Distribución alimentaria

BonÀrea pondrá códigos QR en sus envases para informar sobre el origen y proceso de elaboración de los productos

El grupo presentará la herramienta en el congreso Alimentaria y empezará a utilizarla en primer lugar en la carne fresca, el jamón y los huevos

Alimentaria quiere echarle un pulso al Mobile y traer a Barcelona a más de 100.000 visitantes

El exterior de una tienda BonÀrea

El exterior de una tienda BonÀrea / BonÀrea

Paula Clemente

Paula Clemente

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La carne fresca, el jamón y los paquetes de huevos de marca bonÀrea empezarán a llevar pronto en sus envases un código QR que, pese a su aparente sencillez, supone una de las grandes propuestas de innovación de la empresa propiedad de Corporación Alimentaria Guissona. Así lo evidencia que este sea el proyecto que centrará la participación de esta compañía con sede en Guissona (La Segarra) en Alimentaria 2024, una de las ferias más importantes para el sector y de las más grandes que organiza Fira de Barcelona a lo largo del año.

Se trata, según resume la compañía a EL PERIÓDICO, de un “proyecto tecnológico de trazabilidad” en el que lleva trabajando año y medio para dar más información de la procedencia del producto que el cliente tiene entre las manos y del recorrido que ha seguido hasta estar disponible en las estanterías del supermercado, así como de sus atributos. El objetivo de bonÀrea, que prevé invertir 2 millones de euros en total en la iniciativa, es que, pronto, la mayoría de sus productos lleven en la etiqueta este código QR que se podrá escanear con la cámara del teléfono móvil y que llevará a una página web que dará mucha más información sobre el mismo, también respecto a su proceso de elaboración.

Un ejemplo del tipo de información que encuentra el cliente al escanear el nuevo código QR de las etiquetas bonÀrea

Un ejemplo del tipo de información que encuentra el cliente al escanear el nuevo código QR de las etiquetas bonÀrea / bonÀrea

“Nuestra compañía realiza un proceso totalmente integrado de producción y comercialización directa”, contextualiza el director de comunicación y márketing de la empresa, Daniel Marsol. "Gracias al hecho de que bonÀrea desarrolla todas las actividades ramaderas, industriales y comerciales necesarias para llegar al consumidor, podemos recopilar y centralizar todos los datos relacionados con el itinerario y la elaboración de nuestros productos, como son los movimientos, el recorrido y los cambios que experimentan en cada fase del ciclo", profundiza el directivo.

Así, la idea fue facilitar toda esta información a los clientes en aras de la transparencia y la seguridad alimentaria. "Hemos querido dar un paso más y, mediante una tecnología pionera desarrollada por nuestro propio equipo de informáticos, poner a disposición de todos nuestros clientes información que puede resultar relevante para sus decisiones de compra”, explica en el comunicado mediante el cual la firma presenta esta iniciativa llamada 'Directo al origen'.

El engranaje se ha puesto en marcha con los productos cárnicos frescos, con los jamones de pieza y con los huevos, que ya se venden con la nueva etiqueta. En este último caso, por ejemplo, el cliente obtiene información de la fecha de puesta del huevo, la granja de procedencia y otros datos relacionados con el proceso de preparación del producto como la fecha de envasado. El siguiente paso será que la etiqueta llegue a otros artículos como los frutos secos o los embutidos.

Triple objetivo

De acuerdo con lo que destaca la compañía, el objetivo es triple. En primer lugar, acortar distancias entre productor y consumidor al ser lo más transparente posible con el producto que le entrega. Después, reforzar su confianza en la “calidad, frescura y sostenibilidad” de su oferta. Y, de rebote, seguir combatiendo causas como el desperdicio alimentario: la digitalización de la información permite gestionar de forma automática y en tiempo real las fechas de caducidad, por ejemplo.

Además, el QR también se ha diseñado de modo que el personal de caja del supermercado pueda identificar y cobrar el producto a través suyo. Es decir, sin necesidad de añadir a la etiqueta un código de barras. Esta funcionalidad empezará a estar disponible a finales de 2024, cuando se hayan actualizado los escáneres y TPVs.

“El proyecto supone un gran avance en cuanto a la comunicación de la trazabilidad de los productos al consumidor”, valora la gerente de Estándares GS1 [un sello comercial y logístico que utilizan un centenar de países para identificar, capturar y compartir información sobre productos y servicios] dentro de la asociación de fabricantes y distribuidores AECOC, Elena Campdelacreu. La entidad, una de las más importantes de su ámbito al aglutinar a varias de las grandes cadenas de supermercados, entre otros gigantes de la alimentación, ha apoyado el desarrollo del invento y lo clasificará con el estándar AECOC-GS1, porque el sistema, según Campdelacreu, "aporta mayor confianza al consumidor" y añade "valor a los productos que lo incorporan".