La ronda española

Evenepoel supera a los rivales, pero pierde la sonrisa en la Vuelta

Filippo Ganna triunfa en la contrarreloj de Valladolid, donde el fenómeno belga sólo puede sacarle 20 segundos a un Roglic protegido por Vingegaard y Kuss, líder de la carrera.

Festival en la Vuelta de un Jumbo intratable.

Filippo Ganna Valladolid

Filippo Ganna Valladolid / LA VUELTA / CXCLING

Sergi López-Egea

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Remco Evenepoel agacha la cabeza y rueda por las anchas avenidas de Valladolid rodeado de carriles bici. Por un día debería sentirse feliz porque ha regresado la alegría a la Vuelta en modo de sol y con el justo calor para correr en bici sin sudar más de la cuenta. Casi no le importa que Filippo Ganna se haya salido de la tabla con una contrarreloj espectacular, porque el corredor italiano no es su contrincante y se apuntó a la Vuelta para lo que hizo este martes, atizar a todos como el sensacional contrarrelojista que es. Pero también por un día, al llegar a meta, pese a su aceptable etapa, es imposible que se sienta dichoso porque seguramente, en vez de empezar a ganar la carrera, tal como hizo el año pasado en la única ‘crono’ programada, igual comenzó a perderla.

Ni puede rodar ni dormir tranquilo cuando tiene a dos equipos azotándolo, sabiendo que le darán caña desde este miércoles en la soriana Laguna Negra. Y mejor ni pensar siquiera en el Tourmalet, cita del viernes, o en una etapa entre francesa y navarra, encuentro ciclista del próximo sábado, salvaje como una pantera y hasta más peligrosa, si cabe, que la subida al mito de los Pirineos.

La contrarreloj de Valladolid quedó muy lejos de ser el escenario donde le habría gustado triunfar a Evenepoel, que estrenaba el ‘maillot’ arcoíris como campeón del mundo de la modalidad. Hasta su frase de que “he quedado satisfecho”, pronunciada minutos después de acabar la etapa, sonó a mentira piadosa, porque sólo pudo sacarle 20 segundos a Primoz Roglic, porque resistió Sepp Kuss, al frente de la general, y porque un Jonas Vingegaard, que engaña, que no está clara cuál es su jugada preferida en la Vuelta, se encuentran demasiado cerca de él en la general; tres piezas clave para atormentarlo en la alta montaña y con la duda de qué hacer y cómo reaccionar ante una ofensiva en toda regla del conjunto Jumbo.

Ayuso, Soler y Almeida

Por si fuera poco, el UAE también se alzó en armas contra Evenepoel, porque Marc Soler realizó una contrarreloj maravillosa, porque Juan Ayuso, sin quedar contento de su rendimiento, se situó en tiempos de aspirante y, sobre todo, porque el conjunto árabe incorporó al portugués Joâo Almeida en el combate por la Vuelta. Otros tres rivales, aliados entre ellos, para mortificarlo en cualquiera de las tres etapas de montaña programadas esta semana.

Perdió Evenepoel, como el candidato que gana unas elecciones pero queda muy lejos de una mayoría para gobernar, y triunfó la Vuelta, una carrera que parecía perseguida por un mal fario, sobre todo por el mal tiempo, y que necesitaba de ese sol que iluminó la carrera, en una Valladolid que se lanzó a la calle, con un trazado muy rápido, ideal para Ganna, pero también para Evenepoel, donde se reivindicó Roglic y donde Enric Mas se dejó demasiado tiempo (está a 1.41 minutos del ciclista belga, el primero de la tabla entre los grandes favoritos), mientras Mikel Landa acabó doblado precisamente por el campeón del mundo de contrarreloj.

Todos corrieron con platos de 60 dientes, algo que hace 30 años era inimaginable utilizar; de hecho, ni los fabricaban para la carretera. Miguel Induráin, que afrontó la contrarreloj de Valladolid antes de que soltaran las fieras, nunca superó los 55 dientes en una etapa de estas características, otra señal para comprobar cómo ha cambiado el ciclismo estos últimos años dominado por corredores tan jóvenes como Evenepoel (23 años) o Ayuso, únicamente con 20.

La contrarreloj dejó a la Vuelta en una situación apasionante, todos mirando ya la cima del Tourmalet y, todos, incluido Evenepoel, observando a Vingegaard, que puede convertirse en el arma de destrucción masiva del Jumbo, a pesar de que en Valladolid estuvo muy lejos de realizar la contrarreloj perfecta. Cedió 1.12 minutos a Evenepoel. ¿Qué debe hacer Evenepoel si ataca desde lejos en los Pirineos? ¿Y el Emirates de Ayuso?

La opinión del líder

“El Soudal (equipo de Evenepoel) es débil en la alta montaña por lo que trataremos de aislar a Remco”, reconoció Sepp Kuss, líder de la carrera y el tercer hombre del Jumbo, que resistió más allá de lo que se esperaba siendo un perfecto escalador, aunque reñido en la pelea contra el cronómetro. “Tengo mucha confianza en Vingegaard. Dispone de un nivel bestial en la alta montaña, que es lo que ahora llegará en esta Vuelta. Es su terreno, aunque también se debe reconocer que preparar esta carrera después de ganar el Tour no es tarea fácil”, añadió en perfecto castellano el ciclista estadounidense afincado en Andorra.

Regresó la mejor sonrisa a la Vuelta, a pesar de que Evenepoel no esté para reír y se activó la sangre caliente de Roglic, sabedor de que tiene a un Kuss, en una forma hasta ahora nunca vista, y sobre todo a un Vingegaard que no lo traicionará pese a ser la bala en la recámara de su equipo. 

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