Banco malo

Echegoyen dimite como presidente de la Sareb tras siete años en el cargo

El consejo propondrá como sucesor al actual consejero delegado, Javier García del Río

Javier García del Río, consejero delegado, y Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb

Javier García del Río, consejero delegado, y Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb / Sareb

Pablo Allendesalazar

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El presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, ha dimitido de su cargo tras siete años en el puesto. Según el banco malo, el ejecutivo ha anunciado este viernes al consejo de administración de la entidad su "deseo de renunciar al cargo por motivos personales". El órgano de administración ha decidido proponer como nuevo presidente al actual consejero delegado, Javier García del Río, que se incorporó a la compañía en febrero del año pasado. Echegoyen, que no cobrará indemnización, permanecerá en el puesto hasta que la junta de accionistas ratifique el nombramiento de su sucesor a finales de mayo y el puesto de consejero delegado quedará amortizado.

La renuncia del ejecutivo se produce unas semanas después de que Eurostat, la oficina estadística comunitaria, haya obligado a España a incluir a la Sareb dentro del sector público. Ello ha elevado la deuda pública en unos 34.000 millones de euros y ha provocado que la partida de ayudas financieras del déficit del 2020 se eleve a 9.878 millones. Como consecuencia de ello, el Gobierno está negociando con los otros accionistas de la firma, principalmente bancos, tomar el control total de la compañía, de la que el Estado es el primer accionista pero con una participación del 45,9%, según adelantó hace unos días 'El Confidencial'.

Con todo, Echegoyen ya había transmitido su intención de irse hace tiempo, si bien el relevo se retrasó por la pandemia, según algunas fuentes. La Sareb ha centrado su actividad en los últimos tiempos en quedarse con los activos inmobiliarios que constituían la garantía de los créditos que recibió, por lo que que cada vez tiene más inmuebles y menos préstamos. Echegoyen tiene más experiencia en el sector financiero, mientras que García del Río es especialista del inmobiliario.

La sociedad que recibió los activos inmobiliarios tóxicos de las entidades financieras rescatadas en la anterior crisis acumula pérdidas en todos sus años de vida, si bien no es responsabilidad directa de Echegoyen: el pecado original está en cómo fue constituida por el Gobierno de Rajoy, cuando él no estaba todavía en la firma. En su nacimiento, el Ejecutivo del PP aseguró que la Sareb no costaría un euro a los contribuyentes y tendría una rentabilidad media anual del 13%. Desde el principio se demostró que era falso.

El principal problema es que los más de 200.000 activos que recibió se valoraron por Oliver Wyman a un precio excesivo, lo que benefició a los bancos nacionalizados, ya que evitó provocarles un agujero patrimonial aún mayor del que ya sufrían, pero ha perjudicado al banco malo, que no ha podido vender sus créditos e inmuebles a precios de mercado para evitar sufrir pérdidas aún mayores. El actual Gobierno, de hecho, ha abierto la puerta a ampliar su vida más allá del cierre en 2027 para evitar que la factura para las cuentas públicas aumente aún más. 

Agradecimientos

Echegoyen, exconsejero delegado de Bankinter (2002-2010) y Barclays en España y Portugal (2011-2013) llegó a la Sareb en marzo de 2014 como consejero delegado y bajo la presidencia de Belén Romana, exalto cargo del área económica del Gobierno de Aznar aupada al cargo por el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos. El mandato de Romana no estuvo exento de tensiones, como la provocada por la dimisión de su número dos, Walter de Luna, con quien mantenía diferencias. Finalmente dimitió en enero de 2015, momento en que fue sustituida por Echegoyen.

"Bajo su mandato, Sareb ha abordado un proceso de transformación de su cartera mediante iniciativas de creación de valor, como la promoción inmobiliaria y la finalización de obras paradas. Además, ha desarrollado estrategia de acuerdos con la Administración para impulsar la vivienda social, con un parque comprometido que alcanza las 15.000 unidades", ha asegurado la firma en un comunicado. "Sareb nació con un mandato tremendamente desafiante, pero con el apoyo de todos, especialmente los accionistas, consejeros y empleados de la compañía, hemos logrado sanear el sector financiero, reactivar el sector inmobiliario y revalorizar una cartera que atesora enormes pérdidas latentes", ha sostenido Echegoyen.

El consejo, ha afirmado la Sareb, ha agradecido de forma unánime al ejecutivo "la dedicación, el compromiso y la honestidad" con la que ha realizado su trabajo durante estos años, "que ha permitido a la compañía avanzar en su mandato de una manera responsable, contribuyendo a la reactivación del sector inmobiliario y aportando una parte de su cartera para iniciativas sociales". Además, ha destacado que su tarea "suponía grandes desafíos, demandas exigentes y un intenso trabajo, que ha desarrollado con un enorme dedicación y compromiso, que ha dado como resultado grandes logros y satisfacciones, permitiendo a Sareb ejercer un papel crucial para recuperar la confianza tras la crisis".

En sus ocho años de vida, la Sareb ha obtenido unos ingresos de casi 28.000 millones de euros con la gestión de los préstamos morosos y la venta de unos 120.000 inmuebles. La cartera que le fue traspasada se ha reducido en un 40% y la deuda emitida con aval del Estado para pagar los activos en un 31%. Las entidades cedentes han recibido directamente desde Sareb el pago de casi 2.800 millones de euros.

García del Río se incorporó a la compañía en febrero de 2020 y meses más tarde fue nombrado consejero delegado. Ingeniero industrial, tras iniciar su carrera en el sector aeronáutico y la consultoría, fue director general de Solvia y subdirector general del Sabadell, entidad a la que se incorporó desde la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).