El ajuste del sector inmobiliario

La Sareb registra en su primer año de vida unas pérdidas disparadas

P. ALLENDESALAZAR
MADRID

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La Sareb, el banco malo que se quedó con los activos inmobiliarios de las entidades financieras con ayudas públicas, tenía previsto perder dinero este año pero los números rojos han superado con mucho sus propios augurios, al alcanzar los 261 millones de euros. La entidad semipública ha logrado vender activos a precios superiores a los que abonó a los nueve bancos con apoyo público (319 millones de plusvalías), pero el interés de la deuda avalada por el Estado con que les pagó (1.222 millones) y, en menor medida, la pérdida por la depreciación de una cartera de préstamos participativos que le impuso el Banco de España (259 millones) hundió su resultado.

A finales del 2012, la sociedad semipública tenía previsto perder 47 millones el año pasado teniendo en cuenta el 60% de los activos que iba a recibir, 5,5 veces las pérdidas finalmente registradas, aunque en marzo del 2013 ya elevó ese pronóstico a 99 millones. Con el 40% de activos restante incorporado, las pérdidas del ejercicio debían situarse en torno a los 140 millones, algo más de la mitad de los números rojos finales. Fuentes de la Sareb, con todo, defendieron que el resultado antes de impuestos y sin el ajuste del Banco de España sí estuvo en línea con su previsión (144 millones). Sin embargo, si no hubiera sido por las ventajas fiscales (pago diferido de impuestos a cargo de beneficios futuros), sus pérdidas serían de 403 millones.

Pese a estas cifras, Belén Romana, aupada a la presidencia de la firma por el ministro Luis de Guindos, afirmó ayer que el 2013 fue «satisfactorio» pues la sociedad echó a andar «en un tiempo récord» y se cumplió «claramente desde muchos puntos de vista» el plan de negocio. «Podemos afirmar tranquilamente que vamos a cumplir nuestros compromisos», añadió.

CUMPLIR E INCUMPLIR / Con todo, se refería básicamente al pago de los 60.028 millones de deuda que le queda pendiente (50.449 millones de principal y 9.579 millones de intereses). «Nuestro objetivo es que el contribuyente no pague por la existencia de la Sareb», aseveró: al estar la deuda avalada por el Estado, un incumplimiento de la sociedad debería ser asumido por las cuentas públicas.

La ejecutiva, en cambio, reconoció que la firma no va aportar a sus accionistas (principalmente el Estado y los principales bancos españoles, salvo el BBVA) la rentabilidad media del 13% prometida, que ya había sido recortada desde el 14% inicial. «Con los resultados que tenemos no podemos repartir dividendos ni pagar el cupón de la deuda» suscrita por los accionistas, reconoció. Además, admitió no poder «confirmar» que en el 2014 vaya a lograr beneficios, como contempla su plan estratégico. Aseguró, eso sí, que no estima que la sociedad necesite pedir más capital a sus socios por el deterioro de su situación, como algunos de ellos temen.

El banco vendió el año pasado unos 9.000 inmuebles y 2.500 hectáreas de suelo (el 17,3% en Catalu-nya), además de 12 carteras de créditos e inmuebles, por los que ingresó 1.584 millones y que compró por 1.265 millones. Su problema a futuro es que adquirió sus más de 50.000 millones en activos a principios del 2013 a «precios de mercado» y debe venderlos «siempre» a los precios que el mercado vaya fijando, con lo que tiene escaso margen para lograr nuevas plusvalías. «Necesitamos una estrategia comercial que nos permita ampliar márgenes», admitió Romana.

ESTRATEGIA REVISADA / La troika, y particularmente el Fondo Monetario Internacional, precisamente, han insistido mucho en que las previsiones de evolución de precios del mercado de la Sareb eran demasiado optimistas y le había reclamado desarrollar nuevas estrategias comerciales. En este sentido, Jaime Echegoyen, que tomó posesión como consejero delegado de la firma el pasado día 10, apuntó que sus previsiones son ahora de una «subida razonable» y que la revisión del plan estratégico le va a permitir generar casi 7.000 millones adicionales de ingresos, el 10% más de lo previsto hasta el 2027.

La entidad tiene como objetivos para este año amortizar 3.000 millones de su deuda con los bancos con ayudas, el 50% más que en el 2013, y aumentar su venta de inmuebles el 15%, de los 25 a los 30 al día. Con ello, espera pasar de estar entre los 10 agentes inmobiliarios que más vende a figurar entre los cinco principales.

Otro elemento que compromete la rentabilidad de la Sareb es la circular que prepara el Banco de España para determinar cómo debe hacer su contabilidad y que le puede obligar a asumir nuevas pérdidas por la caída del valor de sus activos, como la que impuso el ejercicio pasado a la entidad. Romana también defendió que la Sareb «es más una cuestión de equipos que de personalismos», tras ser preguntada por la abrupta salida de su número dos, Walter de Luna.