Psicología

Estabilidad emocional en adolescentes: seis formas de ayudarle a conseguirlo

La autoestima es inestable y frágil después de la pubertad

Un grupo de adolescentes hablando

Un grupo de adolescentes hablando / 123RF

Ángel Rull

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La estabilidad emocional se refiere a la capacidad de mantener un estado emocional equilibrado, donde las emociones no fluctúan de manera extrema o incontrolable. Implica la habilidad de gestionar de forma efectiva las emociones y reacciones ante diversas situaciones. En términos prácticos, una persona emocionalmente estable es capaz de enfrentar los problemas y cambios sin perder su equilibrio psicológico.

Para los adolescentes, alcanzar un nivel adecuado de estabilidad emocional significa ser capaces de experimentar sus sentimientos, reconocerlos y expresarlos sin que estos dominen completamente sus acciones o decisiones. Esta habilidad es fundamental para desarrollar otras competencias psicosociales y para mantener un bienestar general. Además, facilita una mejor adaptación a los entornos sociales y académicos, permitiendo una mayor resiliencia frente a los problemas cotidianos.

Cultivar la estabilidad emocional durante la adolescencia implica también aprender a regular las propias respuestas a los estímulos emocionales intensos que son comunes en esta etapa de la vida. Ello incluye desarrollar la paciencia, la empatía hacia uno mismo y hacia los demás, y el manejo de la frustración, habilidades todas ellas cruciales para una adultez saludable.

¿Por qué es tan complicada para los adolescentes?

Durante la adolescencia, el cuerpo y la mente experimentan cambios rápidos y a menudo intensos. Estos cambios incluyen el desarrollo físico, las fluctuaciones hormonales y la evolución de la identidad personal y social. Estos factores pueden hacer que los adolescentes sean particularmente vulnerables a las montañas rusas emocionales, no solo por los cambios internos, sino también por el entorno dinámico en el que se desarrollan sus vidas sociales y académicas.

Además, los adolescentes están en el proceso de aprender cómo gestionar relaciones más complejas, tanto con amigos y amigas como con figuras de autoridad, y están empezando a enfrentarse a expectativas sociales y académicas más exigentes. Todos estos factores crean un escenario propicio para la inestabilidad emocional, mientras se adaptan y aprenden a manejar nuevas presiones y responsabilidades.

La exploración de la identidad es otro aspecto que puede complicar la estabilidad emocional en los adolescentes. A medida que buscan definir quiénes son, pueden experimentar conflictos internos y externos que desestabilizan su estado emocional. La presión de grupo, la búsqueda de aceptación y el deseo de independencia son solo algunos de los obstáculos que pueden afectar su equilibrio emocional.

¿Qué beneficios tiene la estabilidad emocional?

Fomentar la estabilidad emocional en adolescentes tiene múltiples beneficios. En primer lugar, mejora su capacidad de concentración y rendimiento académico, ya que un estado emocional equilibrado permite que el joven se enfoque mejor en sus tareas y responsabilidades. Además, promueve relaciones más sanas y duraderas, pues un adolescente que maneja adecuadamente sus emociones tiende a interactuar de manera más positiva y constructiva con los demás.

La estabilidad emocional también es clave para la salud mental a largo plazo. Los adolescentes que aprenden a gestionar sus emociones de manera efectiva están menos expuestos a desarrollar trastornos como la ansiedad o la depresión. Asimismo, estas habilidades emocionales son esenciales para enfrentar los retos futuros de manera resiliente y adaptativa.

Otro beneficio importante es la prevención de comportamientos de riesgo. Adolescentes con mayor estabilidad emocional son menos propensos a buscar emociones fuertes a través de comportamientos peligrosos como el consumo de sustancias o la participación en actividades ilegales. Al comprender y manejar sus emociones de manera efectiva, pueden tomar decisiones más conscientes y saludables.

Formas de ayudar a los adolescentes a tener estabilidad emocional

La adolescencia es un periodo de transformaciones significativas en la vida de cualquier persona, y gestionar las emociones durante esta etapa puede ser especialmente complejo. La estabilidad emocional es un pilar fundamental para el desarrollo saludable de los y las adolescentes, permitiéndoles enfrentar mejor los retos diarios y fomentar relaciones positivas con quienes les rodean.

¿De qué formas podemos ayudar a los adolescentes a tener estabilidad emocional?

1. Proporcionar un ambiente de apoyo y seguridad

Los y las adolescentes necesitan sentirse seguros y respaldados por sus familias y entornos educativos. Un ambiente estable y una comunicación abierta les permiten expresar sus preocupaciones y emociones sin miedo al juicio. Es fundamental que se sientan comprendidos y aceptados, lo que les ayuda a desarrollar una autoestima saludable y a fomentar su capacidad para enfrentar retos.

2. Enseñar técnicas de manejo del estrés

Herramientas como la meditación, la escritura de un diario personal y las técnicas de respiración pueden ayudar a los adolescentes a gestionar sus niveles de estrés y a mantener un estado emocional más equilibrado. Estas prácticas pueden ser enseñadas en casa o en el instituto como parte de programas de bienestar estudiantil. Fomentar hábitos saludables de relajación y descompresión es vital para su desarrollo emocional.

3. Fomentar la autoconciencia y la reflexión personal

Animar a los y las adolescentes a reflexionar sobre sus propias emociones y comportamientos puede mejorar su autoconciencia y ayudarles a entender mejor cómo sus sentimientos influyen en sus acciones. La autoevaluación puede ser una herramienta poderosa para el crecimiento personal y el desarrollo de una mayor estabilidad emocional.

4. Establecer rutinas

La estructura y la regularidad pueden hacer maravillas por la estabilidad emocional. Establecer horarios consistentes para actividades como el estudio, el ocio y el descanso ayuda a los adolescentes a sentirse menos abrumados por las exigencias diarias y promueve un sentido de control y previsibilidad que es reconfortante durante una etapa de constantes cambios.

5. Promover la actividad física regular

El ejercicio no solo es beneficioso para la salud física, sino también para la mental. Actividades como el deporte, la danza o simplemente caminar pueden ser excelentes maneras de liberar tensiones y mejorar el estado de ánimo. Involucrar a los adolescentes en deportes de equipo además puede ayudarles a desarrollar habilidades sociales y de trabajo en equipo, fundamentales para su bienestar emocional.

6. Incentivar la expresión creativa

Ya sea a través de la música, la pintura, la escritura o cualquier otra forma de arte, la expresión creativa permite a los adolescentes explorar y dar salida a sus emociones de una manera productiva y segura. Estas actividades proporcionan un canal para la exploración de sus sentimientos y pensamientos, fomentando a la vez la innovación y la autoexploración.

Al seguir estos consejos, padres, madres, educadores y cuidadores pueden desempeñar un papel crucial en el desarrollo de la estabilidad emocional en los adolescentes. Aunque la adolescencia siempre incluirá sus problemas únicos, proporcionar un apoyo adecuado y recursos para manejar las emociones puede preparar a los jóvenes para una vida adulta más equilibrada y satisfactoria.

* Ángel Rull, psicólogo.