Waterpolo

Martina Terré, la veinteañera que cierra la portería de España en el Mundial

España tumba a Hungría (9-12) y luchará por las medallas

España confía en el waterpolo y en la sincro para brillar en el Mundial

Martina Terré

Martina Terré / Efe / Frank Robichon

José Carlos Sorribes

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Lo suyo fue, casi, una cuestión de comodidad. Después de hacer un año de natación, en 1º de ESO, recuerda, siguió en la piscina pero se pasó al waterpolo en el CN Catalunya, su primer club. Y lo probó como jugadora de campo un solo día. “En el segundo me enseñaron que en la portería se estaba muy bien”, explica Martina Terré en conversación telefónica con este diario desde la ciudad japonesa de Fukuoka. La joven del barrio de Gràcia, que cumplirá 21 años el próximo mes, es una de las artífices de que la selección española de waterpolo haya alcanzado las semifinales del Mundial --se enfrenta este miércoles a Australia (11.30 horas, Tdp)-- y de que luche otra vez por las medallas en un gran torneo.

Ella prefería ponerse de portera, cuando se inició en el waterpolo, porque le permitía descansar “apoyando los pies en el bordillo lateral” de la piscina. A esa edad, explica, no se juega en toda la piscina y ella bien que lo aprovechaba. Hoy ya no apoya los pies en ningún bordillo, sino que vuela de palo a palo para detener los disparos de sus rivales. Cuando se le pregunta cómo se define en el agua se ve como “bastante tranquila para mi posición”. Así, intenta transmitir seguridad a sus compañeras, “aunque también tengo mis puntos débiles” y es rotunda cuando dice que cada portera tiene su propio estilo. “Me he creado a mí misma”, sentencia.

El apoyo de Laura Ester

En el proceso no ha perdido el tiempo. Lleva cuatro temporadas en el CN Sant Andreu y el pasado verano apareció como un ciclón tanto en el Mundial de Budapest como en el Europeo de Split, y luego en la Liga Mundial de Tenerife. Ya había destacado en categorías inferiores junto a sus compañeras de generación y Miki Oca confió pronto en Martina. Tiene, además, a su lado a una institución como Laura Ester, una mujer que fue subcampeona olímpica en Londres 2012 cuando ella aún no se había tirado a la piscina y se dedicaba a la gimnasia. “Laura ha vivido muchas de las situaciones que yo vivo ahora. A veces me frustro y me como el coco cuando se me escapa un lanzamiento. Entonces ella me calma, y me da confianza”, explica.

Martina Terré, durante la Liga Mundial disputada en Tenerife.

Martina Terré, durante la Liga Mundial disputada en Tenerife. / Ramón de la Rocha / Efe

Laura Ester, Anni Espar, Maica García, Bea Ortiz y Pili Peña son las veteranas de una selección que ha incorporado con total éxito a un talentoso grupo de jóvenes, como la propia Martina, Paula Camus, Cristina Nogué, Nona Pérez y las hermanas Elena y Ariadna Ruiz. “Ahora tenemos un equipo en el que la mitad somos jovencitas, venimos con ganas de aprender y de crecer como jugadoras. Ellas aportan experiencia y nos frenan cuando el juego se nos va un poco de las manos”, apunta Martina.

"Laura [Ester] me da confianza y calma cuando me frustro y me como el coco porque se me ha escapado un lanzamiento"

Martina Terré

— Portera de la selección española de waterpolo

Experiencia y calma que harán falta para superar a Australia y alcanzar el principal objetivo con que se viajó al Mundial. “Veníamos con las ideas muy claras: la final y que la clasificación para París. Y luego conseguir el oro mundialista”, recalca. En el camino, con solo una derrota en el debut ante Países Bajos, las jugadoras de Miki Oca han estado muy activas en defensa, “y guerreras en ataque”, sostiene su portera. «Incluso el día que perdimos con Países Bajos salí de la piscina con la sensación de que estábamos bien preparadas».

Será la receta ante un rival como Australia al que conocen de sobras, y es mutuo ese conocimiento, porque compartieron un stage en la ciudad japonesa de Kurashiki poco antes del Mundial. “Es un equipo muy ordenado, con un trabajo táctico muy estudiado”. Eso sí, no disputaron partidos, solo simularon situaciones de inferioridad y superioridad con las 'aussies'.

Australia aparece como el último obstáculo antes del gran objetivo y lo que es seguro es que no se encontrarán en el torneo con la bestia negra de España, Estados Unidos, que cayó ante Italia en cuartos de final. “Sí hemos comentado que fue sorprendente, pero todos los equipos han subido de nivel. Y yo no he tenido la oportunidad de encontrarme aún con Estados Unidos”, dice esta joven universitaria de la UPF que cursa Estudis Globals en inglés. Estudia medio curso cada año y ha acabado el primero. “Lo hago para ir más tranquila y no tan estresada”. La misma actitud que manifiesta en el agua.