Opinión | APUNTE

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

Periodista

El Barça y sus límites por Sònia Gelmà

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El barcelonista João Félix, en Granada.

El barcelonista João Félix, en Granada. / Afp

Cuando un equipo gana la Liga a cuatro jornadas para el final, la conclusión lógica sería que ha sido muy superior al resto. Si sus números dicen, además, que hasta ese momento solo ha perdido tres partidos y ha encajado 13 goles en 34 jornadas, imaginaríamos que el campeonato ha sido un paseo. Ese fue el Barça de la temporada pasada. Y a pesar de lo que diga ese balance, la clave del éxito fue precisamente no saberse superior. El Barça fue plenamente consciente de sus limitaciones y supo exprimir al máximo sus virtudes. El cero en la portería se convirtió en una rutina y a partir de ahí, se sacó rendimiento a las capacidades ofensivas. Luego llegó Europa, y ahí no les alcanzó. 

Volver al tercer central

Este curso la plantilla perdió un par de jugadores titulares, pero aparentaba estar más compensada. Paradójicamente, una defensa que por fin tiene un lateral derecho está resultando ser menos fiable que la del año pasado. Las lecturas tácticas ya las habrá hecho Xavi, y la solución fácil pasaría por volver a lo conocido, a ese tercer central que tan buen rendimiento le dio. Supondría sacrificar por el camino alguna otra pieza y las lesiones tampoco le facilitan ahora mismo tomar ese rumbo. En cualquier caso, Xavi tiene deberes.

El juego fluido ante el Betis o ante el Amberes nos hizo pensar que, más allá de la solidez del año pasado, habría margen incluso para la exuberancia futbolística, un concepto del que el aficionado del Barça goza poco en los últimos tiempos. La alegría, la ilusión, la diversión se ofrecen en minidosis ante el esfuerzo, el trabajo y el compromiso habituales en esta etapa. 

Revisar la hoja de ruta

Toca revisar la hoja de ruta, especialmente mientras la enfermería mantenga en cuadro una plantilla que ya era corta antes de empezar, por elección económica más que futbolística. La transición de una temporada a otra ha resultado hasta el momento algo tormentosa, pero la esperanza es que Xavi encuentre los nuevos límites de su equipo sin renunciar al juego alegre que se espera del Barça. 

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