Alimentación

Pescaderos desesperados: Los catalanes dejan de anticipar la cesta de la compra navideña por el calor

La cesta navideña sube de precio aunque pescados y mariscos contienen el alza

Noviembre, tiempo de sepia y calamar

Barcelona 30/11/2022 La Navidad de la inflación en el Mercat del Ninot. Cómo paradistas de mercat y clientes enfocan la compra navideña Foto de Ferran Nadeu

Barcelona 30/11/2022 La Navidad de la inflación en el Mercat del Ninot. Cómo paradistas de mercat y clientes enfocan la compra navideña Foto de Ferran Nadeu / Ferran Nadeu

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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Segunda quincena de noviembre, a un mes vista de las fiestas navideñas, y en los súpers y los mercados municipales la actividad es más bien relajada. No han llegado aún esos días de nervios y carreras por los pasillos para hacerse con los turrones y el panettone, con el mejor besugo o con el cabrito más tierno. "Es que, con este calor, la gente no tiene todavía la sensación de que la Navidad está a la vuelta de la esquina", exclama una de las dependientas de Pescados Hermanos Cobo, en el mercado de Sitges (Garraf). "El otro día vino una señora, una sola, a preguntar a qué precio están los bogavantes, para ver si se los llevaba ya de cara a las fiestas", agrega otro pescatero, en este caso en el popular Ninot de Barcelona.

"A este paso, a mucha gente le va a coger el tren de última hora, con el riesgo más que probable de que para entonces haya habido un repunte de precios", avisa Carles Torrecilla, profesor del departamento de Dirección de Márketing de la escuela de negocios de Esade. "Hay dos factores que determinan las compras de Navidad y estos son las luces y el frío, y como este segundo todavía no ha llegado, se está notando cierta ralentización en los mercados de productos alimentarios", agrega Torrecilla.

"A mucha gente le va a coger el tren de última hora, con el riesgo del repunte de precios de antes de Navidad"

Carles Torrecilla

— Profesor en Esade

En un momento de crisis inflacionista en la alimentación, todo hacía pensar que iba a ocurrir todo lo contrario, es decir que los consumidores iban a anticipar sus compras lo máximo posible para evitar la tradicional subida de precios de los días inmediatamente anteriores a las fiestas. "Ese es el comportamiento más lógico: anticipar el gasto ante la gran inestabilidad de precios que hay ahora", reflexiona Emilio Vizuete, profesor en la facultad de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona (UB).

"El comportamiento más lógico es anticipar el gasto ante la gran inestabilidad de precios que hay ahora"

Emilio Vizuete

— Profesor en la facultad de Economía y Empresa de la UB

Hay otra explicación a lo que está ocurriendo, observa Àngel Máñez, Gremio de Mayoristas del Mercado Central del Pescado de Mercabarna. "Hemos tenido un otoño cargado de temporales marítimos y esto ha provocado que, a diferencia de noviembres anteriores, este año los precios no sean precisamente bajos. Por eso posiblemente los hogares no están haciendo la previsión de compras que hacían otras veces", explica.

También los supermercados, que esperan "mantener la tendencia de crecimiento habitual en estas fechas, pese al contexto de incertidumbre de los últimos meses", están notando que las ventas de alimentos no han despegado aún, indica Nuria Cardoso, directora de Comunicación de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas). La entidad es consciente de que la subida de precios de este año "puede seguir afectando a los hábitos de compra de los consumidores", pero asegura que "los supermercados están trabajando para dar respuesta a las diferentes cestas en función de las necesidades de cada familia", agrega Cardoso.

Comer fuera

Sí se ha notado algo de actividad por parte del sector de la restauración, que ha empezado a llenar sus neveras, "entre otras cosas, porque a estas alturas tienen ya cierto volumen de reservas para los días festivos y no se pueden arriesgar a comprar el producto a última hora, cuando será aún más caro", agrega Máñez, que confía en que la tendencia posiblemente cambie "durante la semana de los dos puentes, que es cuando la Navidad se ve ya más cerca".

Ir a comer o cenar fuera de casa en las fiestas de Navidad es una tendencia al alza, incluso en los días señalados como más familiares. "Comer fuera permite colectivizar el gasto, pagando cada cuál su parte o dividiendo la cuenta entre los comensales, y no penaliza solo al que organiza la comida en su casa", observa Torrecilla.

El profesor de Dirección de Márketing de Esade sostiene que "la gente sale de una pandemia que le ha permitido aumentar un 14,5% los depósitos bancarios y, por tanto, dispone de más ahorros. Y ahora, vuelve a socializar con su entorno, pero, eso sí, sin cargarse con todo el trabajo", argumenta.