El inicio de la ronda española

Vingegaard: "¿Mi objetivo? Ganar la Vuelta como equipo"

El Jumbo quiere hacer historia para convertirse en la primera escuadra que gana las tres grandes el mismo año. Cuenta con el vencedor del Tour y del Giro.

La Vuelta abre las puertas de Barcelona al deporte mundial.

Jumbo entrenamiento

Jumbo entrenamiento / JUMBO VISMA

Sergi López-Egea

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El Jumbo ni es un equipo normal ni lo que hacen o quieren conseguir está al alcance de nadie. Tal es su poderío que un ciclista llamado Remco Evenepoel, último vencedor de la Vuelta, incuestionable hace un año en el inicio de la carrera, ya no se atreve a hablar de victoria, sino de pisar el podio de Madrid en lo que todavía es un lejano 17 de septiembre. Y es que con el dúo Jonas Vingegaard y Primoz Roglic en acción hay que pensárselo mucho para sacar pecho, decir aquí estoy yo... y venga, todos a correr a mi sombra.

Porque hasta ahora ninguna escuadra ciclista, desde los tiempos remotos a los actuales, incluso pasando por los años tenebrosos del dopaje, ha conquistado las tres grandes en un mismo año. Y el Jumbo, que ganó el Giro con Roglic y el Tour con Vingegaard, se ha traído a los dos a la Vuelta para armar la marimonera, ponerlo todo patas arriba, bajar los humos a los adversarios y lanzarse de pies a cabeza a por la victoria trayendo aparte de sus dos figuras a un equipo extraordinario en el que destaca el estadounidense Sepp Kuss, pieza clave en las victorias en Italia y Francia, y quizás el mejor gregario del mundo sólo con permiso de su compañero Wout van Aert, al que han dejado en casa porque de lo contrario alguno igual ya ni recoge mañana el dorsal.

"Me siento bastante bien aunque hasta que no arranque la carrera no sé cómo estaré". Quien habla es Vingegaard y no dice aquello de que va a salir, a probarse y a ver qué ocurre. No. Habla de que está bien, que se ha recuperado después de la victoria en París y que -sea verdad o no- le da igual si es él o Roglic el que llega vestido a Madrid con el jersey rojo de líder. Lo cierto, tal como se evidenció ayer con el testimonio de sus caras risueñas, es que el ambiente entre ambos es de cordialidad, que no hay malos rollos entre ellos y que, efectivamente, son uno para todos y todos para uno.

Pedaleando juntos

"Siempre que los dos hemos compartido el liderato ha salido bastante bien. Tenemos un equipo fuerte y ya se verá si al final Jonas o yo mismo estamos delante", palabra de Roglic y poco más que añadir. "¿Mi objetivo? Ganar la Vuelta como equipo. No corremos como adversarios, Roglic contra Vingegaard, sino que lo hacemos juntos y los dos somos líderes", cuenta Vingegaard, corredor de pocas palabras, como Roglic; la fuerza, ambos, la demuestran más pedaleando que hablando.

Quieren, eso sí, marcar el territorio desde la contrarreloj inicial de este sábado, por equipos y por Barcelona, donde son los favoritos.Quizás, el Soudal de Evenepoel no tiene la potencia en bloque del Jumbo y se basa más en el genio y figura del astro flamenco que mareará hasta lo imposible a los vencedores del Tour y del Giro. Sólo una tarde de gloria de Filippo Ganna, en un Ineos fortalecido en el arte de la contrarreloj por equipos, podría privar al conjunto neerlandés de la victoria en la capital catalana. Hace un año, en Utrecht, el Jumbo ya ganó una etapa de características similares. La semana pasada hicieron una especie de examen en la Vuelta a Burgos, aunque sin tanta oposición y adversarios de altísimo nivel, y lógicamente ganaron de libro.

Tres triunfos en cuatro años

"En mi caso, tenía que estar aquí porque no había ido al Tour y siempre ilusiona la Vuelta", afirma Roglic. Desde 2019 no se ha perdido la ronda española, que ha ganado en tres ocasiones.El año pasado se cayó en Sevilla, en un esprint tonto, y se tuvo que retirar cuando iba el segundo de la general.Así que Roglic no anda con bromas. Y Vingegaard, menos.