Consumo

La compra de alimentos en grandes superficies cayó un 6% en marzo, el peor dato en cinco meses

La compra de carne y pescado cae en picado y el 60% de los consumidores lo achaca al precio

Se acabó esperar al repartidor en casa: se dispara el número de tiendas que recogen y entregan paquetes

Un supermercado Mercadona en Barcelona

Un supermercado Mercadona en Barcelona / Manu Mitru

Paula Clemente

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El agujero que la inflación está provocando en la compra de productos alimentarios se agrava. La venta de alimentación en grandes superficies cayó un 6,2% en marzo en Catalunya, con lo que termina el primer trimestre del año un 3,4% por debajo de donde estaba un año atrás. Así lo indica el Índice de Ventas en Grandes Superficies que publica este jueves l'Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), que si bien muestra un incremento de ventas de casi el 7% a precios corrientes, se convierte en una cifra negativa al descontar el efecto de la inflación, es decir, el aumento del gasto asociado a que el producto está más caro.

Es, además, la única categoría que ve caer su dinamismo: las grandes superficies catalanas vendieron en total un 4,5% más en marzo (incluso sin tener en cuenta la inflación), un avance que sería de casi el 18% si no fuera por el impacto negativo de la alimentación. En lo que va de año, el resultado es algo menor, pero igualmente optimista, con un crecimiento de las ventas de casi el 4%.

El patrón es similar en el caso de España, aunque en este caso la caída de las ventas de productos alimentarios es más profunda. Sin tener en cuenta el efecto del incremento de precios y de nuevo según Idescat, la población española compró en marzo casi un 8% menos de alimentación en grandes superficies, el peor dato desde que empezó la crisis inflacionista.

Eso sí, tal como advierte el organismo estadístico, ambas radiografías no son del todo comparables, puesto que el Instituto Nacional de Estadística (INE), de donde beben los datos de Idescat para el caso de España, se fija tanto las superficies especializadas como las que no.

En cualquier caso, la comparativa de periodo a periodo no deja dudas y el análisis evidencia que mientras que las ventas a nivel general crecían un 6% a final del primer trimestre, van también hacia abajo en el caso concreto de la alimentación.

Pequeño comercio

La buena noticia, por lo menos en el caso de Catalunya, es que la venta de alimentación no cae en todos los canales: según publicó también Idescat la semana pasada, incluso al eliminar de la ecuación el efecto de la inflación, la compra de alimentos aumentó un 1% en las tiendas independientes en marzo, y así, este tejido de pequeños negocios termina el primer trimestre también en positivo.

No es el caso de España, donde las ventas cayeron casi un 3% en marzo incluso en estos comercios, séptimo mes consecutivo con dato negativo y el peor porcentaje desde diciembre.