El número dos del 'banco malo' renuncia al cargo

Para una empresa con un plan de negocio a cinco años vista prescindir del director general al término del primer ejercicio es un shock. Esto es lo que acaba de ocurrir en la Sociedad de Gestión de Activos procedente de la Reconversión Bancaria (Sareb), conocida como banco malo, y pone de relieve que algo no funciona: «O el plan de negocio no es bueno o el tipo de estrategia empresarial rompe con la sintonía dentro del equipo directivo», cuentan fuentes financieras.

La segunda razón parece más relacionada con la salida o dimisión de Walter de Luna, director general de la sociedad que gestiona los activos dañados del ladrillo de la banca, así como la del director financiero, Luis Moreno. Ayer, el consejo de administración de la compañía fue informado de la salida de los dos directivos.

Su marcha obedece a profundas discrepancias entre la presidenta, Belén Romana, y el director general, que fue propuesto por los bancos que forman parte del accionariado de la Sareb, según avanzó ayer el diario digital El Confidencial. La salida de estos dos ejecutivos no se ha concretado ya porque aún no se ha encontrado sustituto, y se pretende que no se produzca un vacío de poder. Desde la Sareb, se declino ayer realizar comentarios.

Algunas fuentes precisan que  las tensiones entre la presidenta y el número dos de la sociedad han sido constantes casi desde su nacimiento. No responden a la ejecución del plan de negocio, que estará en línea de las previsiones establecidas por la sociedad. Las discrepancias son más bien estratégicas, «de cómo se tiene que llevar a cabo la gestión y sobre cambios de planteamientos que se producen con demasiada frecuencia» comentaron ayer fuentes bancarias.

De Luna llegó al cargo a propuesta de los bancos accionistas, mientras que Romana, con un perfil más político, es la opción del Ministerio de Economía. Es el hilo directo con el ministro, Luis de Guindos. El perfil más relacionados con operaciones corporativas de De luna, que era gestor de fondos inmobiliarios en ING antes de incorporarse a la Sareb, se esgrime como una razón para que abandone el puesto, en un momento en el que se requiere un perfil más habituado a la gestión del crédito.  La banca tendrá ahora la palabra sobre su sustituto.