Los supermercados franceses extenderán la cesta de la compra antiinflación tres meses más

Los supermercados franceses mantendrán sus descuentos durante tres meses más. El ministro de Economía galo, Bruno Le Maire, ha avanzando este domingo la decisión después de que la alta inflación sigue afectando a los hogares, según recoge Bloomberg. A principios de marzo, Le Maire anunció un acuerdo con los grandes distribuidores del país para ofrecer a la población una serie de productos al precio más bajo posible bajo la denominación "trimestre contra la inflación" que duraría del 15 de marzo al 15 de junio. Pero que ahora han decidido extender hasta mediados de septiembre.

"Dura hasta el 15 de junio, pero obviamente lo extenderemos un trimestre más porque el verano es particularmente difícil y los precios no bajarán de inmediato, los minoristas debían comprometerse para este verano y lo han hecho", ha afirmado en el programa de televisión Quelle Époque, en France 2. Según Le Maire, los la industria alimentaria también acordó reabrir las negociaciones con los supermercado este mes en un esfuerzo por intentar bajar los precios de los consumidores. En Francia, los precios de los alimentos han desplazado a la energía como el principal impulsor de la inflación.

Esta decisión llega unos días después de que el viernes, la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, afirmara que las ayudas se tienen que "ir retirando", en una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press. "Las ayudas se tienen que ir retirando, no solo en España, sino en todos los países. Calviño ha recordado que en el caso español, el Gobierno contempla revisiones cada seis meses a través de mecanismos automáticos, como es el caso de la ayuda de los carburantes para profesionales o la reducción del IVA de los alimentos. En ambos casos, está prevista su finalización a finales de junio.

Diferencias por cadenas

En Francia, Macron llevaba meses intentando que las cadenas de supermercados impulsaran una misma cesta de la compra con precios reducidos. Pero los grandes distribuidores se negaron y finalmente acordaron con el Gobierno que cada grupo decidiera el número y el tipo de productos que ofrecerán a un precio reducido. Una libertad empresarial, en lugar de una regulación estatal, que hizo que las asociaciones de consumidores acogieran la medida con escepticismo.

Algunas cadenas como Carrefour o Intermarché se lanzaron con paquetes con 200 y 500 artículos a precios reducidos con alimentos considerados "sanos", como yogures, huevos, frutas y verduras frescas. Pero también conservas, congelados, pan, leche o cereales, y otros 100 de uso diario, como detergente o pañales para bebés. Todos de marcas propias. Pero otros supermercados como Leclerc criticaron la medida como una "operación de comunicación" tras afirmar que en su caso habían impulsado ofertas de este tipo antes de haber alcanzado el acuerdo con el gobierno.