Farmacéuticas

Esteve triplica su beneficio bruto en 2022 e integra a la firma de inversión Lubea para crecer todavía más rápido

Esteve venderá su primer producto de I+D propia en EEUU

Las farmacias advierten de que el desabastecimiento de medicamentos "irá a más"

El consejero delegado de Esteve, Staffan Schuberg

El consejero delegado de Esteve, Staffan Schuberg / Esteve

Paula Clemente

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El grupo farmacéutico Esteve ha empezado a recoger los frutos que sembró en 2018, pero quiere más y más rápido. La compañía ha mejorado sus ingresos un 15% y ha triplicado los beneficios antes de impuestos en 2022, unos “muy buenos resultados” que suponen un avance muy importante en su objetivo de disponer de un buen colchón económico para invertir más en i+D y en la producción de fármacos propios, pero que aún no les permite lanzarse a ello con toda la potencia que querrían. Así, la compañía ha llegado a un acuerdo con la firma de inversión privada Lubea por el que esta empresa alemana se queda el 26% del capital de Esteve Healthcare (no de marcas como Isdin, que penden desde hace unos meses de otra compañía del grupo) a cambio de una inversión “significante” -no han revelado más- que les permite acelerar mucho más rápido en esta estrategia.

“Ahora tenemos dinero disponible para llevar a cabo este crecimiento, además de una entidad profesional externa que ha revisado nuestra estrategia y ha decidido que quiere formar parte de esto: es un hito muy importante para el ‘road map’ de Esteve”, ha sintetizado el consejero delegado de la compañía, Staffan Schüberg, acompañado del máximo responsable financiero, Jose Luís Urbieta. “El dinero se dirigirá a comprar oportunidades, a llevar a cabo adquisiciones o fusiones que nos permitan incorporar nuevos fármacos a nuestro negocio”, han asegurado.

Tal como ha recordado el primer ejecutivo de esta compañía propiedad de la familia Esteve, la empresa decidió hace aproximadamente cinco años poner mucho más foco en innovación y en aumentar su relevancia en la vida de los pacientes, una meta a la que se propusieron llegar siendo mucho más internacionales, dándole más fuerza a la división de producción y venta de fármacos (la firma elabora también principios activos para terceros) y especializándose mucho más en determinadas áreas.

Planes de futuro

De momento, la farmacéutica se ha abierto camino en dos nuevos mercados este año (Portugal e Italia) y cierra 2022 con un 70% de fármacos de producción propia. En conjunto, el grupo que engloba toda la actividad de la compañía ingresó 643 millones de euros (un 15% más que en 2021) y obtuvo un beneficio antes de impuestos de 99 millones de euros, tres veces mayor al del año previo. La compañía atribuye este salto esencialmente a haber decidido impulsar los productos propios, una actividad mucho más rentable que la de genéricos o licencia

De todos modos, de acuerdo con los planes puestos encima de la mesa para los próximos años, la idea es ir mucho más allá: incrementar el ebitda (el beneficio bruto) otro 25% como mínimo en los próximos años, llegar a nuevas geografías como Austria o Suiza algo más adelante e invertir en torno a 75 millones de euros hasta 2026 en mejorar su actividad industrial. Por otro lado, Esteve tampoco descarta salir a bolsa de aquí a unos años. Como poco, la petición del nuevo socio inversor del grupo es empezar a gestionar la empresa como si fuera una firma cotizada, así que decidir dar el salto al parqué es un movimiento "probable" a largo plazo, ha dicho Schüberg.

Por ahora, han concluido ambos directivos, “estamos diversificando los riesgos y siendo capaces de capitalizar oportunidades”. “Llevar un fármaco al mercado cuesta 1 billón de euros y unos 10 años: es un negocio arriesgado en el que queremos estar, pero para hacerlo tenemos que tener solidez financiera”, han zanjado.