside Antoni Brufau, que afirma que en el primer semestre de este año los precios de los productos energéticos "se desplomaron" respecto a 2022 "cuando se produjo una subida anómala de las cotizaciones de las materias primas".

Los márgenes de refino disminuyeron un 29% entre enero y junio. El crudo Brent cedió un 26% y el referente estadounidense de gas, el Henry Hub, cayó un 54%. "Con este entorno de normalización de los precios y del suministro de energía, después de un convulso 2022, el buen desempeño de Repsol refleja la robustez del Plan Estratégico 2021-2025 y del modelo integrado de compañía, que se ha materializado en unos sólidos resultados", afirma la petrolera en un comunicado.

Repsol suma con estos resultados un beneficio neto acumulado de más de 8.100 millones en los últimos dos años y medio, que compensa ya las pérdidas de los dos años anteriores (2020 y 2019) cuando registró unos números rojos de 3.289 millones por la caída de la demanda por la pandemia del coronavirus y de 3.816 millones el año anterior, en este caso por un ajuste contable de 4.800 millones. El beneficio de este semestre es superior al de 2019, cuando ganó 1.133 millones de euros, pero se sitúa en línea con 2018, cuando obtuvo unas ganancias de 1.546 millones de euros.

El CEO más aburrido

En la presentación ante los analistas de los resultados, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, volvió a reiterar que Repsol no va a protagonizar ninguna "gran adquisición" en el escenario económico actual. "Estoy centrado en ser el CEO (consejero delegado) más aburrido del mundo", ha vuelto a repetir. El dirigente, que acostumbra a definirse así en sus últimas intervenciones, afirma que será "prudente y predecible" y, si bien la compañía está abierta a "evaluar" cualquier operación, solo ejecutará "compras pequeñas", como la adquisición de la Asterion Energies o Hecate Energy en Estado Unidos, entre otras.

"Estamos centrados en la transformación de la compañía y en distribuir valor al accionista, preservando el balance y la solidez financiera", ha concluido. En el primer caso, el foco está en el negocio renovable, pero también en el desarrollo de biocombustibles --"es el principio de una nueva historia en Repsol", ha afirmado Imaz-- así como en la apuesta por el hidrógeno verde que empezarán a producir "en las próximas semanas" en pequeñas cantidades (2,5 megavatios) e impulsarán en los "próximos meses" con electrolizadores en Petronor y Cartagena si ven posibilidades de obtener retornos de "doble dígito".

En cuanto al retorno al accionista, la compañía aprobó una nueva reducción de capital mediante la amortización de 60 millones de acciones propias, que se sumará a los 50 millones de acciones canceladas en junio. La compañía abonó este mes un dividendo complementario de 0,35 euros brutos por acción, que unido a la retribución pagada en enero, situó el dividendo en efectivo del año en 0,70 euros brutos por acción, un 11% más que en el ejercicio anterior. Esta combinación de dividendos y reducción de capital supondrá en 2023 la distribución de cerca de 2.400 millones de euros a los accionistas. Al cierre del presente año, Repsol habrá reducido su capital social en un 20% respecto al existente a diciembre de 2021, muy por encima del objetivo establecido por el Plan Estratégico 2021-2025.

Evolución desigual

El resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, se situó en 2.718 millones de euros entre enero y junio, un 15% más bajo que el del año anterior. A la caída del área de exploración y producción (884 millones de euros, el 47% menos), se suma un incremento del 13% en el área industrial (1.623 millones de euros) en los primeros seis meses. Destaca en este negocio --que agrupa el área química y de refino-- un desplome del 70% en el segundo trimestre respecto tanto al mismo periodo del año anterior como al primer trimestre de 2023, con unas ganancias de 344 millones de euros.

Los márgenes de refino se sitúan en niveles "saludables" según la compañía, aunque inferiores al segundo trimestre del año pasado. A su vez, se constata una "demanda baja" en el mercado global de productos químicos que "probablemente está relacionada con la inflación y el coste de la vida", según ha Josu Jon Imaz. Esta evolución contrasta con el buen desempeño del negocio de movilidad, incluido en el área de clientes que duplicó sus resultados hasta 322 millones de euros. Por otra parte, el negocio de generación ganó 46 millones, casi un 40% menos.