Mundial femenino de fútbol en Nueva Zelanda

España hace historia y jugará la final del Mundial

El combinado de Jorge Vilda vence a Suecia (2-1) con goles de Salma Paralluelo y Olga Carmona en el ocaso

La pizarra del 'villano' Vilda en una España de leyenda

Maria Tikas (Enviada especial - Nueva Zelanda)

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Historia. España venció a Suecia y estará en la final del Mundial, gracias a los goles de Salma Paralluelo y Olga Carmona en un partido que quedará por siempre marcado en la leyenda, no solo del fútbol, sino también del deporte femenino español.

El partido, resuelto en un desenlace con una carga emocional insoportable con tres goles en los últimos diez minutos y en el que Carmona evitó la prórroga con un zapatazo celestial, no fue más que el penúltimo capítulo de una selección que se ha acostumbrado en este Mundial a imponerse siempre en los ejercicios de supervivencia más extremos.

Volvió Vilda a ser un entrenador intervencionista. Volvía Alexia Putellas al once inicial, después de dos suplencias seguidas, y la sacrificada era Esther González, cuyo lugar ocupaba Jenni Hermoso, de nuevo en punta. Olga Carmona sustituía a la sancionada Oihane Hernández y Ona Batlle volvía al lateral derecho. En Suecia, misma alineación que contra Japón.

Todas las cartas sobre la mesa por parte de ambos combinados. Ya prometía, la semifinal, convertirse en un choque de estilos. Buscaba España la construcción desde atrás, las asociaciones y las combinaciones en largo para generar espacios. Suecia, con una presión asfixiante, tiraba de Rolfö y Blackstenius, las más rápidas de la clase. 

Sin dominio claro

Ninguna de las dos selecciones conseguía liderar la batuta del encuentro. Era un toma y daca. Y ambas tuvieron ocasiones para abrir el marcador. La primera clara fue para España, tras un centro de Olga Carmona -que fue una de las mejores-, pero nadie logró rematar un balón muerto en el área que dejó Alba Redondo entre rechazos altos. 

La tuvo también Jenni Hermoso, que acusó su cambio de posición como ariete y parecía desaprovechada, tras un centro bombeado al área de Aitana, que dejó sentada a Rubensson. Olga se atrevió con un par de disparos lejanos que se marcharon rozando la madera, Aitana se quedó con la miel en los labios y Musovic puso la mano para sacar un centro envenenado de Alexia, un poco falta de ritmo pero acertada en los pases al espacio y los cambios de orientación, después de deshacerse de Angeldal con un caño.

Rolfö, un puñal

Todo el peligro de Suecia pasó por Rolfö, que supo disimular bien sus molestias en la rodilla que arrastra desde las semifinales de la Champions contra el Chelsea. Cuando la de Kungsbacka ponía la sexta, llegaba con facilidad al área. Estuvieron providenciales Irene Paredes y Codina, y Ona Batlle en la ayuda. Cata Coll, muy sólida y segura también con los pies, mandó a córner con un paradón un disparo de la azulgrana desde el interior del área a centro de Björn.

Cada saque de esquina era una guerra, consciente la selección española que el balón parado era la gran arma de las suecas, que habían anotado así, hasta entonces, ocho de los once goles del torneo. Defendían todas. Marcaje de Paredes a Illested. Y Aitana sacó un balón peligroso al filo del descanso. 

Salma volvió a ser la heroína

Movió piezas Vilda minutos después de la reanudación. Salma Paralluelo por Alexia y Jenni volvía al interior zurdo. La electricidad de la benjamina de España, que se puso de punta, contagió al equipo. Más ritmo, más aproximaciones peligrosas. Se deshacía la aragonesa de todas sus marcas, llegaba hasta la línea de fondo pero no lograba conectar con sus compañeras.

De sus botas nació la ocasión más clara del partido, después de otra parada providencial de Cata a Rolfö. Salvó Salma un balón desde la línea de fondo y Alba Redondo, desde el suelo, remató al lateral de la red. Fue tan evidente que el Eden Park se levantó para cantar el gol.

Un tanto que sí acabó llegando. Y, cómo no, fue obra de Salma. Centro de Jenni desde la izquierda, despejó la defensa sueca y el balón le cayó a la zaragozana, que no perdonó desde el interior del área.

Locura final

Poco duró la euforia. Como pasó contra Países Bajos, Suecia empató pocos minutos después, obra de Blomqvist tras un centro lateral de Rolfö. Lejos de venirse abajo, España sacó todo su orgullo y fue a por más.

Salió a la perfección en la siguiente acción, ya en el minuto 89 y con la prórroga ya intuyéndose como una soga. Olga Carmona lo recordará siempre. Tere Abelleira sirvió en corto hacia la lateral, que, con un remate potente y tras impactar en el larguero, anotó el tanto de la victoria. Carmona salió corriendo, con el gesto duro, y se encontró con que todas las jugadoras de España se abalanzaban hacia ella hasta formar una piña donde las emociones se liberaron por fin.

El gol de Olga Carmona vale una final histórica. Pero también un momento único en un sueño en el que esta selección niega su despertar.