Nuevos negocios

¿Por qué el método 'Lean Startup' está hasta en la sopa?

Es un método cada vez más popular que tienes que conocer si quieres emprender. Eso sí, aunque puede ahorrar tiempo y recursos, no es la panacea ni resulta adecuado para empezar cualquier negocio. Te contamos cuáles se podrían beneficiar del 'Lean startup'.

Es un método cada vez más popular que tienes que conocer si quieres emprender

Startup

Startup / economia

Alberto Payo

Alberto Payo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si estás cursando algún curso de marketing digital, estás estudiando un MBA, has entrado en una aceleradora, has acudido últimamente a alguna charla de fundadores de startups o simplemente estás empezando a moverte por el ecosistema emprendedor, habrás notado que hay un término que todo el mundo repite una y otra vez: ‘Lean Startup’.

Pero ¿qué es el Lean Startup y por qué es tan importante? ¿Y por qué se ha vuelto tan omnipresente? ¿Es necesario conocerlo y dominarlo para fundar una empresa emergente?

Se suele decir que el auténtico impulsor de la metodología fue Steve Blank, sin embargo, el concepto como tal se lo inventó el emprendedor Eric Ries hace una década, tras vivir varias experiencias empresariales fallidas. Con el tiempo, Ries se dio cuenta de que en esos proyectos su fracaso se había debido a no haber sabido comprender las necesidades de sus clientes. Que había perdido demasiada energía en crear los productos iniciales. Además de en su blog, el autor plasmó muchas de sus teorías en el libro ‘The Lean Startup’, publicado en 2011.

La filosofía promulga ‘ir a tiro hecho’, no arriesgarse lanzando algo que no pueda gustar. La clave está en analizar el público objetivo y hacer las variaciones que sean necesarias para acertar con él. De esta forma, los emprendedores se ahorran mucho tiempo y dinero. A veces es necesario realizar un análisis de mercado.

Hacer un producto por el que la gente quiera pagar

Dentro de la terminología propia de este método uno de sus pilares básicos es el Producto Mínimo Viable (o MVP), un producto que se desarrolla enfocándose totalmente en satisfacer las necesidades de los clientes iniciales. En resumen, algo que alguien compraría o algo por lo que alguien estaría dispuesto a pagar. Para su creación se trabaja con un grupo más o menos reducido del target que se persigue, al cual se le da la oportunidad de dar constantemente su feedback.

También se habla mucho de ‘pivotar’, una acción que se refiere a hacer todos los cambios que se requieran para que el MVP se adecúe al gusto de los clientes. Aquí es muy importante la agilidad para que el proceso no se demore. Esto es fundamental y luego ya habrá tiempo de ir mejorando el desarrollo tecnológico e ir escalando.

Lean Startup supone un cambio total de paradigma y de la forma de emprender. Esta metodología te invita a no dar por supuesto absolutamente nada e ir validando rápidamente una serie de hipótesis tanto de tu modelo de negocio como de tu propuesta de valor a una audiencia o segmento de mercado concreto”, subraya Rafael Gozalo, cofundador de ThePower MBA, una startup que ha permitido democratizar los MBAs gracias a un modelo eminentemente digital. “Es una disrupción y un cambio de mentalidad brutal, ya que hasta hace poco los emprendedores hacían sus planes de negocio sobre hipótesis que no se iban a cumplir”.

Innokabi es una empresa navarra que une la metodología Lean Startup con el marketing online para ayudar a lanzar compañías o hacer que las ya existentes comiencen a vender online. Para ellos, el ‘lean’ es su pan de cada día. “Lean Startup es una metodología que ayuda a reducir el riesgo a la hora de lanzar un proyecto innovador al mercado. Muchas de las startups americanas que han nacido en Silicon Valley han crecido empleando este método o sus variantes, por eso, en proyectos de riesgo con una gran incertidumbre es un método que si se aplica bien, funciona. Funcionar quiere decir que te ayuda a reducir el riesgo, no que te garantiza el éxito que son cosas muy diferentes y que a veces se tiende a confundir”, explica su cofundador, Alfonso Prim.

Un método que está hasta en la sopa

El término Lean Startup arroja 30,5 millones de resultados en Google. Es la palabra de moda en todo tipo de eventos y talleres y poner su efectividad en duda, puede costar malas miradas y comentarios poco amigables. Innokabi tiene su particular teoría sobre por qué el Lean Startup se ha hecho tan popular. “Al ser un método que se puede aprender y que dispone de herramientas que cualquier emprendedor puede emplear, ya no hace falta ser un visionario para lanzar un negocio o una startup”, teoriza Prim.

Gozalo también es consciente de que el lean está en todas partes, pero matiza que una cosa es la teoría y la otra la práctica. “Me atrevo a decir que la mayoría de las startups conocen el concepto de Lean Startup, la mayoría cree que lo aplica, pero en realidad solo se saben la teoría. Su día a día las lleva a ejecutar conforme a los paradigmas tradicionales”, critica.

El Lean Startup ayuda a los emprendedores, ya que las empresas emergentes suelen tener pocos recursos y supone una fórmula para no malgastarlos al arrancar. Pero no es la panacea. En este sentido, el responsable de Innokabi advierte de que “únicamente aplicar lean startup no garantiza el éxito. Lanzar un proyecto depende de muchos factores internos del propio proyecto y externos”, sentencia.

El Lean no vale para todo

¿Funciona el Lean para todos los casos? No necesariamente. Es un método que quizás no sea el más apropiado para ciertos tipos de negocios. “Tiene una dificultad especial sobre todo cuando estamos hablando de aplicarlo al lanzamiento de productos innovadores al mercado y no tanto servicios”, asegura Gozalo. “En ese caso a la gente le cuesta mucho ver cómo usar Lean Startup porque piensan: ’Tengo que fabricar el producto antes y para ello necesito un montón de inversión, dedicarle mucho tiempo, hacer una serie de hipótesis…’.

Aunque el Lean Startup se toma como una especie de guía que recomiendan seguir todo tipo de escuelas de negocio, centros de formación y otras entidades a los nuevos empresarios, hay que considerar que no todo aquel que va a emprender un negocio va a montar necesariamente una startup. Sencillamente, hay proyectos emprendedores que no son ni disruptivos, ni escalables, ni tienen base tecnológica de ningún tipo. Y es que ‘la criatura’ de Ries está ligada siempre a la innovación, puesto que ésta genera incertidumbre y la incertidumbre siempre supone un riesgo. Cuando hablamos de negocios que ya están muy probados, no es necesario usarla.

“No tiene mucho sentido aplicarlo, por ejemplo, para montar un restaurante”, explica el cofundador de ThePower MBA. “Si deseas montar un restaurante tradicional ya sabes que funcionan, sabes cuál va a ser el volumen de facturación de forma estimada, etc. La metodología Lean Startup no aplica nada ahí, porque hablamos de modelos contrastados, no de terrenos desconocidos. Lean Startup es útil cuando no sabes cuál va a ser la respuesta de las personas”, concluye.