Opinión | APUNTE

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

Periodista

Fermín, el redentor

El Barça y los días malos

Disfrutar la Champions

 Fermín López

 Fermín López / Valentí Enric

Dicen los que vieron a Messi jugar en los campos de tierra que descubrirlo no tuvo mucho mérito, con verlo cinco minutos era suficiente. Algo parecido pasa con Lamine Yamal. Su proyección no era ningún secreto en Sant Joan Despí, era uno de los elegidos. Lo sabían en el Barça, y lo sabían varios clubes europeos que ya habían llamado a la puerta de Mendes por si el club se despistaba.

Así pues, el mérito de Xavi no fue fijarse en Lamine Yamal; lo sorprendente fue que el técnico ni siquiera esperara a que tuviera 16 años para hacerlo debutar. Su reto a partir de ahora es gestionar su precocidad y frenar las prisas externas, una vez que el gran público ha descubierto el tesoro que el Barça tenía en sus categorías inferiores.

En unas circunstancias más normales, con un club saneado económicamente y una plantilla llena de estrellas, posiblemente Lamine Yamal seguiría completando su formación en el filial. O incluso con este estado de emergencia, con un técnico menos valiente, tampoco le hubiera llegado aún la oportunidad. Pero era cuestión de tiempo.

Otro caso es el de Fermín López, uno de los cientos de jugadores de complemento en el fútbol base, un jugador de relleno para el lucimiento de los elegidos. Si Xavi no se hubiera cruzado en el camino de este joven centrocampista, posiblemente el onubense no hubiera debutado en Primera. El club lo envió el año pasado a Linares y tenía todos los números para salir incluso este mismo verano. Hasta que lo vio Xavi, y necesitado como está de centrocampistas académicos, se le abrió el cielo.

La de Fermín es una apuesta personal del técnico. No debería sorprendernos, ya comprobamos su atrevimiento con Lamine y, previamente, con Balde. Pero la falta de minutos de Pablo Torre y sus reticencias hacia Nico como mediocentro habían generado desconfianza hacia su atrevimiento. Los minutos del onubense demuestran que, cuando cree en el futbolista, Xavi no tiene ningún problema con la juventud. Fermín le redime ante cualquier duda.