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¿Cómo vemos la plantilla del Barça tras el cierre del mercado? Este es el análisis de los redactores de EL PERIÓDICO

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Soccer Football - LaLiga - Osasuna v Barcelona - El Sadar Stadium, Pamplona, Spain - September 3, 2023 Barcelona's Joao Felix and Joao Cancelo on the pitch before the match REUTERS/Vincent West

Soccer Football - LaLiga - Osasuna v Barcelona - El Sadar Stadium, Pamplona, Spain - September 3, 2023 Barcelona's Joao Felix and Joao Cancelo on the pitch before the match REUTERS/Vincent West / REUTERS/Vincent West

Albert Guasch

Albert Guasch

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Fiel al manual de la era Joan Laporta, acostumbrado a maniobrar sobre la bocina, el último día del mercado de fichajes fue frenético. La dirección deportiva culminó seis operaciones en una jornada. Llegaron Joao Cancelo y Joao Félix, que ya debutaron en Pamplona, de la mano del superagente Jorge Mendes, exsocio de Deco y buen amigo del presidente. Se fueron Lenglet, Ansu Fati, Èric Garcia y Abde. ¿Cómo queda la plantilla? ¿Nos gusta el trabajo desde la dirección deportiva? Los que normalmente analizamos con lupa la actualidad del Barça en EL PERIÓDICO soltamos aquí unos brochazos de opinión.

FRANCISCO CABEZAS

¿Talento externo o de la casa?

¿Talento externo o de la casa? ¿Jugadores cedidos por otros equipos que, si rinden, volarán en un santiamén, o futbolistas que son tuyos, has criado con paciencia y ahora pierdes la posibilidad de seguir moldeando? El mercado de fichajes del Barcelona, calificado de "histórico" por un presidente, Joan Laporta, que mezcla patrimonio personal -otro aval fue necesario- con el del club, es demasiado contradictorio. Con el club en plena economía de guerra y en plena venta masiva de activos, el equipo consigue, por un año, dos futbolistas de calidad contrastada. Porque Cancelo debería solucionar de una vez por todas el agujero en el lateral derecho que dura ya siete años. Y porque Joao Félix, pese a su manifiesta irregularidad e inconstancia emocional, presupone un salto de calidad entre líneas. Por el camino, sin embargo, queda un futbolista tan específico como Abde, el único extremo puro y con capacidad de desborde real con el que contaba Xavi; Ansu -el don del gol, pese a las dificultades sufridas- seguía estando ahí y parecía necesario ante el temido crepúsculo de Lewandowski-; o Èric Garcia, ya no tanto porque pudiera dar un paso al frente, sino porque su entrenador lo quería mantener. Y con razón. Tanto Iñigo Martínez, que fichó ya lesionado, como Araujo o Christiansen pasan de manera episódica por la camilla. Aunque Laporta, Deco o Jorge Mendes, su antiguo agente, tienen razones para estar más que satisfechos.

Joan Laporta se abraza a Joao Félix.

Joan Laporta se abraza a Joao Félix. / Pau Barrena / Afp

MARCOS LÓPEZ

Un desenlace laportiano

Mercado extraño. Mercado laportiano. Mercado al límite. Mercado de buscar, sobre todo, en Portugal, al cobijo de la ‘factoría Mendes’, lo que no quieren en otros clubs. A João Félix no lo quería ver Simeone en el Atlético. A João tampoco lo quería ver Guardiola en el Manchester City. Y le corresponde, por lo tanto, a Xavi intentar extraer la mejor versión de dos futbolistas que vienen rebotados de sus clubs. Mercado que delata la debilidad del Barça, cuyo poder de atracción sedujo, eso sí, a Gündogan, todo un campeón de Europa, Oriol Romeu, en un viaje por carreteras secundarias, e Iñigo Martínez, tras su paso por Real y Athletic. Mercado austero (solo 3,4 millones se pagó al Girona por el medio centro de Ulldecona) y donde el fichaje más caro (el joven Vitor Roque ha costado 30 millones más 31 en variables) del verano no se puede utilizar. Portugal está de moda; La Masia, no tanto. Ansu y Èric García han tenido que salir.

Rafa Yuste, Joan Laporta, João Cancelo y Deco.

Rafa Yuste, Joan Laporta, João Cancelo y Deco. / Javi Ferrandiz

JOAN DOMÈNECH

El peso de la precariedad y de la historia

Lionel Messi y Bernardo Silva en el inicio del verano y João Cancelo y João Félix el último día de mercado. Las grandes expectativas de fichajes se han degradado a la cruda realidad de la auténtica capacidad económica que tiene el Barça y su lugar en el panorama internacional, lejos de poder pujar como toda la vida por primeras figuras y luchando por obtener las cesiones de dos futbolistas peleados con sus respectivos entrenadores. Sin que ello implique discutir el nivel de Cancelo para jugar en el Barça ni la dosis de talento que inyectará Félix en el equipo para llegar lejos en Europa. Menos de cuatro millones invertidos en total por Oriol Romeu y cuatro jugadores (dos cedidos y dos libres) hablan tanto de la precariedad del Barça como de su astucia por conseguir tan valiosa captación de futbolistas con esa ridícula inversión. Pero habla también del peso de la historia para que siga siendo un club atractivo en el que jugar, de nuevo capacitado para ganar títulos, a veces, solo a veces, por encima del dinero que pueda ofrecer. Vive al día el Barça, sin tiempo que perder en enseñar a jóvenes que aún necesitan progresar, y a los que ha enviado a un internado para que aprendan por su cuenta. Al menos, a Eric, Ansu y Abde les quema el culo de estar sentados en el banquillo y desean jugar cada domingo. Aún queda humanidad en el fútbol.

Jorge Mendes.

Jorge Mendes. /

ALBERT GUASCH

Los favores de Jorge Mendes

La indisimulada afección de Joan Laporta por los grandes agentes del fútbol volvió a quedar manifiesta en este cierre de mercado. Es un mundo de intercambio de favores, siempre con mucho dinero por en medio, y si Joao Félix no fuera cliente de Jorge Mendes, su sueño barcelonista seguiría siendo eso, terreno para lo onírico. Ha sido fascinante el proceso de ver cómo un jugador que el entrenador no necesitaba ha sido atraído lenta pero inexorablemente hacia la disciplina azulgrana. Dicho lo cual, Joao Fèlix ya figura en el escaparate que necesitaba para despegar o hundir su carrera. Potencial técnico tiene. A ver el carácter. Un año para comprobarlo. Digamos que viene con un gran interrogante en la mochila. Joao Cancelo, por el contrario, cubre un agujero profundo. Magnífica incorporación sobre el papel. Ahora bien, da la sensación de que la delantera se ha debilitado. Dicen que Xavi pidió el último día si podía hacerse un esfuerzo por otro atacante. No se pudo, pero el mercado de invierno está a la vuelta de la esquina. Y la rueda de favores, si conviene, se volverá a girar.