El Madrid gana ante Osasuna y sigue en la pelea por la Liga

Si hay una virtud que no se le puede discutir al Madrid de Zidane es la convicción. El equipo blanco es una colección de problemas y, durante un partido como el que hizo ante Osasuna se le pueden poner muchas pegas, pero con mucho trabajo defensivo y más empeño que otra cosa en ataque consiguió volver a ganar y mantiene su posición en la batalla encarnizada por la Liga, con más pretendientes que nunca, sin apenas diferencias a falta de cuatro partidos para el final.    

En un partido gris de Benzema, todo lo que intentó el Madrid en ataque fue exiguo, sin capacidad para generar peligro pese al dominio, sin una luz para alumbrar los metros finales. Solo un gol de Militao, en su cuarto cabezazo de un partido en el que fue el que más peligro generó, le abrió al Madrid el camino de una victoria que certificó Casemiro después. 

Rotaciones comedidas

A las puertas de resolver la semifinal de la Champions ante el Chelsea, Zidane dejó en el banquillo para descansar a Modric y Kroos, los pilares sobre los que se sustentan sus opciones europeas. También descansó un Nacho que tuvo que entrar al campo al descanso, por un Varane con molestias, y que apunta a titular entre semana por delante de un Sergio Ramos que se quedó fuera de la convocatoria, pero estará en Londres el miércoles.

Con las alternativas que introdujo Zidane en el once, sobre todo la entrada otra vez del canterano Antonio Blanco al lado de Casemiro, su objetivo era blindar el equipo y, como ya dijo en la previa, dar una mejor versión con el balón en los pie en un ataque comandado por un Hazard.

Su despliegue ofensivo volvió a ser bastante pobre. La línea de tres por detrás de un desconocido Benzema tuvo poca presencia, sobre todo los extremos y especialmente Vinicius. Tampoco generaron peligro cuando, camino a la hora de partido, el Madrid tenía el dominio territorial y la posesión del balón.

En la primera parte, las apuestas de Zidane transitaron por minutos de protagonismo. Con el partido impreciso de Benzema, Hazard se erigió como la mayor fuente de juego de los de Zidane, que consiguieron tomar el dominio del partido en torno a la media hora con una muy digna actuación de Blanco. 

Fue entonces cuando llegaron ocasiones, pero Sergio Herrera hizo dos grandes paradas para mantener el empate a cero. 

Goles postreros

Osasuna, con la salvación virtualmente resuelta, se había presentado en Valdebebas sin complejos, con intención de tocar el balón y buscar ataque. Comandado por el retornado Chimy Ávila, que marcó un golazo en claro fuera de juego justo antes del descanso, la propuesta de Osasuna y la necesidad del Madrid propiciaron un partido de ida y vuelta, de toma y daca, con alternativas y jugadas terminadas en las dos porterías. 

Tras el descanso dio un paso adelante el Madrid en dominio, no en ocasiones, ni peligro. Así pasaron minutos, hasta que los de Zidane se vieron a un cuarto de hora de volver a perder puntos en la Liga. Entonces llegó el cabezazo de Militao, un gol que le marcó el camino a los de Zidane. Ya con Osasuna tocado, y sin querer, Casemiro consiguió el segundo gol madridista.