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Zuckerberg contra Musk: ¿Puede Threads acabar con Twitter?

Cómo funciona Threads, el nuevo clon de Twitter

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THREADS TWITTER / ENETENDER MAS ZUCKERBERG Y MUSK THREADS Y TWITTER

Carles Planas Bou

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Antes incluso de subirse al ring, el combate entre Mark Zuckerberg y Elon Musk ya ha comenzado. El pasado 6 de julio, Meta anunció el lanzamiento de Threads, una nueva aplicación vinculada a Instagram con la que competir contra Twitter. Aunque la han vendido como un "rival amistoso", ha tardado tan solo cinco días en superar los 100 millones de usuarios, fulminando el récord de ChatGPT como la plataforma que más rápido ha crecido de la historia. ¿Puede este clon suponer una amenaza para la red social del pájaro azul o será un paso en falso del padre de Facebook?

De momento, Threads es una versión primitiva de Twitter. La nueva 'app' de Meta permite publicar mensajes de 500 caracteres, fotos y vídeos de hasta cinco minutos y se interactúa con comentarios, con "me gusta" o reposteando (el equivalente del 'retweet'). Sin embargo, aún no cuenta con mensajes directos, de 'hashtags', de listas personalizadas, de un 'feed' cronológico, de una herramienta de búsqueda por palabras y de una versión para escritorio, lo que hace que su experiencia sea más limitada.

Estas carencias ya se están corrigiendo, según el jefe de Instagram Adam Mosseri. La principal diferencia entre ambas es que Threads es una plataforma descentralizada, lo que significa que no está bajo el control único de Meta y que los usuarios podrán migrar sus datos y seguidores a espacios similares.

El nacimiento de Threads es visto como una estrategia de Meta para aprovechar la debilidad de Twitter para ocupar su espacio. Zuckerberg no ha disimulado y ha confesado su intención de "con suerte lograr" ser más grande que la 'app' del pajarito azul. Tras 11 años en silencio, el cofundador de Facebook volvió a tuitear el mismo día del lanzamiento de su nueva red social para compartir un conocido meme con el que vendría a reconocer el plagio a su rival, una táctica habitual de su compañía.

Twitter, en horas bajas

El lanzamiento de Threads responde a las demandas de muchos usuarios indignados con el rumbo de Twitter. En octubre del año pasado Musk cerró la compra de la red social por 44.000 millones de dólares (unos 41.000 millones de euros) y desde entonces ha impulsado una serie de cambios que han ahuyentado a gran parte de los anunciantes y han desplomado su valor a menos de la mitad. La introducción de un sistema de pago y la deliberada amplificación de cuentas de extrema derecha ha perjudicado la experiencia de navegación y aumentado los discursos de odio.

Todo eso ha hecho que plataformas alternativas similares a Twitter hayan ganado peso durante los últimos meses. Es el caso de algunas más antiguas como Mastodon, pero también de otras nuevas como Bluesky, impulsada por Jack Dorsey, fundador de la red social del pajarito azul. Esas alternativas están ganando terreno y aumentando su base de usuarios, pero aún son demasiado pequeñas o complicadas para suponer una amenaza para Musk.

La oportunidad de Meta

Meta no tiene esos problemas. El mastodonte digital capitaneado por Zuckerberg acumula 3.000 millones de usuarios en todas sus aplicaciones y tiene muchos más recursos para tratar de desbancar a su rival. En su primera semana, Threads ha crecido a un ritmo meteórico que puede ir a más. Un 58% de los usuarios de Twitter es altamente probable que prueben la 'app' de Meta, según una reciente encuesta de Ipsos.

Aunque los 237,8 millones de usuarios activos diarios monetizables de Twitter (julio de 2022, últimos datos disponibles) siguen quedando lejos, su tráfico se está "hundiendo", según ha indicado la multinacional de servicios en la red Cloudflare. De momento, Threads es un espacio "amistoso", pero destacados neonazis, supremacistas blancos y otras figuras radicales ya se han apuntado a la aplicación para poner a prueba su capacidad de moderación de contenido, según ha denunciado la organización Media Matters.

La apuesta de Meta es arriesgada. Hasta ahora, ninguna copia ha logrado desbancar a Twitter como reina del 'microblogging'. Threads —que significa 'hilo' en inglés, pero se pronuncia igual que 'threats', amenaza— tiene el viento a favor para plantarle cara, pero no está claro que esa inversión de tiempo y dinero termine siendo provechosa para la antigua Facebook. La compañía ha asegurado que hasta que no alcance los 1.000 millones de usuarios no se centrará en introducir publicidad para monetizar una criatura que, según la asesoría global de banca de inversión Evercore, podría generar 8.000 millones de dólares anuales en beneficios para 2025. Los mayores ingresos históricos de Twitter fueron en 2021, antes de Musk, y se quedaron en 5.000 millones.

Fuera de la UE

Este nuevo fenómeno no llegará a la Unión Europea (UE), al menos de momento. El gigante tecnológico ha optado por desplegar su nueva aplicación en Estados Unidos y en el Reino Unido, pero no en el viejo continente. Esa decisión responde a una cuestión legal. Threads está diseñado para importar los datos de sus usuarios en Instagram, información sensible como su comportamiento, su salud, su localización o sus finanzas. Sin embargo, ese flujo de datos personales entre una y otra está restringida por las nuevas leyes europeas de privacidad. Ya en 2019, los reguladores alemanes bloquearon los intentos de la compañía de lanzar servicios publicitarios en WhatsApp que se alimentaban de los datos de los usuarios en Facebook e Instagram sin su consentimiento.

La aprovación de la Ley de Servicios Digitales (DSA) y especialmente de la Ley de Mercados Digitales (DMA) endurecerá aún más la normativa para los gigantes tecnológicos. La segunda prohíbe que las empresas reutilicen los datos personales de los usuarios para sus distintos productos, una práctica habitual en Meta para dirigir publicidad digital, su principal motor económico. Los responsables de la compañía han apuntado que esa "incertidumbre regulatoria" les ha llevado a descartar por ahora el lanzamiento de su nuevo producto. Aunque es poco claro cómo se aplicará la DMA, la ley contempla multas de hasta el 10% de los ingresos anuales de una empresa en caso de infracción y de hasta el 20% cuando sea una infracción reiterada, una posibilidad a la que Zuckerberg no quiere enfrentarse.

El gigante de las redes sociales ha creado este puente entre sus dos 'apps' para hacer que la nueva plataforma sea más atractiva. La estrategia ha funcionado, disparando su popularidad a un ritmo nunca visto hasta ahora. Y lo ha hecho, en parte, porque para crearte una cuenta en Threads debes vincularla a la de Instagram, lo que permite traspasar tus seguidores de un espacio al otro, una opción mucho más seductora que empezar de cero. Aun así, esa práctica inquieta a los expertos en privacidad, que critican la falta de transparencia de la compañía sobre qué hará con esos datos.

La ofensiva de Zuckerberg inquieta a Musk. Indignado por la aparición de su rival, el controvertido empresario ha amenazado con demandar a Meta, acusando a la empresa de robar secretos comerciales y de utilizar de forma ilegal la propiedad intelectual de Twitter para dar forma a su Doppelgänger. Combatan a puño limpio o no, ambos multimillonarios también podrían terminar enfrentándose en los juzgados.

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