Declaración conjunta

Aprobado un acuerdo sobre fiscalidad mundial de multinacionales entre 130 países

Un pequeño grupo de países, entre los que se encuentran Irlanda y Hungría, muy reacios a firmar la propuesta de acuerdo que se estaba negociando, no firmaron la declaración

La secretaria del Tesoro de EEUU, Yanet Yellen, y el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en el marco de la reunión de ministros de Finanzas del G-7 en Londres el 5 de junio.

La secretaria del Tesoro de EEUU, Yanet Yellen, y el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en el marco de la reunión de ministros de Finanzas del G-7 en Londres el 5 de junio. / EFE / Hollie Adams / Pool

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Un total de 130 países llegaron el jueves a un histórico acuerdo de reforma fiscal para las multinacionales que incluye un impuesto mínimo sobre los beneficios de "al menos el 15%", según anunció la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este pacto se suma al que llegaron los países más ricos del planeta, el G-7, a instancias de EEUU, que aboga por un impuesto mínimo global para las multinacionales. "Este es un acuerdo histórico para reformar el sistema tributario global", afirmó entonces el ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, tras presidir la reunión del G-7 celebrada en Londres.

"Tras años de trabajo y negociaciones intensas, este paquete de medidas históricas garantizará que las grandes empresas multinacionales paguen su parte justa de impuestos en todo el mundo", declaró el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, citado en un comunicado.

Un pequeño grupo de países, entre los que se encuentran Irlanda y Hungría, muy reacios a firmar la propuesta de acuerdo que se estaba negociando, no firmaron la declaración, según la lista facilitada por la organización. Irlanda es un país con una tributación de los beneficios empresariales muy atractiva, que le ha servido para atraer inversiones de grandes tecnológicas y también ha mantenido pugnas con la UE por los acurdos fiscales con compañías como Apple.

Acuerdo del G7

La declaración conjunta, que se basa en el acuerdo del G-7, también prevé un reparto "más justo" de los beneficios entre los países donde las empresas tienen su sede y aquellos en los que realmente desarrollan sus actividades, incluso sin presencia física. Esta parte está dirigida en particular a los gigantes digitales.

A pesar de que algunos expertos quitan importancia al pacto, al que le faltan todos los detalles, la mayoría de países lo celebran como un hito histórico. La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, celebró un "día histórico para la diplomacia económica", mientras que su homólogo alemán Olaf Scholz saludó "un paso colosal hacia una mayor justicia fiscal". Para el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, se trata del "acuerdo fiscal internacional más importante alcanzado en el último siglo".

"Este plan de dos pilares será de gran ayuda para los países que necesitan movilizar los ingresos fiscales necesarios para restablecer sus presupuestos y finanzas públicas, al tiempo que invierten en los servicios públicos esenciales, en las infraestructuras y en las medidas necesarias para una recuperación sólida y sostenible después de la crisis", sostuvo la OCDE en su comunicado. Los participantes en las negociaciones se dieron plazo hasta octubre para "finalizar los trabajos técnicos" y preparar "un plan para su aplicación efectiva en 2023".