Fraude laboral

¿Eres voluntario o trabajas gratis?: qué hacer si esa oferta de verano es un abuso

Cientos de ofertas de voluntariado de verano para jóvenes esconden trabajo irregular

Voluntario en un 'hostel' de Barcelona: "Compartía habitación con siete personas y no había comida para todos"

Trabajar gratis a cambio de entradas para conciertos: la oferta que un festival ha retirado en Barcelona

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zentauroepp36689227 barcelona 22 12 2016 alberge juvenil tailor s hostel barcel200821172849 / FERRAN NADEU

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

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Centenares de jóvenes catalanes aprovecharán este verano para lanzarse a hacer un voluntariado, una fórmula que permite a muchos viajar y vivir experiencias diferentes a un bajo precio. A cambio de unas horas de trabajo, estos voluntarios consiguen cama y comida y al final de su estancia pueden sumar unas líneas más a su currículo, de cara a futuras experiencias laborales. Festivales de música o cine también se han valido históricamente de esta fórmula para sumar manos a cambio de entradas.

No obstante, no siempre las emotivas y aparentemente idílicas descripciones que publicitan entidades y empresas en las webs de voluntariados encajan luego con la realidad de la experiencia. Jornadas más propias -por largas o por responsabilidades- de un trabajador esconden en más de una ocasión fraudes laborales, en los que las compañías o incluso entidades sin ánimo de lucro se ahorran mediante esta fórmula el dinero que deberían pagarle a un trabajador (y a la Seguridad Social). 

Fuentes de la Inspección de Trabajo y de los sindicatos coinciden: si hay sombra de fraude, lo que debe hacer el voluntariado es dirigirse a la Inspección de Trabajo para presentar una denuncia y que esta investigue el caso. Y recuerdan que las denuncias pueden cursarse ‘online’ y de manera anónima. En caso de un inspector detectar y acreditar un falso voluntario, procedería a darle de alta en la Seguridad Social como un empelado indefinido y a tiempo completo.

Uno de las denuncias más sonadas de fraude con voluntarios saltó a la palestra en 2016, en el Salón Erótico de Barcelona. El sindicato UGT llevó ante Inspección de Trabajo a la empresa Apricots, entonces patrocinadora del evento, por utilizar a voluntarios para suplantar trabajadores. La central les acusó de tener a los voluntarios realizando tareas de apoyo en el certamen a cambio de acceso gratuito al mismo y comida y bebida.

La secretaria de política sindical de UGT de Catalunya, Núria Gilgado, explica a EL PERIODICO que este verano, ante el repunte de festivales de música tras el fin de las restricciones covid, estarán especialmente atentos a posibles fraudes. Grandes eventos como el Primavera Sound de Barcelona o el FIB de Benicàssim hace años que renunciaron a incorporar voluntarios para evitar posibles problemas legales.

Una fina línea y una definición muy amplia

En Catalunya la fina línea entre lo que es un voluntariado y lo que no está regulado específicamente por la ley del voluntariado y de fomento del asociacionismo, de 2015, a la que se remiten desde el Departament de Treball. En la misma se establecen dos principios básicos que toda experiencia de este tipo debe cumplir. Por un lado, y como su propio nombre indica, que la persona acceda a la misma de manera voluntaria. Y, por el otro, que los proyectos deben realizarse en asociaciones o entidades sin ánimo de lucro. No obstante, la ley estatal, también del 2015, no concreta tanto, lo que deja esa pelota en el tejado de cada inspector, que caso por caso determina si hay o no fraude.  

En páginas web como ‘worldpackers.com’ proliferan ofertas de todo tipo. En algunas el componente solidario y altruista que todo voluntariado debiera tener, tal como exigen las leyes, está más claro, como una escuela de Gavá sin ánimo de lucro donde viajeros extranjeros enseñan su idioma a niños del barrio. 

En otras el encaje es más difuso, como una granja en Lleida especializada en la cría de lechones insta a sus "voluntarios" al "cuidado óptimo de los animales, garantizando su bienestar" durante 32 horas a la semana (ocho horas menos que la jornada ordinaria de los asalariados). La experiencia está encuadrada en la categoría de "cuidado de mascotas". Inspectores de Trabajo consultados sobre esta oferta intuyen potenciales irregularidades, si bien se resisten a emitir un veredicto contundente sin visitarla ‘in situ’.

¿Qué deben hacer los voluntarios en caso de abuso?

Fuentes consultadas del Organismo Estatal de la Inspección de Trabajo explican que no existe un criterio único a la hora de determinar cuándo un voluntario ejerce como tal y cuándo está suplantando a un trabajador y debiera estar dado de alta con un contrato laboral. Es decir, no hay un ‘a-b-c’ claro y predefinido de cuándo se está produciendo un abuso. Si bien cuanto más formativas sean las actividades y menos productivas, más acorde a un voluntariado será la relación.

Y son los agentes de la ‘policía laboral’, en cada caso, los que lo determinan aplicando un ‘mix’ entre el Estatuto de los Trabajadores -que define las relaciones laborales-, la ley de voluntariado y la jurisprudencia existente hasta la fecha que llega desde los tribunales. 

En este sentido, inspectores consultados explican que el procedimiento ante un presunto falso voluntario sería el mismo que ante un falso autónomo o falso becario. Si bien inspectores consultados reconocen que poder acreditar el abuso en el caso un falso voluntario es mayor, ya que si en los otros dos lo que prima es el dinero, en el segundo interviene la aportación altruista, algo difícil de cuantificar.

Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) rechazó en 2022 reconocer una relación laboral a la secretaria de una asociación cannábica. Ella firmó un compromiso de voluntariedad y no pudo acreditar que cobrara nada por su labor. Los estatutos del club cannábico dejaban claro que no era trabajo remunerado y que la asociación era sin ánimo de lucro. Además, la demandante tampoco acreditó que hiciera un horario concreto, ni una jornada semanal preestablecida, ni que recibiera órdenes –“poder disciplinario”- de un superior directo que organizara sus labores. 

Por contra, el mismo TSJC, en 2010, reconocía la laboralidad de una profesora "voluntaria" de patinaje, que recibía una "compensación" de 650 euros mensuales en metálico por dar clases todas las tardes de lunes a viernes.

Esas tres variables, salario, jornada preestablecida y subordinación a un superior, son claves a la hora de determinar la laboralidad de una relación, si bien no hace falta que se cumplan las tres de manera simultánea. 

Para poder acreditar las otras dos, la jurisprudencia de los tribunales acepta varias herramientas. Por ejemplo, la localización de los teléfonos móviles y el histórico registrado por Google, que permite ubicar a la persona en el sitio que dice que estaba. O grabaciones que pueda captar el ‘voluntario’ de las directrices que le da su jefe, así como posibles mensajes de ‘whatsapp’ con instrucciones. O si hay una compensación de gastos, como se hace y con qué periodicidad.

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