Nueva subida de tipos del BCE: ¿Qué implica?

Precio del dinero Análisis Interpretación de las noticias a partir de unos hechos comprobados, incluyendo datos, así como interpretación de cómo puede evolucionar el tema en base a acontecimientos pasados.

Nueva subida de tipos del BCE: ¿Qué implica?

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Pablo Allendesalazar
Pablo Allendesalazar

Periodista

Especialista en banca, finanzas, política monetaria y mercados de capitales

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Rosa María Sánchez
Rosa María Sánchez

Redactora jefe

Especialista en Macroeconomía, presupuestos, impuestos y pensiones.

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El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a subir los tipos de interés este jueves, por quinta vez, y los ha subido en 0,50 puntos (50 puntos básicos), hasta situar el precio oficial del dinero en el 3%. Desde el mes de julio, el BCE ha emprendido una subida acelerada de los tipos de interés para combatir la espiral inflacionista. En julio, sorprendió con un alza de 0,5 puntos: el doble de lo que había anticipado en su reunión de junio, la mayor en más de dos décadas y la primera en 11 años. En septiembre, aprobó un nuevo encarecimiento del precio del dinero de 0,75 puntos (una magnitud extraordinaria, por primera vez adoptada desde que comenzó a fijar los tipos en enero de 1999), hasta el 1,25%. En noviembre, volvió a adoptar otra subida de 0,75 puntos, que dejó en el 2% el precio oficial del dinero. En diciembre la subida fue de 0,50 puntos porcentuales, hasta elevar al 2,5% el precio oficial del dinero, su nivel más alto desde diciembre de 2008. El BCE también ha anunciado su intención de volver a subir los tipos otros 0,50 puntos en marzo (hasta el 3,50%). Existe una amplia coincidencia entre los analistas a la hora de pronosticar una nueva subida de 0,25 puntos en mayo que podría dejar el precio del dinero en el 3,75%

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¿Por qué actúa el BCE?

El principal mandato del BCE es lograr que el IPC de la zona euro se sitúe en el 2% a medio plazo. La inflación actual, sin embargo, está muy lejos de ese objetivo. A pesar de que la inflación cayó en enero, por tercer mes consecutivo, y volvió a alejarse del máximo del 10,6% de octubre, la tasa de subida de los precios aún se situó en un elevado nivel del 8,5%. Lo más preocupante es que la llamada inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos no elaborados, subió en diciembre hasta el 5,2%. El banco central revisó al alza sus previsiones de precios en diciembre hasta una media del 8,4 % en 2022 y que disminuirá hasta el 6,3% en 2023 y el 3,4% en 2024 (frente a la secuencia de 8,1%; 5,5% y 2,3% estimada en las previsiones de septiembre). Para 2025 se proyecta una inflación media del 2,3%. Es decir, que el IPC aún estaría ligeramente por encima de su objetivo al cierre del escenario de tres años sobre el que basa sus decisiones. Cuánto más se aleje la inflación de 2025 de su objetivo del 2%, más presión tiene el BCE para subir tipos y tratar de reconducirla hacia ese nivel.

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¿Por qué subir tipos sirve para combatir la inflación?

Las subidas de tipos sirven para enfriar el alza de los precios al encarecer la financiación a Estados, empresas y familias, frenando con ello la demanda. En realidad son más efectivas cuando se producen como respuesta a un recalentamiento de la economía (fuerte gasto e inversión), mientras que su efectividad es más limitada cuando los precios suben por otros motivos no intrínsecos a la actividad económica, como el encarecimiento de la energía. Sin embargo, son la principal arma que tienen los bancos centrales contra la inflación, de ahí que la hayan activado ante el elevado nivel de precios pese al coste económico que va a suponer. 

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¿Por qué se prevén nuevas subidas de tipos?

Como otros bancos centrales, el BCE estimó en 2021, cuando la inflación empezó a subir, que se trataba de un fenómeno transitorio fruto de la reapertura de la economía tras la pandemia, por lo que decidió no subir los tipos. La invasión de Ucrania y su efecto en los precios energéticos desbarató los planes de las autoridades monetarias. La institución europea comenzó a subir tipos más tarde que otras de sus homólogas porque venía de un nivel más bajo, y ahora está acelerando para recuperar el terreno perdido.

Con todo, en su seno hay voces que han defendido en las últimas reuniones unas alzas más moderadas a las finalmente aprobadas. En el consejo del BCE hay dos almas: los consejeros que defienden una interpretación flexible y amplia de su mandato que tenga más en cuenta la situación económica ('palomas') y los que abogan por ceñirse a su objetivo de lograr la estabilidad de precios ('halcones'). En contra de lo que venía pasando en los últimos años, los segundos están ganando el debate en los últimos meses con su apuesta por subidas agresivas de tipos para tratar de reconducir las perspectivas de la inflación cuanto antes. 

Subir los tipos 0,75 puntos, como se hizo en septiembre y en noviembre, es excepcional. Por ponerlo en perspectiva, hasta ese momento, el BCE había bajado o subido tipos en 0,25 puntos en 26 ocasiones desde su creación, en 0,5 puntos en 13 ocasiones (14 veces, si se cuenta la subida de diciembre pasado), y solo dos veces en 0,75 puntos (antes de la subida de septiembre, solo había aprobado una bajada de esa magnitud, y fue en 2008 tras la debacle de Lehman Brothers que disparó la Crisis Financiera Global). 

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¿Qué impacto puede tener en la economía?

Aunque el paro de la euro zona está en mínimos (6,5% en noviembre), el PIB está frenado su crecimiento (0,1% en el tercer trimestre), si bien de momento está esquivando la recesión. El BCE es muy consciente de la debilidad del crecimiento. En diciembre, los expertos del Eurosistema elevaron al 3,4% su previsión para 2022 (que ha resultado ser del 3,5%, según Eurostat), al tiempo que bajaron al 0,5% la de 2023; mantuvieron en el 1,9% la de 2024 e incorporaron una estimación para 2025, del 1,8%. Cuanto mayor sea la subida de tipos, mayor será el riesgo de una desaceleración mayor. 

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¿Qué implica para los hogares?

Las subidas de tipos encarecen la financiación que captan hogares, empresas y Estados para sufragar sus gastos e inversiones. Los tipos oficiales, así, sirven de referencia para el resto de tipos de interés, como el euríbor, el indicador al que están ligadas la mayoría de hipotecas a tipo variable en España. El efecto comienza a notarse antes incluso de que los tipos oficiales suban. Los bancos centrales, así, suelen ir dando pistas por adelantado de sus próximos movimientos y el mercado también trata de anticiparse a ellos, lo que hace que los tipos privados suban o bajen antes de que lo hagan los oficiales. 

El euríbor, de hecho, comenzó a incrementarse a finales de 2021, desde el mínimo histórico del -0,505% de noviembre de 2021 al 3,337% de media en enero de 2023. Ello está encareciendo las cuotas de las hipotecas y lo hará de forma más pronunciada en los próximos meses. Además, los créditos nuevos también se encarecen: el interés medio de las nuevas hipotecas ha pasado del 1,38% del cierre del año pasado al 2,70% en noviembre, mientras que el de los préstamos al consumo ha subido del 6,1% al 6,87%. En la medida en que el BCE suba más o menos los tipos oficiales, la financiación de los hogares se encarecerá más o menos, sobre todo porque la subida de este jueves no va a ser la última, salvo sorpresa.

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¿Y para empresas y Estados?

La financiación bancaria a las compañías se ha encarecido. El tipo medio de los nuevos créditos a empresas ha subido del 1,29% de diciembre (para créditos entre 250.000 y un millón de euros) al 3,20% de octubre. El encarecimiento del precio oficial del dinero, sumado a que el BCE ha dejado de comprar deuda, también ha hecho más caras las colocaciones de títulos a los inversores en el mercado, lo cual es aplicable tanto a las compañías como a los Estados. En el mercado secundario (compraventas entre inversores), el interés exigido para adquirir bonos españoles a 10 años ha pasado del 0,578% de comienzos de año a situarse por encima del 3,30% en los últimos días (tras haber llegado al 3,66% a finales de diciembre). Como en el caso de los hogares, en la media en que el BCE eleve más los tipos más se encarecerá la financiación de empresas y Estados.