La mejor versión del Barça el día de la peor entrada de la temporada

Apenas 34.568 espectadores subieron a la montaña, la peor entrada de la temporada. Se nota que no abundan los turistas en la ciudad. Y al culé no le gusta pasar frío. Las últimas actuaciones del equipo habían abrigado poco, emanaban poco calor, y no se motivó para subir a la montaña de Montjuïc, adonde siempre le da pereza acudir. Se perdieron los frioleros una actuación coral formidable ante un Atlético de Madrid que venía con el ánimo propulsado. Un partidazo entre cuatro gatos. 

Sin turistas, quizá cuesta encontrar aficionados dispuestos a comprar entrada cuando la más barata está a 99 euros. Pero si había un día para rascarse el bolsillo fue ayer. El equipo de Xavi combinó al fin orgullo competitivo y fluidez con el balón. Fueron necesarias ambas virtudes para tumbar al rocoso equipo de Simeone.

Empezó gobernando el partido el Barça porque los jugadores parecieron bien posicionados, porque los tres centrocampistas conectaron como es deseable que lo hagan para proyectar optimismo, porque bastante jugadores dieron un paso adelante y solo faltó precisión en el remate, en particular de Lewandowski, que salió con la bota sin afilar. Luego hizo falta mentalidad de estibador para resistir el acoso atlético. Vital en este apartado Iñaki Peña. No se añora a Ter Stegen en su periodo de baja, lo que es un elogio superlativo.

«Siempre soy tema»

Entre la felicidad reinante, había que poner el micrófono a Joao Félix, el autor del gol, cuyo nombre fue coreado por la grada. «Cuando lo escuché, no me lo creía», admitió el portugués, seguramente conmovido, quien genera debates interminables, sobre todo en Madrid. «Todas las semanas se habla de mí, para bien o para mal, siempre soy tema. Trato de hacer mi trabajo sin mirar lo que dice o piensa la gente», dijo a Movistar+, cadena que mostró una imagen del delantero lanzando un beso hacia la grada en que estaban ubicados los seguidores atléticos. Tratarán de sacarle punta en el espacio mediático madrileño.

«Cuando marqué el gol sentí alivio por todo lo que he pasado en este último verano. Solo las personas cercanas a mi saben por lo que he tenido que pasar», afirmó el jugador cedido al club azulgrana por el Atlético, que da la sensación de verse sometido a una presión que capea como puede. Sus compañeros salieron también a defenderle. «Él es feliz aquí y quiere quedarse. Me alegro por él», señaló Araujo, otro día que fue hormigón.

"Los jugadores han dado un pase adelante. Se lo han creído. Ganar al Oporto les fue muy bien. El equipo ha estado de excelente. Hemos reencontrado el juego. Estoy muy contento", ha sintetizado Xavi.