'Tour' de despedida

Los Chichos: una odisea marginal de 50 años resumida en 10 capítulos

La gira 'Hasta aquí hemos llegado', que este sábado recala en Barcelona, cierra una carrera artística que tuvo un fuerte impacto social

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Los Chichos, en los años 80. De izquierda a derecha, Julio, Jero y Emilio.

Los Chichos, en los años 80. De izquierda a derecha, Julio, Jero y Emilio. / Archivo

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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La gira de despedida de Los Chichos, 'Hasta aquí hemos llegado', coincide con el 50º aniversario de su primer elepé, 'Ni más ni menos'. El trío actúa en el Sant Jordi Club de Barcelona este sábado con las entradas agotadas desde hace tiempo, de modo que ha anunciado una nueva fecha en la ciudad, el 29 de noviembre. También ha anunciado un segundo concierto en Madrid, el 4 de octubre, que se suma al del 16 de marzo en el WiZink Center. Se estima que el grupo ha vendido 30 millones de discos (y casetes) oficiales, cantidad que las ediciones piratas harían crecer sustancialmente. Seguro: pocas formaciones fueron tan pirateadas. La historia de Los Chichos es una odisea marginal en toda regla.

La fundación

A la modernísima discoteca Lover de Vallecas, propiedad de Ángel Nieto, acudió a principios de los años 70 Emilio González, alias el Chicho, en busca de un hueco para él y su hermano Julio en los espectáculos de música en directo de la sala. El dúo, todavía innominado, también era de Vallecas, pero de otro Vallecas, del Pozo del Tío Raimundo, y se buscaba la vida en los mesones del centro de Madrid y en los pubs de la llamada Costa Fleming con versiones de Bambino, Peret y así. Eduardo Guervós, relaciones públicas de Lover y cantante de Eddy, Los Cracks y su Batería de Goma, no solo les hizo un hueco en la programación de Lover, sino que se convirtió en su representante. Hizo falta un nombre: pues Los Chichos. Hizo falta un tercer miembro para la primera gala profesional, en la sala de fiestas Nuevo Electra de Vigo, cuyo escenario era demasiado grande para dos artistas: se enroló al compadre Juan Antonio Jiménez Muñoz, Jero, mote derivado, dicen algunas fuentes, de 'ajero', "persona que vende ajos", según la RAE. Jero explicó en el viaje en tren a Vigo que escribía canciones y para demostrarlo cantó 'Quiero ser libre'.

Demasiado gitanos

Una maqueta de Los Chichos con 'Quiero ser libre', entre otras canciones, llegó a Antonio Sánchez, padre de Paco y Pepe de Lucía y de Ramón de Algeciras. Avalada por Sánchez, no poco aval, la grabación aterrizó en la compañía discográfica Philips, cuyo primer veredicto fue: "Son demasiado gitanos". Idéntico argumento se repetiría más adelante en la entonces todopoderosa RTVE. No obstante, Polygram grabó a Los Chichos. Para sorpresa de la marca, los dos primeros sencillos del trío ('Ni más ni menos' y 'Quiero ser libre', ambos de 1973) se vendieron como rosquillas. El extrarradio había encontrado a sus cronistas.

Relato criminal

En la cara B del tercer 'single' de Los Chichos, con 'Te vas, me dejas' en la cara A, estaba 'La historia de Juan Castillo'. Es un tema capital del pop español por varios motivos. Para empezar, por la formidable estrofa inicial: "Era una noche de pena y de llanto / puesto que todo condujo a un fracaso / Iban dos primos y dos hermanos / iban a chorar y los delataron". A partir de ahí el relato se vuelve algo confuso, pero queda claro que hay un palo frustrado por un chivatazo, un asesinato y una condena. Es una crónica criminal con antecedentes en los romances de ciego y algunos palos flamencos, pero nueva en la música popular moderna española. También es novedosa en la música comercial la utilización de palabras en caló como 'pucabar' (delatar), 'bucharnó' (disparo) o 'najar' (huir, pirarse). 'La historia de Juan Castillo' tiene una hermana muy parecida en 'El fracaso', de Tony el Gitano, publicada por el guerrillero sello Acropol al mismo tiempo que la canción de Los Chichos. La explicación más plausible es que Jero y Tony el Gitano, que habían colaborado con anterioridad, desarrollaron el embrión de la pieza conjunta cada uno por su lado.

La producción

La diferencia fundamental entre 'La historia de Juan Castillo' y 'El fracaso' es que la primera es un torpedo de rumba, rock y salsa y la segunda, una rumba cruda. Los Chichos tuvieron unas producciones imponentes gracias al sistema de estudios que regía en la gran industria discográfica. José Torregrosa y Alfredo Garrido fueron, respectivamente, el director musical y el director artístico de la mayoría de sus grabaciones clásicas. Ricard Miralles fue el arreglista de 'Amor y ruleta' (1979).

Los Chichos, con El Vaquilla (segundo por la derecha), en el penal de Ocaña, en 1985

Los Chichos, con El Vaquilla (segundo por la derecha), en el penal de Ocaña, en 1985 / Paco Elvira

Los grupos con che

Los Chichos inauguraron una dinastía de grupos cuyo nombre empezaba por che: Los Chunguitos, Los Chorbos, Los Chavis, Los Cheles, primos por cierto de Emilio y Julio. No es descartable que en algún caso se buscara sacar partido de la confusión, máxime en el mercado de las casetes de gasolinera.

Público carcelario

Los Chichos sellaron su vínculo con el lado ilegal de la vida con la banda sonora de 'Yo, el Vaquilla' (1985), de José Antonio de la Loma. El grupo presentó el álbum con una actuación en el penal de Ocaña, donde estaba preso Juan José Moreno Cuenca, el Vaquilla. Fue el primero de una veintena de conciertos en otras tantas cárceles.

Junior, Julio y Emilio González, en 2008

Junior, Julio y Emilio González, en 2008 / José Luis Roca

Las drogas

El consumo de drogas (cocaína, heroína, base de cocaína) llegó a tal extremo que Emilio compró un piso en el edificio donde vivía su camello. "Iba y venía tanto de su casa a la mía que me pareció más cómodo vivir en el piso de arriba", dice el artista en 'Nosotros Los Chichos', biografía escrita por Rosa Peña y J. Valderrama. Julio, por su parte, señala la base como "la causa real" de la separación del trío original en 1990. Jero inició carrera en solitario y fue sustituido por Junior, hijo de Emilio.

La tragedia

Jero, ahora Jeros de nombre artístico, publicó los elepés 'Tembló, pero no calló' (1990) y 'Agua y veneno' (1993). El músico falleció el 22 de octubre de 1995 tras precipitarse al vacío desde el balcón de su vivienda en el Pozo del Tío Raiumundo. Tenía 44 años. Su entorno siempre se ha referido al suceso como "la tragedia". Jero fue un compositor prolífico y con un porcentaje de dianas elevado. Una 200 canciones tiene registradas en la SGAE. Y eso que a partir de cierto momento Los Chichos acordaron grabar también números de Emilio y Julio.

Los Chichos, con PXXR GVNG, en el Primavera Sound, en 2016

Los Chichos, con PXXR GVNG, en el Primavera Sound, en 2016 / Ferran Sendra

Del Primavera Sound a la discoteca Chamán

Los Chichos actuaron en el Primavera Sound de 2016 respaldados por siete músicos y ante miles de personas. Un mes después actuaron en la discoteca Chamán de Los Escullos, en el Cabo de Gata, con la música pregrabada y ante un centenar de personas. No hay muchos grupos con tal amplitud de formatos y que sepan estar en escenarios nobles y de batalla.

Sampleados por C. Tangana

Canciones de Los Chichos han sido sampleadas por C. Tangana ('Son ilusiones' en 'Tú me dejaste de querer), Dellafuente ('La historia de Juan Castillo' en 'La historia de John Castle'), Sólo Los Solo ('La cachimba' en 'Como podamos ser', 'Ni más ni menos' en 'Todo el mundo lo sabe') y El Coleta ('Te vas, me dejas' en 'Kamborio'), entre otros artistas. El grupo tuvo un disco de colaboraciones, 'Hasta aquí hemos llegado' (2008), en el que grabó versiones de temas suyos junto a Estopa, Peret, Manolo García, Los Delinqüentes, El Arrebato y un largo etcétera.

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