Persiste la “destrucción” del tejido empresarial en el Baix Llobregat

Tanto el número de empresas como el trabajo autónomo siguió menguando durante el segundo trimestre de 2023 en el Baix Llobregat, tanto respecto al año pasado (-0,6%) y (-0,5%) como respeto antes de la pandemia (2019), con una variación del -7,0% y -3,6% respectivamente. Así lo refleja el último estudio de Estructura productiva publicado por el Observatori del Consell Comarcal del Baix Llobregrat.

De este modo, la tendencia de “destrucción” del tejido empresarial y del trabajo por cuenta propia que se está dando en el Baix Llobregat diverge del resto del entorno metropolitano y del conjunto de Catalunya, donde el número de empresas y autónomos tiende a aumentar muy ligeramente.

La lenta tendencia a la recuperación del tejido empresarial que se había dado entre 2016 y 2019 “parece haberse roto con la llegada del covid-19”, dice el informe. A pesar de la recuperación parcial del número de empresas durante 2021 (+2,7%) y 2022 (+0,3%), la variación entre el segundo trimestre de 2022 y 2023 vuelve a ser negativa con 124 empresas menos (- 0,6%).

Así, la comarca se encuentra claramente por debajo del número de empresas con las que contaba en 2019 (-1.573, -7,0%) y en 2008 (-3.053, -12,8%). La destrucción del tejido empresarial persiste en la comarca mientras que en el resto de ámbitos territoriales la variación cambia de signo y es ligeramente positiva aunque con crecimientos inferiores al 1%.

Pérdida de la pequeña empresa

Las actividades relacionadas con el comercio y la restauración concentran a una de cada tres empresas de la comarca (33,1% del total). Mientras que el comercio al por menor y los servicios de comida y bebidas disminuyen respecto a 2022 (-3,7% y -2% respectivamente), el comercio al por mayor aumenta muy ligeramente (+0,6%).

Respecto al 2022, tal y como detalla el informe del Observatori, las actividades donde más ha crecido el número de empresas han sido las de construcción de inmuebles y transporte terrestre, mientras que comercio al por menor, los servicios de comida y bebidas y la fabricación de productos mecánicos son las que más registran pérdidas.

Aumentan la demanda de empleo y el paro en el Baix Llobregat

El fuerte crecimiento que han experimentado las grandes empresas localizadas en la comarca entre 2008 y 2022, junto con la pérdida de puestos de trabajo en las Pymes (pequeñas y medianas empresas) ha hecho que las comapñías de más de 250 trabajadores pasaran de concentrar el 20,0% de los puestos de trabajo en 2008, a representar el 32,2% actualmente. Las Pymes, en cambio, han pasado del 52,3% al 40,4%.

A mayor tamaño, mayor crecimiento del empleo. Desde la crisis de 2008, los puestos de trabajo asalariados en las grandes empresas (más de 250 trabajadores) han crecido un 90,4% y en las empresas medianas (entre 51 y 250 trabajadores/as) un 16,6%. Estos crecimientos tan acentuados contrastan con la pérdida de peso de las empresas más pequeñas (menos de 50 trabajadores), que han perdido el 8,8% de los puestos de trabajo con los que contaban en 2008.

"Déficit" de trabajo en la comarca

Durante este segundo trimestre de 2023 es remarcable cómo de las diez actividades que más personas asalariadas ocupan en la comarca, sólo actividades especializadas de la construcción ha registrado una variación negativa respecto 2008 (-24,1%), pero esta cambia de signo respecto a 2022 (+0,7%). Servicios a edificios y actividades de jardinería, servicios de comida y bebidas y actividades de las sedes centrales (actividades de consultoría de gestión empresarial) han registrado crecimientos anuales del 13,1%, 5,4% y 64,8% respectivamente.

Por otra parte, las actividades que más personas asalariadas han perdido han sido almacenamiento y actividades afines al transporte (-3,1%, -440 personas) y venta y reparación de vehículos a motor y motocicletas (-6,0%, -290 personas).

Cuando se ponen en relación los puestos de trabajo en la comarca y la población ocupada que reside en el Baix Llobregat (pero que puede trabajar en cualquier otro lugar) se observa un “déficit” de puestos de trabajo que comporta la dependencia de los mercados laborales otras comarcas, ya que hay un 10,6% más de población ocupada que vive en la comarca que puestos de trabajo que se localizan.