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La concentración bancaria en España se acerca a los niveles más altos de la UE

Sabadell Bbva

Sabadell Bbva / DAVID CASTRO

Max Jiménez Botías / Pablo Allendesalazar

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La banca española se acerca a los niveles de concentración más altos de la Unión Europea. Si los procesos de fusión que hay en marcha en estos momentos prosperan, los cinco primeros bancos españoles alcanzarán una cuota de mercado del 80%. Con el anuncio este lunes de las negociaciones de fusión entre BBVA y Banc Sabadell, se da inicio a la tercera gran operación de consolidación en el sector en los últimos tres meses tras las de CaixaBank-Bankia y Unicaja-Liberbank, un proceso que conllevará una importante reducción del número de entidades significativas.

La cuota de mercado de los cinco grandes bancos estaba en un bajo 31,4% en 1997, si bien se elevó hasta el 41% en el 2007. El estallido de la Gran Crisis Financiera y el consiguiente proceso de quiebras y fusiones aceleró el proceso y disparó el negocio en manos de las principales entidades hasta el 67,4% al cierre del año pasado, según los últimos datos oficiales del Banco Central Europeo (BCE). La concentración del sector financiero español medida según este indicador era entonces la decimotercera más elevada de las 28 que analiza la institución comunitaria, pero las fusiones en marcha podrían elevarla hasta la octava posición.  

"Un primer análisis pone sobre la mesa que el porcentaje de activos en manos de las cinco primeras entidades nacionales se situaría alrededor del 80%, unos 15 puntos porcentuales por encima de la media europea (65% al cierre del 2019)", apunta la agencia Axesor Rating, al sumar el negocio de la combinación de Caixabank-Bankia, BBVA-Sabadell, Santander, Unicaja-Liberbank y Bankinter. "Pero más interesante que las nuevas cinco entidades del sector, lo más relevante es el aumento de la cuota de mercado del volumen de negocio que aglutinarían las tres entidades de mayor tamaño, que ascendería a más del 70% con un incremento de 20 puntos porcentuales", pone de manifiesto la firma Analistas Financieros Internacionales (AFI).

Competencia en cuestión

Es cierto que España va muy avanzada en el proceso de consolidación bancaria al que empujan desde hace años las autoridades europeas, pero la consecuencia es que por el momento las otras grandes economías del continente presentan niveles de concentración mucho más bajos: Alemania (31,2%), Francia (48,7%), Reino Unido (31,2%) e Italia (47,9%). "Esta concentración es mucho mayor que la de otros mercados mucho más fragmentados como Alemania o Italia donde los bancos regionales tienen mucho más peso. En un principio puede parecer una amenaza para los consumidores, que parece que tienen menos donde elegir, pero la entrada de nuevos 'players' (neobancos, 'fintech', etc.) que ofrecen servicios bancarios a precios muy competitivos, hace que los bancos tengan que ser más agresivos en precios a la hora de ofrecer sus servicios", afirma Alberto Valle, director de la firma de consultoría Accuracy

En el sector bancario se defiende que la escasa rentabilidad que han provocado los bajos tipos de interés de los últimos años ha provocado "que la competencia en el sector nunca haya sido tan elevada como en estos momentos: la competencia por las hipotecas, con tipos fijos que en algún caso llegan hasta el 1%, no es un síntoma de falta de competencia", comentan fuentes financieras. En la misma línea se ha pronunciado esta semana la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado: "Corresponde a otras autoridades determinar si una mayor consolidación puede tener efectos negativos respecto a la competencia, pero bajo nuestro punto de vista existiría todavía cierto margen".

La número dos del supervisor recordó que el grado de concentración medido según el Índice Herfindahl e Hirschman (IHH), que las autoridades de competencia utilizan para analizar la situación de un mercado y aprobar o no las operaciones de fusión que se les presentan, muestra un "grado medio-bajo" en la banca española y seguirá siendo "moderado" incluso si se concretan las fusiones en marcha. El año pasado alcanzó los 1.110 puntos. Las uniones de CaixaBank y Bankia (200 puntos más), Unicaja y Liberbank (7) y BBVA y Sabadell (235) elevarían el indicador a 1.552 puntos, por debajo de los 1.800 que para el BCE marcan la frontera con una concentración preocupante. Eso sí, sería el noveno más alto de los 28 recogidos por el supervisor comunitario y estaría cada vez más lejos de los de Alemania (277), Francia (654), Reino Unido (349) e Italia (643).

Proceso de desglobalización

Además, si el nivel de concentración se mide por áreas territoriales en España, pueden saltar las alarmas en algunas zonas. Destaca AFI en su informe, en el que analiza la evolución y los incrementos de concentración en oficinas: "De las comunidades analizadas, en cuatro de las mismas el índice de Herfindhal se sitúa por encima de 2.500, que en términos de economía industrial se podría interpretar como límite para considerar a un mercado con mucha concentración y capacidad de poder de mercado. Entre ellas, Catalunya, Valenica y Murcia, donde la concentración de oficinas de los bancos en proceso de unión es muy elevada".

El proceso de concentración bancaria en España, asimismo, está lejos de las aspiraciones de la autoridades europeas de que la concentración descansase en integraciones transfronterizas para crear un mercado bancario comunitario. De hecho, la operación con el Sabadell "planteada inmediatamente tras la venta de la filial estadounidense de BBVA abunda precisamente en un proceso de 'desglobalización' y focalización en el mercado local, con las lógicas implicaciones en términos de mayor concentración en el sistema bancario nacional", considera el analista de Accuracy.

Desde luego, si el peaje que pide la consolidación bancaria en Europa --reclamo continuo de los supervisores al que se ha hecho caso omiso en los diferentes estados-- es que primero se llegue a niveles locales de concentración elevados, todavía estamos lejos de ver fusiones transfronterizas. No hay más que mirar los porcentajes de mercado que suman los grandes bancos en países, como Alemania, Francia o Italia. Lo cierto es que el proceso incluso parece lejos de completarse incluso España, donde todavía queda media docena de entidades de tamaño medio susceptibles de integración. "Hay todavía algunos bancos medianos y pequeños en España que pensamos acabarán siendo parte de alguna operación, ya sea por fusiones entre ellos, como por la adquisición por parte de otras entidades, españolas o extranjeras", plantea Alberto Valle.

La resistencia a las fusiones transfronterizas

No deja de sorprender que cuanto más plantea el Banco Central Europeo (BCE) la necesidad de concentraciones transfronterizas en la Unión europea, más difícil se antoja emprender ese camino. En cierto modo así lo ha reconocido el responsable del Comité de Supervisión del BCEAndrea Enria, en su comparecencia en el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo: "Fundamentalmente, deberíamos ser más rápidos, más integrados y eficaces a la hora de impulsar la necesaria reestructuración de la industria. Después de la última crisis, las debilidades estructurales del sector bancario europeo siguieron sin abordarse, a pesar del enorme apoyo público", apuntaba Enria.

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