EL OTRO FINALISTA

El Valencia, a por la guinda

Entrenamiento del Valencia CF antes de ir hacia la final de Copa

Imágenes del entrenamiento del Valencia CF en la Ciudad Deportiva de Paterna, antes de viajar hacia Jerez de la Frontera donde estarán concentrados hasta la final de la Copa del Rey que se disputarán el sábado contra el Fútbol Club Barcelona. / periodico

Nacho Herrero

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Liberado y eufórico tras cerrar en la última jornada de la Liga su clasificación para la Champions, pero exhausto tras haber tenido que hacer un largo y angustioso esprint para lograrlo. Así llega el Valencia a la final de la Copa ante el Barcelona. Nada que perder y mucho que ganar para un proyecto que arrancó 2019 agrietado y que quiere poner en Sevilla la guinda a su Centenario.

El 12 de enero, Mateu Alemany, director general del club, viajó a Singapur para reunirse con Peter Lim, máximo accionista de la entidad, para defender con uñas y dientes la continuidad del técnico Marcelino García Toral. Y lo logró pese a que muchos consejeros pedían un cambio. El balance daba para planteárselo, pues el equipo había quedado eliminado en la fase de grupos de la Champions y en la Liga estaba a diez puntos de la cuarta plaza y a cuatro del descenso. En cualquier otra campaña lo más normal es que el entrenador no hubiera aguantado.

Campaña anormal

Pero esta no ha sido una campaña normal en el Valencia. Por un lado estaba el crédito ganado en el pasado ejercicio, cuando entre Alemany y Marcelino devolvieron el norte a un club tan perdido que llevaba dos años coqueteando con el descenso.

“En diciembre pasamos un momento difícil, pero siempre he creído que este equipo podía lograr cosas buenas. El equipo también ha creído hasta el final, tanto los jugadores como el cuerpo técnico y cuando un equipo está junto y trabaja cada día, si tiene buenos jugadores, las cosas salen”. El análisis de Geoffrey Kondogbia

Después estaban las celebraciones del Centenario, que han inyectado autoestima a una afición harta de que se la tilde de caprichosa. Pese a la larga ristra de empates que arrastraba, en la primera vuelta no hubo pitos para un equipo que quería, que jugaba pero que no marcaba. Por último, estaba el apoyo de la plantilla al técnico, hecho público con sendos abrazos de Dani Parejo y Rodrigo Moreno, dos pesos pesados.

“En diciembre pasamos un momento difícil pero siempre he creído que este equipo podía lograr cosas buenas”, explicaba este miércoles Kondogbia. “El equipo también ha creído hasta el final, tanto los jugadores como el cuerpo técnico y cuando un equipo está junto y trabaja cada día, si tiene buenos jugadores, las cosas salen”, apuntaba.

Despegue con épica

Salvada la final de Sinagpur, el equipo empezó a despegar. A veces a trompicones y otras con épica. Como cuando tras perder 1-0 en Getafe en la ida de los cuartos de la Copa y recibir un tanto en el primer minuto de la vuelta, en un descuento inolvidable un doblete de Rodrigo selló el pase. O el gol de Guedes también con el tiempo cumplido en Krasnodar para pasar a los cuartos de la Europa League.

"Sólo hay un equipo en Europa que ha jugado más partidos que nosotros, que es el Chelsea"

Marcelino García Toral

— Entrenador del Valencia

En total, nueve goles en prolongaciones que fueron forjando un espíritu de remontada que ni la eliminación ante el Arsenal en Europa ha podido amargar. Además tenía por delante dos partidos para culminar una remontada liguera a la que contribuyó el Barça con el 1-0 ante el Getafe en la penúltima jornada.

El peaje a pagar

Pero un trayecto así no ha estado exento de heridas de guerra. Nadie se planteaba superar la barrera de los 60 partidos y la plantilla, corta por voluntad del técnico, llega con las baterías físicas muy justas.

“Por favor, animad, que el equipo está muerto”, reclamó a gritos Marcelino en la penúltima jornada. “Sólo hay un equipo en Europa que ha jugado más partidos que nosotros, que es el Chelsea”, contó después. Al cansancio se unirán las bajas del lesionado Cheryshev y del prometedor Kang In Lee, concentrado con Corea del Sur y los problemas físicos de Garay y Kondogbia. “Estoy bien pero no al cien por cien porque he estado más de un mes lesionado”, reconocía Kondogbia este último.

Si Marcelino quiere, jugarán. Todo sea por conquistar una Copa que los directivos y el cuerpo técnico del club querían relegar y que los aficionados reclamaban a gritos en la Liga. “Mestalla quiere la Copa”, cantaba la grada a los suyos y los convenció. Ahora la tienen a tiro.